Mama please don't cry

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El molesto sonido de un celular despertó a ambos chicos. TaeYong fue el primero en abrir los ojos e incorporarse, con su mano talló sus ojos, la oscuridad aún reinaba en la habitación. Parpadeó varias veces, miró la pantalla del celular del mayor brillando en la mesita a un lado. El pelirrojo mantenía una mano sobre la cintura de TaeYong y su otro brazo completamente estirado sobre la almohada donde antes estaba su cabeza. Su ceño estaba medio fruncido.

El rubio puso un mano sobre el pecho contrario, moviéndola para hacer que despertara Yuta.

—Yu, te están llamando.

—Mmmh.

—Yuta, alguien te está llamando, debe ser importante.

—Voy.—Contestó el pelirrojo con voz ronca por apenas despertar.

Quitó la mano de la cintura del menor y la estiró para alcanzar su celular.

—Hablen.

El japonés tenía sus ojos cerrados aún, pero eso no fue impedimento para que jalara a TaeYong hasta su pecho de nuevo. TaeYong sonrió levemente, escuchando el corazón del mayor palpitar con fuerza.

—¿Qué?—Yuta abrió los ojos rápidamente e intentó incorporarse. TaeYong lo comprendió y se separó del japonés.— Mierda... Voy para allá, mantenlo entretenido en lo que llego.

Yuta colgó y se puso de pie, TaeYong lo vio colocarse su chaqueta y arreglar su cabello con algo de prisa.

—Tengo que irme, nene, surgió algo y debo ir a arreglarlo. ¿Ya estás mejor?

—Sí, no te preocupes, ya estoy bien.—El rubio le sonrió y acomodó un mechón rojo rebelde del cabello del mayor.

—Vendré a verte cuando me desocupe. Te veo luego, nene.

—Adiós, Yu.

Yuta besó sus labios fugazmente antes de salir de la habitación, TaeYong se recostó de nuevo, abrazándose a la almohada en la que había reposado la cabeza de Yuta, inhalando lo que quedaba de su colonia. Sonrió una vez más antes de ponerse de pie y arreglar las cosas que estaban tiradas tras la situación con JongIn.

Recogió su celular del suelo y lo encendió, muchas notificaciones le llegaron, todas provenientes de JungWoo. Se maldijo por haber olvidado avisarle que todo estaba bien. Miró la hora, eran las cuatro de la madrugada, escribió un mensaje rápido a su mejor amigo antes de aventar el celular a alguna parte de su habitación. Decidió que un baño le haría bien, se sentía cansado aún, pero no quería ir a dormir.

Llenó la tina con el agua en una buena temperatura, desvistió y entró. Sintió sus músculos relajarse ante la temperatura, cerró los ojos y se quedó así unos minutos. Sin poder evitarlo cayó dormido.

Despertó una hora más tarde, el agua estaba más fría y unos golpecitos se escuchaban en la puerta de su habitación. Se apresuró a salir del agua, se puso una bata y una toalla en la cabeza antes de salir del baño.

—¡TaeYong! Joder, no vuelvas a hacer algo como eso, idiota. ¿Sabes cómo estuve todo el día de ayer? Ni un solo mensaje tuyo, tu celular apagado. Fui al bar pero me dijeron que ya no estabas ahí, vine a tu casa pero tampoco estabas. Estuve a punto de levantar una puta denuncia.

—Lo siento mucho, Woo, pero estoy bien. Bueno... Algo así.

—¿Cómo que algo así? ¿Ese tal Nakamoto te hizo algo? ¿Llamo a la policía?

—No, no, Yuta no me hizo nada. Hablamos y eso ayer. Me explicó las cosas, él no buscaba hacerme daño, no busca hacerlo. Sí sabe quién soy y todo eso, pero no se acercó a mí con esas intenciones.

—¿Entonces?

—Primero deja que me vista, Woo. Viniste muy temprano.

—Era obvio, no había tenido noticias de ti hasta apenas una hora. Me desperté y vine. Sigo en pijama. Préstame ropa.

—Claro, claro, agarra la que quieras.

Ambos chicos se cambiaron por algo más cómodo y se sentaron en la cama del rubio.

—Habla.

—Bueno, no te avisé nada porque después de estar con Yuta en el bar me llevó a dar una vuelta por la ciudad, se nos fue el tiempo. Me trajo a mi casa porque hacía mucho frío, todo hubiera terminado bien si el auto de JongIn no hubiera estado fuera de mi la casa.

—¿JongIn vino?

—Sí. Mi padre le dijo que viniera porque yo le debía una disculpa, tuve que hacerlo o él iría de soplón con mi padre. Pero las cosas se complicaron cuando dijo que una disculpa no era suficiente.—TaeYong hizo una mueca con sus labios, denotando su incomodidad y asco.

—¿Qué te hizo?

—Intentó tocarme, él quería que me acostara con él, pero yo no quería, corrí de la sala principal, me oculté aquí, pero él tiene más fuerza que yo, abrió la puerta y me tiró en el proceso. Ya no podía correr a ningún lado.

—¿Qué más pasó, Tae?

—Estuvo a nada de hacerlo, me golpeó y lastimó mi brazo. Pero Yuta apareció, él me había dicho que entraría si no le llamaba en quince minutos. Me quitó a JongIn de encima. Se quedó conmigo hasta que estuve más tranquilo, no tiene mucho que se fue. Le llamaron por algo y se marchó hace una hora, más o menos.

—Por los dioses, TaeYong, ¿sabes que puedes denunciar a JongIn por intento de violación?

—JungWoo a veces eres muy iluso. Sabes que mi padre lo taparía como lo ha hecho otras veces, nadie me tomaría en serio.

—Tae...—Murmuró por lo bajo el menor, con una mueca de tristeza.

—Woo, no me mires así. Me dan ganas de llorar cuando haces eso.

—Ven aquí.

JungWoo recibió el cuerpo delgado de su mejor amigo entre sus brazos, sintiendo los pequeños sollozos. Desde que eran adolescentes era consciente de la situación tan difícil en la que estaba el rubio, siempre había querido meter a su amigo en una bolita de cristal donde nadie le dañara, donde pudiera vivir con tranquilidad y muy lejos de su padre. No era la primera vez en que le tocaba escuchar los sollozos de TaeYong, aunque sí eran reducidas las veces en que lloraba. Porque a pesar de las cosas, el mayor evitaba lo más posible el soltar una lágrima.

Wenas, espero que tengan un buen día, as amo mucho, tomen agüita y cuídense, bye bye~

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Wenas, espero que tengan un buen día, as amo mucho, tomen agüita y cuídense, bye bye~

✗️Criminal✗️『️YuTae』️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora