Cuando el reloj marcó las diez y media, TaeYong se cambió la ropa por su pijama y se acomodó debajo de las colchas, cerró los ojos para que su padre creyera que ya estaba dormido. Logró escuchar como su puerta se abría y minutos después era cerrada con tranquilidad. Esperó diez minutos más antes de abrir los ojos de nuevo y asomarse por la ventana para asegurarse de que el auto de sus padres ya no estaba.
Dejó encendida la luz de su escritorio y abrió por completo la ventana tras avisarle a Yuta que sus padres se habían ido. Se sentó sobre su cama y esperó con su celular en mano. Se mordió el labio con nerviosismo al no recibir más que un visto a su mensaje.
Pasados veinte minutos estaba dispuesto a llamar a Yuta para saber si estaba bien, pero un ruido cerca de la ventana lo hizo detenerse, se quedó completamente quieto y esperó, rezando para que no se tratara de un ladrón.
—¡Agh, por los dioses! Nene, deberían arreglar el marco de la ventana de abajo, tiene muchas astillas.
—¡Yuta!
TaeYong se puso de pie cuando vio el cuerpo del japonés entrar por la ventana, no tardó mucho en rodear el cuello del pelirrojo con sus brazos y llenarse de la colonia de Yuta.
—Hola de nuevo, nene. ¿Qué quieres hacer hoy?—Habló el mayor cerca de su oído, apretando más a TaeYong contra su cuerpo.
—Solo quiero estar contigo, la plática que escuché hoy no fue agradable.
—¿Qué sucedió?
—Mi padre trajo a los padres de JongIn para hablar de ese estúpido compromiso, están organizando todo, incluso hablaron sobre los futuros herederos. Además, noté que no soy más que un solo adorno para todos ellos, menos mi madre, claro.
—¿Por qué lo dices?—Yuta comenzó a acariciar el cabello rubio de TaeYong.
—Dejando de lado que mi padre lo remarca siempre, los padres de JongIn tampoco me ven como alguien que esté a su nivel, su madre dijo que JongIn era el más capacitado para atender ambas empresas y ni siquiera sabe decir bien mi nombre, me llamó TaeYang. Y tampoco me refiero a que yo quiera manejar la empresa de mi padre, es solo que me hacen sentir inferior, yo sé cómo llevar esa empresa, estudié solo para eso. Ellos ni siquiera me conocen, ¿por qué asumen que no podría hacerlo?
—Las personas como ellos piensan que todos son inferiores, ellos se guían por las apariencias y el dinero, JongIn es el niño consentido de esa familia, para ellos solo su hijo está a su mismo nivel. No los escuches, nene, tú eres capaz de liderar una empresa, eres capaz de hacer lo que tú quieras. Tú lo sabes, eres mejor que todos ellos porque tú sigues teniendo un buen corazón. No eres solamente una cara bonita
—Yu...
—Ya verás, nos iremos de aquí en un parpadeo, solo debo organizar unas cosas más para que tu padre no los encuentre, solo dame algo de tiempo.
—Tranquilo, aún quedan dos meses y pico, gracias por ayudarnos. En serio gracias.
—No hay de qué, nene, yo solo busco que tú estés bien.
Yuta alejó un poco el cuerpo del menor para poder mirarlo a los ojos, subió su mano derecha a la mejilla del coreano y la acarició con su pulgar, TaeYong cerró sus ojos, recargándose más en la mano del japonés.
—Eres tan hermoso.
Notó como las mejillas del contrario se ruborizaban y una sonrisa tímida se dibujaba poco a poco. Se acercó los pocos centímetros que separaban sus rostros y posó sus labios sobre los de TaeYong, moviéndolos suavemente, queriendo demostrarle con acciones todo el cariño que no podía poner en palabras.
TaeYong sintió la lengua de Yuta pidiendo permiso para poder adentrarse a su boca, acariciando la propia con delicadeza, sintió como se estremecía por las sensaciones que Yuta ocasionaba en él.
Se separaron por la falta de aire, Yuta dirigió a TaeYong hasta la cama y ambos se recostaron, abrazándose casi de inmediato. Ambos dándose mimos y sonriéndose, se encerraron en su burbuja como siempre hacían; Yuta sintiéndose cálido y TaeYong sintiéndose a salvo. La poca luz de la habitación hacía que la situación se sintiese más íntima.
—Yuta.
—¿Sí?
—Te quiero mucho. Jamás me imaginé estando con alguien en esta situación, me haces muy feliz, contigo puedo olvidar todo lo demás. Me siento seguro.
—Yo también te quiero, Tae. ¿Sabes? Yo no le creía a Johnny cuando decía que una persona podía volverse tu centro entero, pero ahora veo que sí. Te protegeré con mi vida, de ser necesario.
TaeYong se acercó al rostro del pelirrojo y frotó ambas narices en un beso esquimal. A pesar de no conocerse hace mucho tiempo, ambos se sentían tan cómodos estando juntos, se sentía correcto. La gente podría criticar lo rápido que su relación avanzó, pero realmente no hay tiempo en los sentimientos, no hay un orden correcto para poder amarse libremente. Y TaeYong podía entenderlo ahora, con Yuta siempre se sentiría correcto amar.
Yuta no solo comprendía lo insignificante que era el tiempo en esa relación, sino que ahora podía entender por qué la gente hacía lo que hacía tras el escudo del amor. El japonés pensaba que todo eso eran puras excusas para justificar acciones contraproducentes, creía firmemente que una persona no podía volverse el centro de otra, cuando vio a Johnny actuar diferente a como era antes por la llegada de Ten a su vida, él solo se burlaba.
Sin embargo, ahora lo entendía, Johnny no cambió, simplemente pudo dejar salir su amor con total libertad cuando encontró a la persona correcta. Y ahora, cuando el pelirrojo se veía al espejo, no veía su rostro serio y frío de antes, notaba que su sonrisa estaba más presente de lo que nunca estuvo, ya no estaba esa sensación de vacío en su corazón.
Porque ahora ambos podían sentir todo lo que el amor traía consigo, felicidad, emoción, extrañar a esa persona cuando estaba lejos.
Ahora Yuta y TaeYong amaban sin ataduras porque se sentían seguros juntos.
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Aaaaaaaa aún estoy a tiempo, actualización por el cumple de TaeYong :))
