✗️Criminal✗️『️YuTae』️

He lies

El ruido de la puerta siendo abierta con fuerza, hizo que TaeYong brincara en su lugar, cosa que a Yuta le hubiera parecido divertido de no ser porque le acaban de arruinar su noche con el atractivo rubio sobre sus piernas. Gruñó sin apartar sus manos de TaeYong, haciéndolo sonrojar y ocultar su rostro en el cuello del japonés.

—Jefe, tenemos un problema.—Se trataba de un chico alto y de gran porte, Johnny. 

—¿Qué pasa, John? Estaba ocupado.

—Es sobre lo que había planeado mañana. Ya sabes. 

Yuta gruñó molesto y asintió hacia su amigo. Éste entendió y salió de la habitación. 

—Nene...

—Lo sé, lo sé, supongo que debes irte. 

—Sí, ¿estás todavía muy ebrio?

—No del todo, debería encontrar a mi amigo. Vine con él en su auto. 

—¿Quién es?

—Tranquilo, puedo hallarlo solo. Será mejor que te vayas, ese chico parecía muy preocupado. 

—Está bien.—El japonés retiró las manos del cuerpo del contrario y TaeYong se puso de pie; justo cuando Yuta abría la puerta, TaeYong volvió a hablar.

—Soy TaeYong, Lee TaeYong. Espero volver a verte, NaYu.—Dijo en tono coqueto. 

Yuta sonrió una vez más y se acercó rápido a besar los labios del contrario una última vez en la noche. 

TaeYong tardó un poco más en irse, puesto que seguía algo mareado y sin poder asimilar lo que acababa de pasar. ¿Estuvo a punto de...? Sacudió la cabeza y salió de la habitación, caminó hasta la entrada del bar y encontró a JungWoo hablando con un tranquilo y sonriente Yukhei. 

—¡Tae, aquí estás! Es hora de irnos. 

—Claro, Woo.

JungWoo se quedó viendo el cuello de TaeYong antes de abrir en demasía sus ojos. Se despidió rápidamente de Lucas y tomó a su mejor amigo del brazo para llevárselo al auto. Suerte que el menor estaba más sobrio. Condujo hasta su propia casa y entraron en silencio para no despertar a sus padres. Entraron a la habitación de JungWoo y se sentaron en la cama tras prender la lámpara que el menor usaba para leer. 

—Lee TaeYong, ¿qué hiciste mientras yo me fui? 

—¿De qué hablas? Solo bailé.

—A mí no me engañas. Tienes un chupetón en el cuello, no, corrijo, tienes dos chupetones en el cuello. ¿Qué pasó?— TaeYong se tapó el cuello y se sonrojó por la vergüenza. 

—N-Nada del otro mundo, Woo. Solo fueron algunos besos, no llegamos a más. 

—Mmh, ¿cómo era? 

—¿Q-Qué?

—La bebida.—Se burló el menor.—Pues el otro, Tae. Te debió atraer mucho para que decidieras dejarte hacer un chupetón. Más sabiendo que ahora estás comprometido y si tu padre se entera que ves a alguien más, no te irá nada bien. 

—Dudo mucho que papá vaya a hacerme algo a estas alturas. Le esto arreglando problemas en su empresa por estar con Kim JongIn. 

—Aún así. Sé que ya no te ha vuelto a golpear desde que eras más chico y tu madre lo amenazó, pero...—JungWoo soltó un suspiro.—Solo ten cuidado, ¿sí? 

—Lo tendré, Woo. No te preocupes. Papá ya no me ha vuelto a levantar la mano porque he cumplido cada una de sus peticiones. Sí, puede que me castigue, pero no más.