Ella solo quería ser amada, pero la gente la malinterpretaba cuando ella decía eso.
Ella no necesitaba un chico o una chica, no necesitaba ni quería un amor ajeno, ella quería el suyo, quería amarse, quería mirarse al espejo y sentirse que era lo ún...
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¿No es algo incómodo?
Al menos para Keila y para mi fue incomodo tener que ver lo que vimos, pues a pesar de que hemos visto a nuestra amiga desnuda antes, nunca he visto alguien que sienta cómodo viendo a otros teniendo sexo, eso sería bastante retorcido y un poco sórdido.
Aún así, lo más incómodo, era saber que cuando Nara vuelva a la habitación tendríamos que preguntarle sobre lo qué pasó, no solo con Colton, sino con Laura y si planeaba hacer algo al respecto o fue solo un desliz en un momento de vulnerabilidad.
Con Keila estábamos sentadas en mi cama, esperando la llegada de nuestra amiga casi que en silencio y ambas nos cuestionábamos como íbamos a traer el tema a conversación o si nuestra amiga lo iba a mencionar sin necesidad de preguntar. Aún así, me sorprende que Nara hubiese hecho algo como engañar a su pareja, pues no se siente como algo propio de ella, pues Nara es como un sinónimo de lealtad, al menos para mi y eso de traicionar a las personas no es lo suyo en lo absoluto. ¿Acaso su vulnerabilidad la empujó a cometer tal error?
Con Keila nos miramos por un segundo, es obvio que estábamos un poco congeladas ante la situación.
—No se que decir, se que ambos se quieren, pero ya hemos visto esta película antes y no tuvo un buen final— me susurró, como si tuviese miedo de ofender a Nara.
—Tenemos que esperar a que ella nos explique— insisto.
Confío en Nara y probablemente lo haga hasta el último de mis días, se que ella, por más vulnerable que esté, jamás le haría daño a otra persona, menos a alguien a quien quiere, así que solo nos sentamos a esperar. Ya había pasado bastante rato, pero no sería sorpresa saber que se quedaron acurrucados un buen rato, siempre lo han hecho. ¿Por qué ahora no?
Entonces la puerta de mi habitación se abrió y Nara entró con sus zapatos en la mano, cabizbaja, como si supiera que nosotras ya sabemos donde ha estado todo este rato y no, la verdad nadie tendría que avergonzarse por disfrutar su sexualidad, pero hay otros factores que tomar en cuenta aquí.
Nara camino hasta la cama y luego de arrojar sus zapatos a un lado, se subió a la misma, metiéndose entre Keila y yo, acostándose con su rostro escondido en el pecho de Keila, pero estiró su mano hacia mi, así que me estaba pidiendo que la abrace, por lo tanto, eso hice.
—¿Qué pasó?— pregunté a la vez que Keila le besaba la frente.
Nara solo se aferró más a nosotras, obviamente no quería contarlo y no tenía que hacerlo si no quería.
—Colton es mi zona de confort, se que si me acercó él me dejara hacerlo, pero ya sé que jamás funcionará— susurró ella, con su voz tan apagada que daban ganas de llorar de solo escucharla.
—¿Y Laura? ¿Como le vas a contar esto?— Keila preguntó, tratando de ser delicada, pero la verdad es que no había forma de serlo, era un asunto demasiado serio.
