«Un delicado y tierno adolescente se encontraba en una de las tantas y aburridas fiestas a las que su padre le obligaba a ir. Su abdomen dolía, los golpes de acetres días seguían dándole molestias, pero se mantuvo erguido y con la frente en alto sabiendo que su progenitor lo observaba atentamente.
El, en ese entonces, pelinegro observó a su padre marcharse hacia otro lado del salón para conversar con otras personas, aprovechó dicha distracción para escaparse al jardín, el aire frío lo recibió, moviendo sus cabellos con fuerza. TaeYong se permitió doblarse un poco para calmar las molestias.
—¿Te encuentras bien? — Una suave y calmada voz lo sorprendió. — Hola, ¿estás bien?
—H-Hola, sí, estoy bien. — Respondió con timidez, casi no interactuaba con las personas ya que su padre no lo deja salir.
—¿Seguro? Pareciera que tienes dolor de estómago, ¿la comida también te cayó mal?
—E-Eh sí, sí fue la comida, ¿a ti te hizo daño?
—Sí, terriblemente. Mis padres me dijeron que saliera a tomar aire fresco, pero ahora solo siento todo mi cuerpo congelado. — Hizo un puchero raro, logrando que TaeYong soltara una risa suave.
—Ya veo.
—Soy Kim JungWoo, lamento no haberme presentado antes.
—M-Me llamo Lee TaeYong.
—Es un lindo nombre, asumo que eres hijo de Lee SunMi.
—Sí, lo soy. ¿Quiénes son tus padres?
—Kim HyunA y Kim HyunJoong. ¿Cuántos años tienes, TaeYong?
—Tengo 13 años.
—Eso es genial, yo acabo de cumplir 11 el mes pasado. ¿Podemos ser amigos?
—Ahm, yo- —Un fuerte grito los interrumpió.
—¡TaeYong, te dije que te quedaras dentro!
—L-Lo siento, padre. Ya voy. —El pelinegro se puso de pie y se apresuró a llegar con su progenitor.
JungWoo por su parte observaba desde su lugar sin entender la situación, pero queriendo ser amigo de aquel delgado chico.
—Woo, cariño, es hora de irnos. —La dulce voz de su madre lo sacó de sus pensamientos, tomó la mano de HyunA y le sonrió a su padre antes de hablar.
—Mamá, papá, ¿podemos ser amigos de la familia Lee?
—¿Por qué la pregunta, cielo? —Habló sorprendida la mayor.
—Es que quiero ser amigo de Lee TaeYong, es casi de mi edad.
—De acuerdo, veré su puedo hablar con sus padres. —Respondió HyunJoong mientras tomaba la otra mano de su tierno hijo.
Y tras varios días, la familia Kim se reunió con los Lee, permitiendo que los pequeños se volvieran a encontrar, al inicio TaeYong estaba reacio a formar una amistad con aquel chico de ojos similares a los de un tierno cachorro, pero tras varias visitas se volvieron amigos. Fue tras dos años de amistad que TaeYong decidió contarle cómo era su vida realmente, el abrazo que el menor le dio quedó grabado en su ser, puesto que era la primera vez que alguien que no fuera su madre lo abrazaba de manera real y cálida.»
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Por su parte, a varios kilómetros de donde TaeYong esperaba, Yuta se mantenía inquieto, esperando por JaeBeom en el lugar acordado. Johnny solo lo miraba desde lejos, con un cigarro en mano. JaeHyun, por su parte, se encontraba observando la zona ya conocida y recordando cuando aún trabajaba bajo el nombre de YoonOh.
—Hey, Nakamoto, lamento la demora. Aquí están los papeles que pediste, al menos os que ya pude conseguir, me faltaría el pasaporte que solicitaste, tuve un pequeño inconveniente con mi socio y eso atrasó la entrega.
—No hay problema, gracias, Beom. Aquí está el resto del dinero. —El japonés sacó un fajo de billetes y se lo extendió al contrario con sutileza.
—Gracias, ¿necesitas algo más?
—Sí, de hecho, sí. ¿Conoces a alguien que pueda ayudarnos a acelerar la falsificación de una escena de accidente automovilístico?
—Conozco a alguien, son de China y tienen varias conexiones, les daré tu contacto.
—Gracias, Beom. Te debo una.
—No te preocupes, luego la cobraré.
—¿Por qué lo dices? ¿Aún tienes problemas con él?
—Sí, son problemas menores, pero sé que en un descuido puede empeorar la situación.
—Tranquilo, si eso llega a pasar solo márcame y te ayudaré.
—Gracias, Na. Te veré luego, tengo cosas que hacer.
—Hasta luego, Beom.
El pelirrojo volvió al auto con los demás y sacó los documentos del sobre, miró con detenimiento y letra por letra para asegurarse de que fueran más reales que los originales.
—¿Todo está en orden?
—Sí, todo está aquí.
—¿Le preguntaste si tenía alguien que nos ayudara? —Preguntó esta vez el menor de los tres.
—Sí, les pasará mi contacto, espero que no se demoren mucho en llamarme, mientras tanto, Johnny, llévame a la empresa Lee.
—¿Estás seguro? ¿Qué es lo que planeas, ¿eh? —Cuestionó el más alto mientras encendía el auto.
—Solo debo ocuparme de unos asuntos, estaré bien, traigo el casco para cubrirme y que no puedan saber que fui yo.
—¿Saber que fuiste tú? ¿Qué mierdas piensas hacer? — Johnny volvió a preguntar, pero esta vez con algo de diversión en el rostro.
—No te lo diré, tendrás que adivinar. A menos que quieras acompañarme. —Yuta sonrió con malicia.
—Viejo, eso no se pregunta, me apunto. Lo que sea que le vayas a hacer a ese hijo de perra se lo merece.
—No estoy entendiendo, ¿me pueden explicar qué es lo que vamos a hacer? —La voz suave de JaeHyun se escuchó.
—Te resumo las cosas, el señor Lee es el padre abusivo de TaeYong, así como lo viste ayer es como ese viejo lo echó de su casa temporalmente por unos rumores del supuesto prometido de mi Tae.
—¿Prometido? ¿Quién es?
—Un tal Kim JongIn, también es una basura, tiene varias denuncias por maltrato y una por intento de homicidio, pero ya sabes, familia adinerada que compra el silencio de los medios.
—Ya veo.
—Ya casi llegamos, ¿quieres ir directamente a la empresa o lo interceptamos en una de sus tantas salidas a bares?
—Estaciona cerca para verlo salir y saber qué hace. De ahí, si vemos que se dirige a uno de esos bares podremos llevárnoslo más fácilmente.
—¿Esto lo hacen muy seguido? — Preguntó el azabache mientras se recostaba en los asientos traseros.
—A veces, realmente el observar a los ricachones no lo hacemos nosotros, mandamos a Yukhei o a DeJun, pero esta vez es un caso diferente. La empresa Lee siempre llamó nuestra atención, pero no esperaba involucrarme con el único hijo de dicha empresa, ahora el asunto se volvió personal y me encargo de la investigación yo mismo. Horarios, citas importantes, ingresos, etc.
—¿Y TaeYong lo sabe?
—No, no me gustaría que él se involucrara tanto en lo que hago, puede afectarlo en el sentido de ser un blanco fácil.
—Ya veo.
—Miren, ahí va. —Johnny se acomodó mejor para ver.
Los tres observaban con atención cómo el gran CEO subía a su lujoso auto y éste comenzaba a alejarse en dirección contraria a su casa. Yuta sonrió con malicia, todo le favorecía ahora mismo.
—Síguelo, John. Va al bar del sur, su chofer lo deja y vuelve dentro de unas horas, tiempo suficiente para lo que quiero.
