And even I know this ain't smart

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Yuta se quedó callado ante la pregunta del rubio frente a él. TaeYong lo veía fijamente, un deje de decepción surcó su mirada, provocando en el pelirrojo algo de vergüenza.

—¿Y bien? ¿No vas a responderme?—Volvió a hablar el menor.

—¿Qué es lo que esperas? Es más que obvia la respuesta.

—No lo sé, sinceramente, supongo que esperaba alguna excusa estúpida.

—No soy así.

—No, claro que no, eres un jodido criminal con el que acosté. ¿Eso era parte de tu jugada? Felicidades, ¿qué más buscas de mí?

—No busco nada.

—A otro perro con ese hueso. ¿En serio piensas que te creeré? Podré tener cara de estúpido, pero te aseguro que no lo soy.

—No, no malinterpretes lo que sucedió.—Yuta se frotó la cabeza con cansancio.

—Entonces qué, Yuta, ¿qué es lo que quieres? ¿Dinero? ¿La empresa de mi padre? ¿Era necesario jugar con el niñito rico?

—Lo estás malinterpretando, TaeYong.

—¡Entonces dame una maldita explicación en vez de quedarte callado!—El rubio gritó, Yuta notó como sus manos estaban hechas puños. El menor cerraba sus ojos con fuerza, su ceño fruncido por completo.

—No te la puedo dar, esa es la verdad. Pero te aseguro que no jugué contigo para lastimarte, no planeaba ni siquiera conocerte.

—No quiero que me mientas.

—No te estoy mintiendo.

TaeYong lo miró de nuevo, sus ojos estaban cristalizados, provocando una molestia en el pecho del contrario. El japonés pasó saliva con fuerza, su garganta dolía.

—¿Por qué te acostaste conmigo? ¿Por qué me causaste que no pudiera alejarte? ¿Por qué es que actuaste tan interesado?—La voz del rubio era más baja y lastimera.

—Porque quise. No hay segundas intenciones, no busco nada de ti. Solo te quedaste en mi mente, pensé que después de haberme acostado contigo esa extraña atracción que siento hacia ti se iría. ¿Pero sabes qué sucedió? Nada, sigo sintiendo la necesidad de verte, quiero probar de nuevo tus labios. TaeYong, me estoy volviendo loco.

—Ya no me mientas, deja de jugar conmigo, Yuta.—TaeYong se tapó el rostro con las manos para que el pelirrojo no pudiera ver como sus lágrimas bajaban por sus mejillas.

—No te miento, me asusta la manera en que me atraes, no te conozco ni tú a mí. Pero quiero hacerlo. Sé que soy malo para ti, sé que debería alejarme, pero simplemente no puedo. Es estúpido el que me esté sintiendo así con tan poco tiempo de conocerte. Lee TaeYong, estás acabando conmigo demasiado rápido.

—Ya basta.—Su voz amortiguada se escuchaba rota, delatando su llanto.

—TaeYong, mírame.

El rubio negó.

—Mírame, TaeYong, por favor, mírame.

El mencionado quitó sus manos de su rostro, alzándolo poco a poco, notando que Yuta estaba a unos centímetros de él, observándolo fijamente.

—¿Soy el único que se siente de esa forma? TaeYong, de verdad quiero que te quedes. A pesar de lo que dicen de mí, no soy tan malo como crees. Crecí en este mundo, es lo único que sé hacer. No deberías llorar por alguien como yo.

—Yuta...

—Mírame a los ojos y dime que me aleje si es lo que deseas, te haré caso, no te volveré a buscar, no te volveré a molestar, habré desaparecido del mapa. Pero solo si me lo dices.

✗️Criminal✗️『️YuTae』️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora