Capítulo 17

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El decidir qué haríamos nos costó bastante, ya que, aunque se le veía muy concentrado e inspirado a Daniel para partirles la cara si era una trampa, Vanesa no quería ir y la verdad yo tampoco.
Que esa chica me dijera que fue ella quien me dejó aquella nota me sorprendió, ya que di por hecho que fue Ángel.

Miedo es lo que siento ahora mismo, mentiría si no dijera que estoy temblando, ya que un poco más y me convierto en un flan por los traicioneros de mis nervios.
Al llegar a la cocina nos fijamos en que todo estaba oscuro y eso alarmó a los chicos, los cuales se pusieron a mi alrededor.

— Chicos, por el amor de Dios, no hace falta que os pongáis alrededor.

— Lo siento rubita, pero sí hace falta. — Al oír un quejido por parte de Vanesa la miré.

— Vanesa, ¿qué ocurre? 

— Ocurre que Ángela tiene razón, no tenemos por qué protegerla, lleva lentillas como los demás, no se enterarán de absolutamente nada.

— Te equivocas pelirroja.

— ¿Mónica? — La nombrada aparece pasando por la puerta.

— Sí, Ángel.

— ¿Por qué dijiste que me equivoco?

— Vanesa, te equivocas porque es así, la debéis de proteger.

— ¿Y se puede saber por qué narices debemos de hacer eso?

— Primero que nada, lleváis haciéndolo desde que ella llegó al pueblo y segundo, hay cosas mucho más ocultas que iréis sabiendo durante estos días.

— ¿Cosas ocultas como qué?

— Como que la jefa te ha mandado matar por ser una ojo-gris.

— ¿Qué?

— Debéis de salir de aquí antes de que empiece el juego.

— Si salimos antes de eso nos descubrirán.

— Y si no salís, a quien cazaran será a vosotros. Escuchar, este juego siempre fue una especie de tapadera, siempre que juegan, los más fuertes van a por los ojo-gris, y los que son más débiles por la edad, van a por humanos normales.

— ¿Cazan a los ojo-gris?

— Sí. Veréis, no puedo deciros mucho, pero, hay un universo donde los colores de ojos son tu capacidad de fuerza, los que tienen ojos grises son los más fuertes, por debajo están los ojos azules, hace miles de años estas dos razas de ojos tuvieron un trato, el cual era que se juntarían para ser más fuertes, el problema llegó cuando algunos no quisieron ser parte de eso.

>>Los sacaron a todos de aquel universo, no eran muchos, los que tienen ojos azules no recuerdan nada, ya que con el pasar de los años estos se hicieron buenos, pero los ojos grises nunca olvidaron.

— ¿Qué? — Hablé sin pensar.

— Déjala terminar y después hablas, mocosa. — Escuchar hablarme así Daniel me asustó y me cabreó, y por el bien de seguir escuchando esa historia, decidí quedarme callada.

— Los ojos grises, por mucho tiempo que pasará, seguían sedientos de la sed de sangre, todo se descontrola cuando se enteraron de que algunos que tienen los ojos grises decidieron tener hijos con personas de ojos azules, se enfadaron tanto, que empezaron a cazarlos a todos los que poseían estos dos colores de ojos.

>>Hace unas semanas empezaron a aparecer nuevos ojo-gris y los grises los iban matando uno a uno, les daba igual si edad, los dejan a todos en los pasadizos del pueblo.

— ¿Y qué debemos hacer? ¿Ocultarla?

— No Vanesa, lo que debéis hacer es que esta noche pueda sobrevivir. Me gustaría poder deciros muchas más cosas, o del porqué tantas leyendas falsas sobre esta raza, pero no puedo, sólo mantenedla con vida. — Al decir aquello, se va corriendo hacia la puerta y veo cómo desaparece.

— Qué surrealista es esto, Dios. — Murmuré sentándome en el suelo.

— Tranquila princesa, nadie te hará daño.

— ¡Eso tú no lo sabes! Si nos matan a todos los ojo-gris, entonces seguirán haciéndolo, sin ningún problema.

Me levanté del suelo y salgo corriendo a mi habitación, abrí la puerta y al entrar la cerré sin ningún cuidado.
Golpes y llamadas de Ángel sonaban sin parar, pero yo no pensaba abrirle. 

 

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Ojos GrisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora