Dichoso día que le dije a mi padre que sería buena idea mudarnos.Dichoso día que decidí que era mejor hacerme pasar por uno de los grises.No me podía estar callada. ¿Para qué? Si ya es mucho estar en silencio a sufrir a lo tonto.
Llevo horas metida en la comisaría, ya que se nos ocurrió, mejor dicho, se le ocurrió a Daniel ir a beber unos tragos ya que llevamos varios días entrenando sin parar y se me hace imposible entrenar más.
Cada vez se complica mucho más, y ya que no soy una de los grises, su entrenamiento diario me mata.
Pero, antes que nada, mejor os pongo más en contexto y retrocedemos hasta hace 4 días.
4 días antes de que acabaran en la comisaría.
Es imposible que me haya levantado a las 10 de la mañana.Dijo asombrado mi padre en cuanto me vio en la cocina.Solo lo ignoré y empecé a desayunar de mala hostia.
Yo sólo quiero dormir. Pero no, la niña tenía que hacerse pasar por una asesina y saber luchar para que no le descuarticen.
Al llegar las 12 del mediodía decido salir de mi hermosa cueva, es decir, mi hermoso y mugriento cuarto.Mi padre no comprende del porqué tengo que ser tan desordenada, lo que no sabe es que mi mente está igual o peor.
Varias cosas llevan a otra, y la razón por la que vinimos a este pueblo parece que me está volviendo a atacar.Mis pesadillas vuelven, y con el fin de ponerme agresiva. Espero que al menos estas clases de lucha me sirvan para tranquilizarme.
Salgo directa hasta el principio del bosque, donde hacía apenas unas horas habíamos dicho que sería nuestro punto de encuentro.
Al llegar con ellos me llevan por dentro del bosque, encontrándonos con una mansión.¿Qué pinta una mansión en medio de un bosque?
— Antes de que digas una sola pregunta, aquí es donde nos juntamos los grises, ya sea por ocio o por entrenar. — escucho la voz de Ángel y le miro fijamente.
— Si me ven entrenar tan mal se darán cuenta de que soy de otra "especie" — susurré poniendo los ojos en blanco.
— Los demás vienen por la tarde y por la noche. No te verán. — Esta vez habló Vanesa apoyando su mano en mi hombro.
— De acuerdo.
Entramos y me quedé muy asombrada, todo es muy moderno, y la verdad es que no me lo esperaba ya que parecen muy oscuros.Y aunque sean asesinos, son asesinos con estilo.
Al momento de empezar a entrenar, todo se complica ya que me cuesta mucho seguirles el ritmo.Por ahora solo correría, y me enseñarían llaves de lucha normales pero efectivas.
Después de muchos intentos logré tumbar a Vanesa.Era momento de ir contra Daniel.
— Vamos princesita, te toca contra mí. — me dio una leve sonrisa, pero, aunque era poco notable, dejaba a la imaginación cualquier cosa.
— Claro que no, fiera, primero luchará conmigo, si pudo con Vanesa que es más fuerte que tú, podrá contigo más rápido. — Ángel empezó a reírse como un loco.
— Eso es mentira reina, no le hagas caso.
— Mmmm bueno...
— Ángela, no tengo todo el tiempo, vamos a empezar y no voy a ser nada amable.
— Tampoco es que lo necesite.
Empezamos a luchar, yo fui la primera en acercarse y Ángel me dio una patada en la pierna haciendo que cayera.
— Nunca te acerques primero a tu contrincante, le dejas puntos débiles como este. — Dijo señalando la pierna a la que acababa de pegar la patada.
Seguidamente me levanto y le doy una patada en el estómago, haciendo que se desestabilice y se fuera unos pasos para detrás.Pero no me duró mucho mi pequeña victoria ya que se abalanzó a mí tirándome al suelo y él cayendo encima mía.Me le quedé mirando a los ojos y él me dio un leve apretón en la garganta.
— Por mucho que puedas confundir a tu contrincante por unos segundos, no significa que debas perder la guardia — susurró en mis labios y yo le di un beso y aproveche para darle una patada donde más le duele, rápidamente me levanto y me alejo de él.— Y, aun así, te logré confundir.
— Hermano, te dejó muy mal la Barbie eh.
— Dejamos aquí la práctica de hoy.
4 días después, antes de la comisaría.
Sonrió de lado al ver unos pajaritos en mi ventana.Me pongo mi ropa deportiva y salgo a correr.Llevo 4 mañanas saliendo a correr. Y aunque me cuesta, voy aguantando más.
Hoy el entrenamiento se haría en la tarde ya que no podían hacerlo por la mañana.Cosa que, aunque se me hizo rara, dejé pasar.
Horas después de salir a correr me encuentro yendo con Vanesa a la mansión.Daniel y Ángel están ya ahí preparando las cosas.
El entrenamiento fue normal, hasta que uno de los grises apareció y nos retó a luchar contra él nosotros cuatro.
Cosa que Ángel aceptó para no perder su orgullo.Íbamos perdiendo hasta que yo caí. Uno de los mayores de ellos, el mismo señor el cual vimos hace unas noches, se me colocó encima y me susurró que soy muy follable.Asqueada por aquello le doy una patada en sus partes bajas y le intento quitar de encima.Cuando Ángel se da cuenta de lo que sucede se interpone entre nosotros y le empieza a pegar una paliza.
El señor no se queda quieto, y cansado de los golpes que recibe, le da un puñetazo muy fuerte en el ojo derecho.
Minutos después nos vamos fuera de la mansión y vamos a mi casa.Empezamos a beber sin control alguno, yo quería olvidar aquella asquerosidad, ellos parecían que me querían acompañar.A las horas, ya íbamos tan borrachos que no sé cómo salimos de la casa, cogemos un coche de cualquier persona y empezamos a conducir.Claro, que conduzcan unos borrachos no es nada bueno y nos acabamos estampando contra un coche.Llamaron a la policía y nos llevaron directos a la comisaría.
En la comisaría.
Al ser todos menores tuvieron que avisar a nuestros padres, cosa que me empezó a asustar.Nos deberíamos de quedar en los "calabozos" hasta la mañana siguiente.
A pesar de ir borrachos, era muy consciente de todo.Me puse en el lado de Ángel y apoyé mi cabeza en su hombro, él me dio una leve sonrisa, y una cosa llevó a otra, nos acabamos besando.
Me gustaría decir que eso me gustó, y por una parte sí, pero un policía nos dijo que nos alejáramos, que ya tenían suficiente con tener a cuatro menores borrachos encerrados.
Solo pudimos asentir y con las mismas nos dormimos.
Por la mañana.
Ojalá pudiera decir que me desperté feliz, pero no fue así, no teniendo suficiente con el dolor de cabeza apareció mi padre gritando como un loco.
— ¿Cómo se te ocurre beber después de lo que te ocurrió en Los Ángeles? Dios, Ángela, estás mal de la cabeza. ¿Se te olvidó tu puto pasado en cuanto nos mudamos o que?
No quise contestarle, me levanté y nos fuimos a casa, y con esas me fui a dormir.
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Ojos Grises
Mystery / ThrillerAngela se ve obligada a mudarse, empezando de nuevo en un lugar dónde nada es lo que parece. Pero ¿Quién se está metiendo en la boca del lobo? ¿Ella o el chico del misterioso pueblo que ahora forma parte de su vida? Iniciada el 08-11-21