Víctor se estaba acostumbrando a dar órdenes y no solo a obedecerlas, se le daba bien el estar al mando de esa gente y lo más importante, ya no estaba obligado a hacer lo que no quería, ni él obligaría a su gente a cometer actos reprobables, se sentía agusto con eso y ellos al parecer también, era esa la razón por la que se estaba formando el otro grupo, el de aquellos que habían seguido a Rafael ciegamente, aquellos que no estaban bien si no hacían daño a alguien , aquellos que buscaban enriquecerse a como diera lugar, aquellos que ahora sin Rafael seguirían sus mismos pasos fuera de la ley y que ya empezaban a hacerle la guerra a Simón y por consiguiente a él.
Simón le había asegurado que no se quedarían ahí para pelear ese territorio, su misión era otra, ahora que habían encontrado a Fernanda y que sabían que en esos momentos por fin estaba a salvo y fuera del alcance de sus delincuentes hermanos.
Recordó como, cuando los Morán rescataron a Simón, le pidió que diera con ella. Fue muy difícil y después de mucho buscar logró averiguar que había sido vendida a un hombre poderoso de la región, sin embargo ya había escapado de sus garras cuando él se enteró, luego, después de otro largo periodo de tiempo logró ubicar a sus hermanos y por consiguiente a ella, la tenían como prisionera pero para su desgracia se encontraba en el lugar de donde él y su familia habían salido huyendo, Simón le había enviado a sus hombres de confianza para que el no tuviera que acercarse, además, Simón ya había ideado su plan, no quería que ella saliera lastimada debido a algún enfrentamiento, así que pensó sacarla de la manera en que sus hermanos la dejaran ir sin oponer resistencia. Pagando por ella.
Los hombres que Simón había enviado contactaron con sus hermanos y de ahí todo se había dado con facilidad. Ahora ella se encontraba en el rancho. Mientras ella era transportada hacia allá, Simón se reunía con él, recordó que ambos se habían dirigido hacia la casa de aquel hombre que había pagado por ella, no supo cómo, pero siguiendo las instrucciones de Simón, habían logrado evadir la seguridad y habían llegado hasta él. Si antes admiraba a Simón, ahora lo hacía aún más, era increíble verlo en acción, en segundos había dominado a ese hombre, sin llamar la atención de nadie, se dio cuenta de que él no era necesario ahí, Simón sabía lo que hacía y controlaba la situación, él era solo un apoyo por si algo salía mal, pero nada salió mal, recordó que, así como llegaron hasta ahí salieron del lugar, pero esta vez llevando consigo a un prisionero.
_ ¡No se quiénes son ustedes, ni que quieren de mí! - había gritado el hombre, cuando se detuvieron en medio del bosque, él estaba atado de manos. - ¡se equivocaron de persona! - exclamó.
_ El que se equivocó fuiste tú. - lo encaró Simón. _ te metiste con quien no debías
_ ¡No entiendo, a ustedes ni siquiera los conozco!
_ A nosotros no, pero a los hermanos García si, concretamente a Raúl García.
Al escuchar el nombre su rostro palideció.
_ ¿Ahora lo recuerdas? - interrogó Simón. - ¿recuerdas a la chica?
_ Esa maldita mujer escapó, no pasó nada.
Miró como Simón perdía la paciencia y su puño se estrellaba en el rostro del hombre.
_ ¡No pasó nada porque no pudiste infeliz! - exclamó asestándo otro duro golpe en su cuerpo, que lo obligó a doblarse de dolor.
El hombre se incorporó con dificultad.
_ ¡LA CHICA ESTÁ BIEN! - gritó asustado ante la amenaza de otro golpe.
_ ¡No! - lo encaró Simón de nuevo. - ¡ella no está bien! Y no lo está, porque tú decidiste que era bueno divertirte con ella aún en contra de su voluntad y el que tú recuperaras parte de tu maldito dinero, significó una golpiza para ella que casi la mata.
_ ¡Pero no fui yo, fueron sus hermanos! ¡Ellos me la ofrecieron y luego solo me devolvieron la mitad! ¡Son ellos los responsables!
- ¡Si tú no la hubieras comprado, nada de esto hubiese pasado! - insistió Simón.
_ ¡Solo se me presentó la oportunidad y yo la aproveché! - dijo cínico. _ ¡no puedes culparme por eso, en todo caso reclámales a ellos!
_ ¡Ten la seguridad de que lo haré! - dijo amenazante. - pero antes tu recibirás tu merecido. Y como te gusta jugar con las mujeres, y te causa placer forzarlas, ahora tú estarás en el lugar de una de ellas.
Víctor recordó como no solo ese hombre abrió los ojos sorprendido, sino él también, cuando aparecieron dos hombres. Él no sabía, de que se trataba todo eso
- Nosotros nos retiramos. - había dicho Simón llevándolo con él. - en una hora regresamos. - les dijo a ellos. _ y tú. -se dirigió a él. _ espero que te diviertas tanto como esperabas hacerlo con ella.
Luego se habían marchado.
Cuando regresaron. Los hombres ya se habían marchado, solo se encontraba él, seguía atado de las manos, su camisa yacía a un lado desgarrada, lo demás había sido arrojado más lejos de él. Tenía golpes por todo el cuerpo su rostro denotaba dolor y temor
_ No me da gusto lo que te hicieron. - había dicho Simón y él supo que era sincero con ese hombre. _ pero cuando vuelvas a pensar que te puedes divertir con una mujer que no quiere estar contigo y que tus actos no tendrán consecuencias, piensa en este momento, ellas no son objetos y lo que les haces las marca de por vida.
El hombre lloraba y suplicaba perdón. Simón se acercó y liberó sus manos.
_ Vístete y regresa a tu casa. Y recuerda, si yo me entero de que vuelves a hacer algo semejante, yo mismo me encargaré de que jamás puedas volver a acercarte a una mujer en tu vida y no necesito explicarte de qué forma lo evitaré ¿verdad?
El hombre asintió con desesperación, como si quisiera asegurarse de que Simón entendiera su respuesta.
- No lo haré. dijo con voz entrecortada. _ jamás lo haré. - aseguro con vehemencia.
_ Tienes mujer. - dijo Simón. _ respétala y vive bien con ella, tú la escogiste ¿qué andas buscando en otro lado? Las mujeres no son mercancía para comprarlas, usarlas y dejarlas. Vive bien.
_ Lo aré. - dijo con ansiedad, esperando que ya se marcharan. Podían arrepentirse de dejarlo ir.
_ En cuanto a tu deuda con Raúl García, ya te la cobrarás, te lo aseguro. - había dicho Simón antes de indicarle que se marchara.
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AMOR SIN CONDICIÓN No. 1️⃣1️⃣/SERIE: HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceEl ha estado enamorado toda su vida de la hija de su jefe, a tal grado de que ninguna mujer ha llegado a cumplir sus expectativas como para formar un hogar, excepto ella, sin embargo, ella ya es la esposa, de otro, él mismo alentó esa relación, porq...