Mi Secreta Debilidad © ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]

46. 𝐿𝑂 𝐷𝐼𝐹𝐼́𝐶𝐼𝐿 𝐷𝐸 𝑆𝑂𝐵𝑅𝐸𝑉𝐼𝑉𝐼𝑅 ✔︎

CAT

«24 de diciembre»

—No sé dónde diablos se ha metido Darien pero...no puedo creer que me haya dejado sola—dijo Fanny mientras colgaba una de las bolas rojas en mi árbol de navidad.

Me costó demasiado convencer a Fanny de venir a hacer algo diferente a quedarse en su habitación totalmente triste.

—¿No ha vuelto?—le pregunté.

—Ayer me llamó para decirme que estaba en un hotel de la ciudad y que volvería lo más rápido que pudiera. Mi padre apenas está en casa. Y...me siento muy sola en la mansión.

—Bueno...—dije con lentitud—Tú sabes que puedes quedarte aquí siempre que quieras.

—Hoy dormiré con mi tía pero...puede que mañana que es navidad prefiera estar aquí. No sé si seré capaz de olvidar este año alguna vez...—dijo mirando a la nada.

—Nunca he pasado por una pérdida así, Fanny. No sé qué decirte...—dije en un hilo de voz—Siempre vas a tener mi apoyo.

—Gracias...—dijo ella dejando la bola roja y abrazándome.

—Cariño...—le dijo suavemente mi madre—Aquí tenéis los chocolates calientes.

Rápidamente nos dirigimos a la mesita de café. El chocolate caliente de mi madre simplemente, era el mejor. Nos sentamos una al lado de la otra, en la alfombra.

Brisa se encontraba comprando más adornos para el árbol de navidad con papá. Nosotras nos habíamos quedado aquí, en casa con mi madre.

Intentábamos ignorar el problema, hacer como que prácticamente no había pasado nada. Ya habíamos hablado suficientemente de esto. Queríamos que por un solo momento pensara en otra cosa.

—¿Que vais a hacer mañana por navidad?—preguntó mi madre.

—Yo...bueno—se le formó un nudo en la garganta. Fanny como todos en la faz de la Tierra, lo pasaba con su familia. Ahora, Darien se había ido. Y su padre...probablemente ni fuera a estar.

—Gabe y Jonah vendrán a casa mañana para hacernos compañía. Pasarás navidad conmigo, ya lo sabes—dije rápidamente.

Mi madre me miró con lástima. Sabía que no quería herirle pero esa clase de preguntas...

—Ayer no pude dormir bien...—dijo ella terminándose de beber el chocolate.

—Puedo dejarte mi habitación...

—Claro, cariño. Puedes echarte una siesta si lo deseas. Ya terminamos de adornar el árbol nosotras—dijo mi madre.

—Me siento fatal...

—Pondré la calefacción.

Me levanté para dirigirme al termostato. Hice todo lo posible para que se sintiera cómoda. Todos estábamos tratándola como si la tuviéramos entre algodones. Algo que, francamente, era lo más adecuado en este momento para ella.

Al cabo de unas horas, llegó mi hermana y mi padre. Comenzaron a encargarse junto a mi madre de los adornos restantes. Y yo tenía la obligación de comprar los regalos.

Caminé rápidamente, porque hacía un frío tremendo. Solamente quería pensar en qué comprar a cada uno de ellos. Pero siendo sincera, tenía ganas de comprarle un bote de lejía a Brisa.

Alcancé a ver una chica deambulando por la puerta de Darien. Se trataba de Michelle. Intenté pasar lo más rápido posible para que no me notara, pero lo hizo. Se acercó con los brazos cruzados a mi.