Me quedé sin habla.
Al decir eso sentí que mi respiración se agitaba.
¿En qué pueblo me he metido?
Él, al ver que me estaba empezando a alterar, me agarró de la cintura.
- Quiero que no digas nada a nadie. No puedes seguir estando aquí y menos todavía cuando se están empezando a dar cuenta de que estás. Sígueme.
No me dio tiempo a reaccionar cuando ya estábamos de pie. Mis posibilidades de pasar algo desapercibida se fueron en el momento en que él me besó.
Sus labios estaban algo fríos, pero se movían con total tranquilidad. Me agarró más fuerte de la cintura y como él me dijo. Le seguí el beso.
Al momento en que nos separamos escuchamos unos aplausos.
- Vaya, vaya ... Ángel, qué bien te la tenías escondida - dijo un hombre sonriendo, tiene el cabello con canas bastante visibles y unas arrugas al igual que las cañas, bastante notorias.
- Emm si - noté que se empezó a poner incómodo ya que su voz cambió de una más o menos normal a una dura.
- ¿Y tú quién eres hermosura?
- Emm.
- Eso no te importa ahora Enrique. Ahora por favor, antes de que vinieras estábamos en algo.
- Ya vi, solo no os alejéis mucho, tienen algo que decir.
El canoso acto seguido se alejó, no sin antes guiñarnos un ojo y revisarme de pies a cabeza.
Acto que me puso incomoda y en ese momento me alegré de que llevara la sudadera de Ángel.
- Entonces, ¿tu nombre es Ángel?
- Si Ángela. Ven - No me había dado cuenta de que se había separado hasta que me tendió su mano para que la agarrara - Te debo de decir unas cosas antes de que nos llamen.
No sé por qué razón le cogí la mano, pero él me acercó más a su cuerpo y empezamos a caminar.
Tenía los nervios a flor de piel.
Me enteré que en este pueblo los nacidos con ojos grises son asesinos y que ese señor me mirara con unos ojos de querer hacerme daño solo hace que me preocupe más.
Después de alejarnos de la multitud nos sentamos en un banco.
- Mira. No sé cómo explicarte esto. Entonces solo te puedo decir. - tomo una bocanada de aire y me miró a los ojos- si quieres estar a salvo será mejor que te vayas. No se fijaron en ti muchas personas...
- ¿Y si no quiero irme?
- O mueres ya que sabes dónde nos reunimos o te conviertes en uno de nosotros.
- Espera, espera. ¿Cómo que "donde nos reunimos"?
- Soy uno de ellos. Sólo que menos agresivo. Entonces, ¿qué dices?
- No me puedo ir. Por muy "aterrador" que sea esto, si salgo de aquí seguiré con problemas. Al menos aquí si me descubren me matan y listo.
- Que mente más... Rara. Nunca vi a alguien que le diera igual morir.
- Pues ya conoces a una. ¿Entonces qué haremos?
- Por ahora, tendrás que estar en lo que hablarán hoy. Y será mejor que me beses ya que nos están empezando a mirar. - por miedo me acerqué y le besé, beso el cual él me siguió sin rechistar y cuando me separé de él y miré a ver quién nos estaba mirando, no había nadie y él me dio una sonrisa de inocencia.
- Serás imbécil - susurré y le di un golpe en el hombro y él se rió.
- Sí que tienes miedo de que te descubran - dijo susurrándome en el oído y yo pegué un saltito del susto.
- Sí que lo tengo - dije alejándome de él, y como si él sólo existiera para fastidiarme, me agarró de la cintura y me dio un beso en la mejilla.
- Tranquila. Yo te protegeré.
Andamos hacia las demás personas y a los pocos minutos apareció una chica de unos 25 años y empezó a hablar.
- Como todos sabéis, uno de los nuestros murió. Y aunque se lo merecía por sus actos, fuisteis muy poco precavidos con esconder su cuerpo. Por suerte ningún humano nos vio.
Al escuchar eso me puse a temblar sin darme cuenta. Acto que Ángel se dio cuenta al instante y me abrazó por la espalda.
- Tranquila.
- Quiero que todos los que estuvisteis anoche en esa "pelea" os acerquéis, aunque no hubierais hecho nada.
- Mierda, eso no debería pasar. - escuché quejarse a Ángel.
- ¿Qué hago? - susurré asustada.
- Ir. No digas una sola palabra, estaré a tu lado durante todo momento. - sólo pude asentir y él me dirigió hasta llegar a las personas con las que estaba esa señora y nos colocamos en una fila.
- Todos vosotros sois cómplices del asesinato de este chico - enseña una foto del chico al que mataron - tenéis que cambiar algunas cosas de su muerte, confundir a los policías y forenses para que no lleguen a nosotros. Sois más de cien. Podréis buscar una solución.
Una hora después ya estoy en mi casa, tumbada mirando a la pared y se me fueron cerrando los ojos.
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Ojos Grises
Mystery / ThrillerAngela se ve obligada a mudarse, empezando de nuevo en un lugar dónde nada es lo que parece. Pero ¿Quién se está metiendo en la boca del lobo? ¿Ella o el chico del misterioso pueblo que ahora forma parte de su vida? Iniciada el 08-11-21