CAPÍTULO 54 FINAL Parte 2

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_ Amor... - iba a protestar, pero ella lo atrajo hacia sí y lo calló con un beso, ella lo empezó, pero él lo siguió, él era el experto, sus movimientos fueron suaves y tiernos, temía tanto asustarla de nuevo, pero llegaría hasta donde ella se lo permitiera, ya se había hecho a la idea y estaba preparado por si ella lo detenía, no como dos noches atrás, que él pensó que todo seguiría su curso y tuvo que detenerse aún antes de empezar, pero para él fue tan difícil, que tuvo que salir y controlarse, el aire fresco de la noche había sido un muy buen aliado, le había ayudado a recomponerse en tiempo récord, pero lo más difícil había venido después, lograr hacer que ella no se sintiera culpable o avergonzada, por fortuna parecía que lo había logrado y todo había estado bien, por eso ahora estaba tan sorprendido, aunque no le molestaba, estaba decidido a mostrarle lo maravilloso que era todo esto cuando se trataba de la persona correcta y sobre todo cuando estaban de por medio el amor y el respeto.

*****
Amanecía cuando Fernanda despertó, el ruido de vehículos acercándose, la habían puesto en alerta. Miró a su alrededor, Simón ya no se encontraba en la habitación, pero lo escuchó hablar con los hombres que habían llegado, reconoció la voz de Víctor, hablaron por varios minutos y escuchó un vehículo marcharse, luego entro él. Se veía tan atractivo, tan tremendamente varonil, se sonrojo, solo de pensar lo que había sucedido la noche anterior y se preguntó ¿cómo un hombre tan grande, tan rudo, tan autoritario, como él, podía haberla tratado esa noche, con aquella delicadeza, con aquella ternura, con aquél amor? no lo reconocía, pero lo amaba, lo respetaba y lo deseaba, nunca, ni en sus más locos sueños pensó jamás que desearía estar en brazos de un hombre, pero ahí estaba él, parado enfrente de ella, con la camisa a medio abrochar, mirándola, quizás esperando una invitación de ella.

No lo hizo esperar, extendió sus brazos y él se acercó.

Una hora después estaban devorando el desayuno que él había preparado.

_ Si sigues así, me vas a mal acostumbrar. - dijo ella rodeando su cuello y dándole un beso en la mejilla.

_ Déjame consentirte cuando menos estos días. - sonrió. _ después de la boda y de nuestra luna de miel, se vendrán días muy difíciles, el rancho y los negocios están creciendo más rápido de lo que yo esperaba y van a requerir mucha de mi atención. Pero ahora no pienso en eso, estos días son para ti y para mí. Seremos solo tú y yo, te lo prometo. Besó sus labios con amor. _ Por lo pronto ya despaché a mis hombres, después vendrán por mi camioneta para llevarla al taller, ya me dejaron otra en la cual regresar, pero no lo haremos hasta dentro de unos dos o tres días, ¿te parece?

_ Me encanta la idea. - sonrió agradecida de que le preguntara, había notado que siempre trataba de tomarla en cuenta y eso la hacía sentirse segura, amada.

_ ¡Perfecto! - dijo feliz. _ ahora que estamos de acuerdo, te voy a pedir que me dejes consentirte, ya tendrás oportunidad tú de hacerlo conmigo si así lo deseas. Vendrán tiempos en los que llegaré exhausto y sin ganas de mover un solo dedo.

_ De acuerdo. - sonrió ella. _ solo espero que de verdad me dejes hacerlo. Me encantará poder recibirte y quitarte todo el cansancio que traigas.

_ Lo estaré anhelando. - la atrajo hacia sí y la beso con pasión.

*****
La boda se realizó una tarde de verano, los negros nubarrones que empezaban a cubrir el cielo azul, no los asustaron, porque ambos amaban los días lluviosos, y sus invitados no eran tantos como para  que no cupieran al interior de la casa, si es que se requería.

Por parte de Fernanda no había nadie, sus hermanos habían desaparecido y no habían vuelto a molestarla, y de su padre no sabía nada, ni necesitaba saberlo, él la había abandonado desde el momento en que su madre murió y él quedó viudo, podría decirse que Víctor y su familia estaban en representación suya, su esposa era muy sencilla y agradable y se habían caído bien, su niña era adorable.

Por parte de Simón, estaban sus padres y su hermana, que al igual que los demás conocidos de él, la habían tratado con cariño y respeto, algo a lo que no estaba acostumbrada, pero que estaba aprendiendo a aceptar.

También estaban los hombres de la sierra, no podían faltar, porque se estaban convirtiendo en una gran familia, y el amigo de uno, era el amigo de todos, además sus negocios empezaban a entrelazarse unos con otros, creando varias sociedades bastante sólidas.

Pero hoy no era momento de hacer negocios, era momento de unirse a la felicidad de su más reciente amigo, compañero y socio.

Simón se hallaba de pie, al frente, estaba nervioso, no podía creer que por fin hubiese encontrado al amor verdadero, no tenía ninguna duda y tampoco tenía duda del amor que ella decía tenerle y no la tenía porque se lo había demostrado, se había sobrepuesto a sus más aterradores miedos y se había entregado a él, aún a pesar de ella misma, a pesar de estar destrozada, de estar marcada y de estar aterrada, y eso la hacía más especial para él. Dedicaría su vida entera, para amarla y respetarla y darle todo lo que jamás soñó, no la aprisionaría, la dejaría ser libre, ya lo había hecho, pero ella no sabía volar y se sentía segura bajo su supervisión, bajo su control, y aunque eso a él le gustaba, no quería que llegara el día, en el que se sintiera su prisionera, así que la iría soltando poco a poco, le iría enseñando que, no todo se reducía a estar con él y a servirle a él, que había todo un mundo afuera que explorar, que podía estudiar, prepararse, incluso trabajar, todo si ella quería y sin forzarla a nada. Era ella quien iría reconstruyendo su vida y construyendo lo que quisiera construir, el estaría a su lado para apoyarla, para sostenerla y para llevar junto con ella sus cargas. Para amarla.

Los miró aparecer, ella parecía un ser celestial caminando del brazo de Víctor hacia él. Era imposible no conmoverse.

*****
Fernanda se posicionó en su lugar, lista para caminar del brazo de Víctor, quien la entregaría a su amado Simón. Lo miró a lo lejos, se veía tan apuesto con su traje oscuro, perecía alguien irreal, nada que ver con el hombre de campo que se ensuciaba las manos a la par que sus trabajadores. Alguien que no dudaba en ensuciar sus botas y meterse al fango para ayudar a alguien en dificultad, alguien que no la pensaba dos veces y se aventaba al ruedo en alguna pelea para defender a los suyos o a quien estuviera sufriendo una injusticia, era él, el mismo que meses atrás había estado a punto de ser asesinado por su esposo y que en su lecho casi de muerte le había prometido que la libraría de él, lo que no le prometió, fue que la haría su esposa, y aquí estaba llegando ante él, mirándolo a los ojos, unos ojos oscuros que resplandecían de felicidad, sin embargo, le había prometido que la haría feliz y lo estaba cumpliendo, cuando la tomó de la mano, cuando pronunció sus votos y cuando dijo SÍ ACEPTO. Con lágrimas en los ojos y con el corazón acelerado también ella lo miró a la cara y se perdió en su mirada, también ella dijo sus votos y también pronunció el, SÍ ACEPTO.
Ninguno puso atención ya a lo que siguió, hasta que escucharon el, PUEDE BESAR A LA NOVIA.

Ella no fue consciente más que de su agarre firme pero delicado, la había tomado por la cintura y había deslizado su otra nano por la nuca, luego sus labios habían tomado los de ella, primero con delicadeza, con ternura y luego con pasión, a lo lejos, muy a lo lejos, logró escuchar gritos y aplausos, pero no le importó, está vez no se sintió cohibida, ni atemorizada, estaba en los brazos del único hombre que la había tratado con paciencia, con respeto, con caballerosidad, que la había aceptado tal como era y sobre todo que la había amado, sin condición.

Gracias a quienes le han dado la oportunidad a esta historia y se han quedado hasta el final y gracias a quienes la leerán ahora que está terminada y a quienes la  leerán después.

Ahora solo me queda decirles que les espero en el Epílogo para cerrar. Agradecerles por acompañarme hasta aquí, con su lectura, sus votos y sus comentarios, no tienen idea de cuánto los aprecio, siempre animandome, haciéndome reír y aveces llorar. ¡GRACIAS! ❤️❤️❤️

P.D.
Perdonen si no contesto a sus comentarios. Los aprecio mucho, son los que me nutren cada día, y créanme, los leo todos. Espero poder responderles, pero a veces se me dificulta. Por favor no se sientan si no lo hago, o si se me pasa alguien. Bendiciones.

AMOR SIN CONDICIÓN No. 1️⃣1️⃣/SERIE: HOMBRES DE LA SIERRA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora