11. 𝐶𝑅𝐼𝑆𝐼𝑆 𝐵𝑅𝐼𝑆𝐼𝐴𝑁𝐴 ✔︎

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Recogí los pedazos de la mini cámara con lentitud. Con mis propias manos. Tenía ganas de llorar, por todo en realidad. Estaba furiosa pero en su totalidad, solo tenía ganas de ir a mi cama y llorar. Lo de Elliot me había dolido. Y dejado realmente mal. No sabía que me lo pudiera tomar así. Pero si, la palabra "enamoramiento" iba enserio. Y en realidad, no sabía si se merecía que fuera a su apartamento esta noche.

Recogiendo los pedazos de cristal y distraída total, me hice un corte en la mano. Pues apretaba con fuerza inconscientemente cada trozo que recogía, estaba furiosa. Gemí de dolor enseguida y miré mi corte. No me contuve y comencé a soltar lágrimas casi sin poder evitarlo.

-Mierda...—dije en un susurro y mirando mi corte mientras las lágrimas recorrían mis mejillas—joder, joder...

Pero hoy parecía el día en el que mi timbre no iba a dejar de sonar. Pues alguien volvió a llamar a la puerta. Abrí la puerta despacio, intenté que no se notara mi cara. Hoy no era mi mejor día.

Era Gabe.

-Menos mal...Cat—dijo nada más verme—te escribí. Jonah me contó lo qué pasó en la fiesta. Fanny me dijo que había sido Grey quien estuvo a punto...quiero decir mm...—se quedo mirándome—¿Estas bien?

-Yo...am...—comencé a temblar. Tras esa pregunta, era como si yo misma me la estuviera haciendo en mi mente. Y no estaba nada bien. Instantáneamente las lágrimas volvieron a salir de mis ojos.

Gabe soltó un suspiro al verme de esa manera y simplemente me abrazó. Necesitaba un abrazo, eso era todo. No necesitaba acostarme con Darien o ver a Elliot. Quería un abrazo. Y mucho mejor si se trataba de mi mejor amigo. A quien sinceramente, había tratado como si no fuera siquiera una opción estos días. Desde que comenzó todo el lío.

-Me tienes para lo que quieras ¿Vale?—me dijo—siento bastante haberme tomado tan mal lo...ya sabes. Tu decisión en cuanto a nosotros. Y aún siendo amigos, lo aceptaré. Porque te necesito en mi vida Cat—dijo mientras nos sentábamos en el sofá.

-Si...yo..—seque mis lágrimas—yo también te necesito en mi vida. Siento haberte tratado de esa manera. Solo...ha sido una semana muy extraña para mi. Nada más—dije levantándome—¿Quieres...algo de beber?

-Si...—miró mi mano sangrando—wo wo—dijo enseguida—¿Que...que te ha sucedido?

-Oh no fue nada, fue solo que se me cayó un vaso al suelo, me he puesto a recogerlo y me he cortado sin querer—dije mirando mi mano.

-Vamos, te ayudaré a tapar el corte—dijo levantándose y llevándome a mi habitación. Íbamos a buscar un par de tiritas en el armario del baño de ésta. Al llegar, solté un suspiro, había olvidado limpiar la maldita ventana de los cojones. No sabía porqué no me había acordado. Era terrible subir a mi habitación con otra persona, pues esa ventana era lo primero que se veía desde la puerta y siempre me preguntaban por eso. Pero en este momento, Gabe estaba muy concentrado en el corte que llevaba.

Era asombroso que se preocupara tanto por mi. Estos días había estado con chicos que realmente no demostraban ninguna preocupación por mi. Estaba siendo la distracción de uno y la posible opción de otro. Pero jamás la prioridad. Y era bueno sentirse importante para variar.

Me senté en la cama. Él vino corriendo con las tiritas y se sentó a mi lado.

-A ver...déjame—dijo cogiendo mi brazo. Me puso una tirita en la palma de la mano. Yo sonreí, era casi como si tuviéramos 6 años. Era muy agradable.

-¿Que ocurre?—preguntó con una sonrisa.

-Nada, me recuerda a la época en la que era una niña. Era un desastre y siempre usábamos esas tiritas rosas. Las compre el otro día porque me traían muchos recuerdos y hoy, hemos usado una. Creí que no lo haría—dije mirando la tirita.

Mi Secreta Debilidad ©  ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora