Capítulo 23

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—¡1 puto año paso desde que fueron, solo un maldito año y ya están muertos joder! —Mónica empezó a llorar desconsoladamente y yo me tuve que morder la lengua para no decirle que en parte es su culpa.

—Mónica tranquilízate ya, llevas así de alarmada 20 minutos, y eso no es bueno, te van a escuchar.

—Me importa una puta mierda que me escuchen o no Lucas, nuestros padres han muerto, Ángela está sola, y no sabemos con quien se quedará, es muy pequeña aun como para volver a Occhi.

—Se lo tenemos que decir a los padres de Zoé, y ver que solución nos dan.

Ella no tuvo de otra que aceptar a regañadientes la opinión de su hermano.

No sé por qué razón él es el que está tranquilizando, no solo a su hermana, sino que a mí también, encima a él fue a quien le comentaron lo sucedido nada más llegar el comunicado de que la hija de la reina y su esposo fueron asesinados 1 año después de que se fueran al otro universo con los demás.

Empezamos a caminar con mucha urgencia en cuanto Mónica se logró tranquilizar un poco más, llegamos a mi casa en cuestión de 10 minutos, ya estábamos en la puerta de casa, tocando el timbre, nada más salir mi padre a abrir entramos en casa.

—¿Esta Ángel en casa? —pregunte tan rápido, que, si no llega a ser porque mi madre niega con la cabeza, hubiese pensado que no me lograron escuchar.

—¿Por qué tanta urgencia por saber si tu hermano está en casa? —me miró fijamente mi padre, con algo de preocupación en sus ojos grises.

—Hace unas horas encontraron la policía el cuerpo sin vida de los Gómez —murmure con la cabeza agachada.

—¿Los encontraron a los 3? —la pregunta de mi madre, la hizo dudando, no sabe si está preparada para escuchar mi respuesta.

—No, solo a los padres de Lucas, Mónica y Ángela, a ella no la han encontrado todavía, lo más seguro es que este escondida por el miedo.

—Entonces será mejor que vayamos ya, pero, antes que nada, debo de hacer unas llamadas, por si la han visto.

Sin darnos tiempo ni siquiera de decirle que vale, ya se había ido de la casa, para que la llamada tuviera la mejor calidad posible.

Con el pasar de los minutos cada vez nos poníamos más nerviosos, me estaba empezando a arrancar los pellejos de los dedos de las manos, y cuando sentía que me daría algo por los nervios, mi padre vuelve a aparecer por la puerta.

—Ella está bien, lo único es que no para de repetir que su tío le debe de explicar cosas, que eso fue lo que le dijo su madre segundos antes de morir.

—Pero si su tío está muerto —susurre y todos me miraron.

—Si, Zoé tiene razón, nuestro tío está muerto, pero nuestros padres siempre nos dijeron que deberíamos de respetaros y quereros a vosotros dos, como si fuerais nuestros tíos.

—¿Entonces se refiere a ti, Izan?

—No lo sé cariño, tampoco sé que le debo de explicar, pero si hay que seguir con la tapadera, hare de su tío, la criare y cuando se necesite decir toda la verdad se la dire.

—¿Estás seguro cariño?

—No, pero sino, ella se quedará sola, y no lo podemos permitir, intentare venir cuando ella no esté en casa, para estar con vosotros.

Nos despedimos todos de él, y seguramente sea la última vez que le vayamos a ver en mucho tiempo. Y eso me aterra, porque en la Tierra nunca se sabe que puede pasar. Y mucho menos con Ángela, que, aunque yo la quiero mucho, bueno toda mi familia la quiere mucho, todos menos mi hermano, somos muy conscientes de que ella puede llegar a ser muy peligrosa, no solo para las demás personas, sino que para ella misma también.

 Y mucho menos con Ángela, que, aunque yo la quiero mucho, bueno toda mi familia la quiere mucho, todos menos mi hermano, somos muy conscientes de que ella puede llegar a ser muy peligrosa, no solo para las demás personas, sino que para ella misma...

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