Okeeey, a partir de aquí les aviso, habrá smut. Si no les gusta este tipo de lectura, pueden saltarlo hasta el siguiente capítulo. No es taaan necesario leerlo, repito, si no les gusta, solo sáltenlo hasta el siguiente capítulo. Chau.
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—¿Ya sabes quién soy?
TaeYong tembló por la cercanía, aún podía recordar la sensación de los labios del pelirrojo sobre los suyos.
—¿Debería?
—Realmente, no. No me interesa si sabes quién soy o no.
Yuta fue quien juntó sus labios, siendo algo brusco, pero eso no le importó a TaeYong, quien se apresuró a seguirle el ritmo, ambos con ojos cerrados dejando que sus labios se reconocieran. TaeYong entreabrió su boca para soltar un suspiro cuando Yuta metió su mano debajo de su playera. El pelirrojo aprovechó para poder introducir su lengua, intensificando el beso. Tomó los cabellos rubios del contrario con su mano para ladear su cabeza.
TaeYong soltó un quejido bajo, pero no se apartó. Yuta lo soltó para poder tomarlo de la cintura y sentarlo encima suyo. Sus labios se dirigieron al cuello del rubio, donde volvió a besar en la misma marca. Disfrutando el dulce aroma del cuello del contrario. TaeYong, enredando sus dedos en el cabello largo y pelirrojo del contrario, dejó salir un gemido bajo. Le gustaba cada sensación que le provocaba Yuta.
—Por favor.—Susurró.
—¿Por favor qué? ¿Qué es lo que quieres, nene?
—Quiero más. Por favor.
Una punzada en la entrepierna de Yuta fue suficiente para desabrochar la camisa de TaeYong tras lanzar lejos el saco que usaba.
—Cómo digas.
Yuta descendió sus besos al pecho del contrario, escuchando los jadeos de TaeYong con cada caricia. Envolvió uno de los botones rosados con su boca, lamiendo y mordiendo un poco, consiguiendo un gemido bajo del rubio. Jugó un poco más con cada uno antes de volver a subir a su cuello. TaeYong se derretía entre las manos traviesas del pelirrojo. Se movió de adelante a atrás, ocasionando un gruñido de Yuta por el roce.
El japonés no soportó más y se levantó con TaeYong para dirigirlos a la cama de la habitación. Depositó con algo de prisa el cuerpo del coreano, el cual se quitó la camisa por sí mismo, lanzando sus brazos para rodear el cuello del pelirrojo y unir sus labios nuevamente. Yuta se quitó su camisa, correspondiendo el beso. Sus manos se dirigieron a la cremallera del más bajo, desabrochándolo y comenzando a retirarlo. Las manos frías de TaeYong comenzaron a viajar por el torso del japonés con libertad.
Yuta se separó del beso para poder enderezarse y apreciar el cuerpo del contrario, TaeYong era todo un deleite, sus ojos brillaban por la lujuria, mordiendo su labio inferior y su pecho subiendo y bajando por la respiración agitada.
—Eres jodidamente hermoso.—Soltó antes de pasar su mano por encima de la entrepierna de TaeYong, que seguía cubierta por la tela de su bóxer. El rubio tapó su boca para no dejar salir los gemidos tras las caricias. Yuta frunció el ceño y con su mano libre apartó la de TaeYong de su boca.—Déjame escucharte.
El japonés quitó la última prenda que tenía TaeYong y tocó donde antes sin detenerse, gozando de los gemidos que poco a poco escapaban de la boca del contrario. Aumentó el ritmo que su mano llevaba en el miembro del rubio, causando que éste se removiera, su erección era muy notoria. TaeYong se enderezó un poco para poder alcanzar los pantalones del pelirrojo, empezando a desabrocharlos para retirarlos de una buena vez.
Yuta lo miraba directamente a los ojos, ayudándole con su tarea. Jaló al más alto de los hombros hasta que estuvo entre sus piernas, con sus manos a cada lado de la cabeza de TaeYong para no dejar que todo su peso cayera sobre él. Se besaron una vez más, Yuta hizo un movimiento, simulando una embestida, TaeYong gimió en medio del beso. Yuta se separó de forma abrupta y puso tres de sus dedos dentro de la boca de TaeYong, quien comenzó a lamerlos sabiendo lo que vendría.
—Yuta.—Habló el pelirrojo mientras alejaba su mano de los labios de TaeYong, éste lo vio con confusión.—Mi nombre es Yuta, quiero que lo recuerdes.
Cuando el rubio iba a decir algo, el japonés lo silenció al ingresar uno de sus dígitos en TaeYong, un fuerte gemido salió en su lugar. Lubricó la entrada del menor poco a poco, teniendo cuidado de no lastimarlo. El coreano sentía una leve incomodidad al inicio, pero solo fue cuestión de tiempo para acostumbrarse a la intrusión. Yuta, sintiendo que era suficiente, sacó sus dedos y tomó uno de los condones para ponérselo. Se inclinó una vez más sobre TaeYong hasta quedar a milímetros de sus labios, jugueteando un poco antes de decir:
—No quiero que te arrepientas de esto luego, ¿estás completamente seguro de querer hacerlo?
—Sí.—Habló con voz ronca.—Por favor, Yuta.
Esas simples palabras fueron suficientes para que Yuta alienara su miembro con la entrada del rubio empezara a entrar poco a poco. TaeYong hizo una mueca y soltó algunas lágrimas por el placer. Yuta lo besó y dirigió su mano derecha para distraer a TaeYong al frotar su miembro que pedía atención. Obteniendo que el rubio arqueara su espalda. Yuta se quedó quieto, mirando a TaeYong a espera que le dijera que comenzara a moverse.
—M-Más...—Pidió el coreano en un susurro después de unos segundos.
—Como ordenes, nene.
Y con eso, el pelirrojo comenzó un vaivén lento, que aceleraba cada vez más, tocando aquel punto que provocó que TaeYong gimiera alto, sin ataduras. Estocada tras estocada, sin dejar de mover su mano sobre el miembro del contrario. TaeYong sintió su vientre hormiguear.
—Ah... Yuta voy a...—Vocalizó a penas, sintiendo al contrario aumentar sus embestidas.
—Hazlo, TaeYong. Córrete para mí.
—Yuta.—Gimió el rubio antes de librarse, manchando ambos torsos. Tras escuchar a TaeYong decir su nombre en mitad de su orgasmo, se dejó venir dentro del condón.
El japonés salió poco a poco de TaeYong y se recostó a un lado del cansado rubio. Ambos intentando recuperar el aliento. Yuta acercó su mano al rostro contrario y apartó algunos mechones que se pegaban en el cansado rostro del coreano. Tomó el mentón de TaeYong con sus dedos y lo besó, esta vez, siendo un beso más dulce. El rubio rodeó el cuello contrario con su mano, bajándola hasta el pecho de Yuta. Finalmente, aquella escena vainilla quedó en ellos dos abrazados, cerrando sus párpados por el cansancio.
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Bueeeno, si llegaste a leer esta nota, significa que leíste lo anterior. Quiero agradecerle a una amiga (que decidió quedar de manera anónima) por haberme ayudado y hecho la mayor parte de este capítulo. Muchas gracias, bb.
Sin más que decir, me despido, las amooooo y bye bye~
