36. 𝐶𝑂𝑁𝐸𝐶𝑇𝐴𝐷𝑂𝑆 ✔︎

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CAT

Me encontraba ahí. En el coche de Darien. Asustada y posiblemente con un trauma más en mi cerebro. Me podrían haber matado.

Me podrían haber...matado.

Darien me había salvado la vida. Pero yo...no dejaba de llorar. Si me hubiera clavado la navaja en el cuello ahora mismo habría estado muerta o...en algún contenedor, medio violada.
Todo había sido culpa mía. No tenía que haber gritado aquello de él.

Tenía que haberme mantenido callada. Pero lo jodí. Estaba demasiado indignada. No quería que se sumergiera en líos más graves. Cuando le vi haciendo lo que hacía solo...perdí los papeles.

Yo fui quien nos puso en esa situación y siempre iba a sentirme culpable por ello.

Nos encontrábamos parados. Estacionados en un aparcamiento desierto. Él se encontraba mirando al frente. Respirando exageradamente después de haber corrido tanto y con la mano en el hombro. Dejé de pensar en lo que había pasado y rápidamente reaccioné a la situación.

—Darien...tenemos que ir al hospital—dije aún con lágrimas en los ojos.

—Estoy bien...—dijo cerrando los ojos con fuerza.

—Darien—dije—Como no conduzcas...te juro que lo haré yo. Estas desangrándote—las lágrimas se comenzaron a caer de mis ojos con más fuerza—Es mi culpa...

—Basta...—dijo él recostándose más al espaldar del asiento y con los ojos aún cerrados—Solo...la próxima vez que te diga que un barrio es peligroso, créeme.

—Lo siento tanto...—dije sollozando.

—E-Esta bien...deja de llorar...—dijo despacio—Vamos al maldito hospital...

Con mucho esfuerzo, abrió los ojos y comenzó a conducir con un brazo.
Me quedé callada todo el camino. Intenté no pensar en llorar pero...joder. Estaba traumatizada. Ni siquiera sabía que había sucedido.

¿Se había librado sólo de él? ¿Le había matado?

Dios, si le había matado...estábamos en un gran lío.

Le miraba de vez en cuando. No dejaba de pensar en su hombro y realmente, sentía que me dolía hasta a mí. Seguramente había terminado de odiarme.

Nuestros putos problemas podían esperar a un lado. Me daba igual con quien estuviera, yo le quería. Cada día lo hacía más y...me hubiera muerto si le hubiera pasado algo en cuanto me alejé. Cuando lo hice, el corazón se me desbocó. Deseé con toda mi alma que saliera vivo de ahí. Y...lo hizo.

No sé qué hubiera hecho si le hubiese perdido.

Después de unos minutos largos, llegamos a una farmacia.

—He cambiado de idea—dijo despacio—Compra lo que necesitas. Sé que no eres médico ni nada solo...no puedo dejar que nadie vea esto. No quiero explicar nada..

—¿Estás loco Darien?—le pregunté.

—Eres inteligente y eso me vale...—dijo despacio—Por favor Cat...—me rogó.

Había que joderse.

Pudiendo ir a un maldito médico para que arreglara esto...teníamos que hacerlo de la manera más vulgar posible.

Pero no tenía tiempo de discutir con él. Estaba desangrándose cada segundo que pasaba. Respiré hondo y me dirigí a la farmacia mientras buscaba en el maldito móvil, "Cómo tratar un apuñalamiento".

Tenía que comprar todo lo que necesitaba sin parecer sospechosa.
Con rapidez, me dirigí al maldito coche como si fuera una enfermera. No tenía idea de que iba a hacer pero...al menos iba a seguir los pasos.

Mi Secreta Debilidad ©  ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora