32. 𝐷𝐼𝐸𝐶𝐼𝑁𝑈𝐸𝑉𝐸 ( 𝗜𝗜 ) ✔︎

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CAT

22 de noviembre

—Brisa...—dijo Darien intentando mantener la calma—Se puede saber que...

—Oh, entiendo que te hayas olvidado por completo de mi invitación. Con tanta persona...pero tranquilo. Puedo arreglármelas por mí misma—dijo con una sonrisa.

Con este numerito, me quería matar. Le intenté decir con mucho tacto que seguramente, Darien no la había invitado formalmente porque no quería verla allí. Habían cortado después de todo, era comprensible.

Pero como que me mandó a la mierda y cuando me monté en el coche con Ariel, ella se montó por sorpresa también. Entonces lo supe.

Tenía que hacer el ridículo por sí misma para que le entrara en la cabeza. Y la dejé a su aire llevándola a la fiesta.

—¡Brisa!—exclamó él medio susurrando—Yo ni siquiera te he avisado que...

—Me da igual no estar invitada a tu maldita fiesta—dijo ella—Yo le caigo bien a todo el mundo aquí. No vas a quitarme esto.

—Brisa, hemos cortado, joder...

—¡Brisa!—exclamó la madre de Darien viéndonos en la puerta y posicionándose al lado de él—Cariño, hacía tanto que no te veía...

—Yo también me alegro de verla señora Carter...—dijo con una sonrisa.

—Por Dios, llámame Bethany. Llevamos más de un año cenando juntas...—miró a Darien—Has hecho lo correcto, querido—le susurró. Sin éxito porque le habíamos oído cada palabra.

Cogió de la mano a Brisa y la invitó a entrar. Ni siquiera notó nuestra presencia.

—Em...—soltó un suspiro—Ariel, la cocina está allí, verás a Liana. Ella recibirá tu vino. Y tienes tú asiento en la mesa ya reservado—dijo Darien con una sonrisa—Pasad por favor. Siento mucho...

—No te preocupes—dijo Ariel reprimiendo una sonrisa. Le había divertido esta escena.

A mi...también, la verdad. Pero a la vez, no mucho. Brisa estaba en una fase de negación bastante...suprema.

Pasamos con rapidez. Ariel me dijo que fuera a la mesa. No pintaba nada aquí. Ni siquiera Brisa era mi excusa. Aunque todos lo pensaran. Se oía un gran barullo tras la puerta del comedor. Ya no había ninguno donde estábamos nosotros.

Establecí contacto visual con Darien durante un segundo. Un segundo bastó para analizarlo como solía hacer siempre. Jamás le había visto en traje, al menos actualmente. Y...no podía explicar la sensación que sentía en ese momento. Porque habría sido demasiado inapropiado de mencionar. Estaba buenísimo.

Intenté no analizar más su maldito cuerpo y me dirigí a la puerta que daba al comedor. La cual al estar cerrada iba a destacar mi presencia aún más cuando la abriera de repente.

Pero antes de que diera un pequeño paso, agarró mi brazo atrayéndome hacia él.

—Ni un simple hola...—dijo Darien mirándome de cerca—Así que es verdad eso de que lo borras todo como si nada.

—Hola, Darien—dije soltándome de su agarre apresuradamente—¿Contento? Ahora, voy a sentarme.

—No tan rápido...—dijo agarrando mi brazo con más firmeza—Quiero que hablemos un poquito. Aquí, solos—enfatizó—Tal vez podamos hablar de lo necesitada que estás. Realmente es una pena que estés pasando por algo así...

—¿Qué?—pregunté confusa.

—Ya sabes lo que quiero decir...—dijo con lentitud—Dime al menos que te echó un polvo vestida de esa forma porque...yo estoy controlándome todo lo que puedo—dijo analizándome de arriba abajo.

Mi Secreta Debilidad ©  ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora