-¡No!—exclamé—Solo quiero que dejes de mandarme mensajes.
-Yo no te he enviado ningún mensaje—dijo—ni siquiera tengo tu número.
-No mientas—reproché.
-No miento—dijo—si ya has terminado, me gustaría comenzar a ducharme.
-Darien, estoy hablando enserio—dije sacando mi teléfono y enseñándole el mensaje—Ya basta.
Comenzó a leerlo rápidamente.
-No fui yo, no sé si quiera cuál es tu número. Jamás me interesó tenerlo.
-Okey. Si no fuiste tú, ¿Quien sabe que..?—me paré en seco y volví a pensarlo mejor—No importa. Espero que confiar en ti no sea un error.
-Espera—dijo agarrándome el brazo.
Mi corazón comenzó a desbocarse del miedo. Se había burlado de mí por años pero jamás me había puesto una mano encima. No sabía porqué seguía pensando que algún día iría más lejos de eso. Pero fue una reacción instantánea.
Yo me giré rápidamente y él se encontraba a menos de un metro de mi. Eso no me calmó más.
-Así que...ahora necesito cortinas—dijo despacio—jamás me imaginé que podrías cambiar de opinión en cuanto a mi. Te juro que no me lo esperaba.
-No estaba observando nada—mentí—sin embargo, es buena idea que te compres cortinas. Así no vuelvo a verte cada mañana al abrir las mías—dije soltándome de su agarre.
-Gracias por esta visita tan agradable. Y me alegro de haber aclarado tus dudas—dijo con ironía y dando un paso atrás para entrar de nuevo en su casa.
Me giré soltando un leve suspiro. Puede que Darien no tuviera un expediente impecable pero estaba claro que él no tenía mi número. Estaba diciendo la verdad. Y la mañana entera la iba a pasar intentando averiguar quién demonios me había escrito y porqué, quería joderme.
-¿Llego en mal momento?—dijo Gabe acercándose a mi.
Yo inmediatamente cambié la cara cuando le vi acercarse. Gabe y yo habíamos tenido algo pequeño en el pasado. Su nombre completo era Gabriel Hunter. Y realmente, nunca se desarrolló lo nuestro. No estaba de humor para tener relaciones y menos si estaba siendo acosada por Darien. En lugar de eso, se convirtió en un gran amigo. Solía pasar el tiempo con Fanny, él y su hermano mellizo. Jonah.
-No—dije yo acercándome con una sonrisa, como si no hubiera sido observada por medio vecindario dando golpes a la puerta de Darien—¿Necesitas algo?
-¿Acaso tú necesitas algo de Darien?—dijo acercándose a mi. Gabe también fue el blanco de las burlas de Darien. Su mayor error fue juntarse conmigo. Para abreviar, Darien se metía con todo el mundo menos con la gente de su status y con su hermana.
-No, no—dije rápidamente—solamente...
-Que te hizo—dijo acercándose a su casa. Pero yo le detuve.
-Tranquilo, simplemente se dejó algo en mi casa y vine a devolvérselo. Mi madre me obliga a ser educada con él ahora que forma parte de la "familia"—dije haciendo énfasis en la última palabra.
Gabe se me quedo mirando de forma muy extraña.
-Estabas realmente cabreada con él—dijo—te vi cuando saliste hecha una furia de casa. Solo pude oír lo que gritabas, pero estoy dándome cuenta que eres capaz de mentirme en mi propia cara.
Yo me mordí el labio. Lo hago cuando estoy nerviosa, es una especie de costumbre.
-¿Estás dejando de odiar a ese insecto?—dijo—porque acabo de oírte gritar sobre qué "No estabas vigilándole desde tu ventana".
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Mi Secreta Debilidad © ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]
Roman pour Adolescents[PRIMER LIBRO DE LA SERIE "MI DEBILIDAD" 🔐]︎ Cat Caldwell nunca ha querido destacar, sobretodo después de haberlo hecho de la peor manera posible durante años. Darien Carter, por otro lado, siempre lo ha hecho y siempre tuvo en la mira a Cat, siemp...