✗️Criminal✗️『️YuTae』️

'Cause he's a bad boy with a tainted heart

Los rayos del sol mañanero asomándose por la ventana, ocasionaron que TaeYong abriera poco a poco sus ojos, sintiéndose desorientado al inicio, intentó incorporarse, pero una mano en su cintura lo detenía. Miró al dueño de ésta misma dormir plácidamente, sus mechones rojos esparcidos por la almohada, TaeYong sonrió por inercia, se permitió volver a ese cálido agarre, mirando de cerca el rostro de Yuta. 

Podía notar sus rasgos extranjeros estando tan cerca de él. Alzó una de sus manos para poder acomodar un mechón que cruzaba por el ojo del contrario, notó su ceño fruncirse levemente antes de volver a mantener una expresión calmada. Los minutos pasaban, el silencio era interrumpido solo por las respiraciones tranquilas de ambos chicos en la habitación. 

Cuando TaeYong cerraba de nuevo sus ojos para dormir más tiempo entre los brazos de su pareja, el sonido del gran portón abriéndose lo hicieron sobresaltarse, el sonido de las llantas se escuchaba cada vez más cerca. 

—Yuta, Yuta, despierta, Yuta. ¡Yuta!—Gritó mientras movía  con rudeza el cuerpo del mayor. 

—Nene, deja de hacer eso, quiero dormir.— Si no fuera por la situación, TaeYong seguramente se hubiera derretido por la voz ronca del pelirrojo. 

—No, no, Yuta, tienes que irte, mis padres... Yuta, por favor, ya llegaron. 

El japonés abrió los ojos de golpe, se incorporó rápidamente y comenzó a ponerse sus botas  negras. Mientras tanto, TaeYong buscaba ropa nueva para ponérsela, lanzó una camisa a cuadros seguida de una corbata gris y un pantalón formal negro. Comenzó a desvestirse con prisa, cada segundo contaba en esa pequeña carrera a contra reloj. Escuchó la puerta principal siendo abierta, miró la hora en sus celular mientras abotonaba su camisa. Faltaban pocos minutos para la hora del desayuno. 

—Nene, saldré por la ventana, te mando un mensaje cuando llegue al bar, avísame si pasa algo. 

—Sí, Yu, te veré pronto. Baja con cuidado, si te ven te van a reconocer. 

El mayor asintió antes de juntar sus labios en un rápido pero apasionado beso. Mordiendo el labio inferior del coreano se marchó por la ventana. 

TaeYong sentía su corazón latir con fuerza, aunque no estaba seguro si era por la situación o por el beso de Yuta. Escuchó unos pasos en las escaleras y tras casi tropezar al ponerse sus zapatos negros, salió de su habitación con la respiración agitada. 

—S-Señorito Lee.—Habló sorprendida una de las empleadas.—S-Sus padres lo esperan para desayunar. 

—Gracias, ahora bajo. 

Peinó su cabello con las manos y acomodó su corbata una vez más. Entró al comedor y su madre lo recibió con una sonrisa cálida. 

—Buenos días, padre.  Buenos días, madre. 

—Hola, cielo, siéntate, tu desayuno se enfría.

El rubio asintió con la cabeza y se sentó a la derecha de su progenitora. 

—TaeYong, a mi estudio después de desayunar, tenemos que hablar.  

El mayor no dijo nada más y se puso de pie, haciendo un brusco sonido por la silla siendo arrastrada. 

—¿Mamá? ¿Qué acaba de pasar?

—Quisiera saberlo, cielo, pero tu padre está así desde que veníamos de la fiesta de anoche. ¿Pasó algo con JongIn?

—No, bueno, no que yo recuerde.

—Ten cuidado, cariño, tu padre está más molesto de lo usual. Come despacio.