Mi Secreta Debilidad © ✔︎ {+18} [ 𝑁𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛✨]

20. 𝐶𝑂𝑀𝑂 𝑅𝐸𝑁𝑈𝑁𝐶𝐼𝐴𝑅 𝐴 𝑈𝑁 𝐶𝐴́𝑅𝑇𝐸𝑅 ✔︎

—Atrévete a decirlo de nuevo...—dije mirándole fijamente, sin mostrar emoción alguna.

Él se quedó pensando un momento en lo que había dicho.

—Que...me agradas. Ósea, ya no te odio. Es lo que...—tragó saliva—lo que quiero decir.

—Eso no fue lo que dijiste—dije rápidamente.

—Bueno, es obvio que me oíste y quieres joderme. Por supuesto que me gustas, al menos físicamente.

Le di una cachetada tras oír esas palabras que me sonaban a lo mismo que siempre contaba. Mentiras.

—Y ahora qué diablos te pasa...—masculló con la mano en la mejilla.

—¿Cuánto dinero te van a dar ahora? ¿De verdad vale la pena seguir mintiendo?—le pregunté casi gritando.

—¿Qué?—preguntó.

—No te creo—negué con la cabeza—Y me prometí a mi misma no creer nada de lo que dijeras nunca...nunca más—dije mientras la voz se me quebraba—¿Me hiciste venir solo para gastarme una última broma?

—¡Por dios!—exclamó—¿Estás oyendo lo que dices? Estás poniéndome de mala leche, lo juro.

—¿Demasiado paranoica?—le pregunté arrogantemente—Perdón por pensar lo peor de alguien que enseñaba mi ropa interior para conseguir dinero.

—Bueno, escuchaste ya mi versión de la historia. Puedes irte cuando quieras—dijo mirando la pared sin establecer un poco de contacto visual conmigo.

—¿Te sientes incómodo ahora?—pregunté tragándome las ganas de llorar—¿Sabes por qué además me cuesta creerte? Te dan arcadas decir que te gusto—balbuceé—Lo puedo...—tragué saliva—puedo notarlo en tu voz. Además, hace unos segundos intentaste retractarte y...incluso sumaste ese "Fisicamente". La próxima vez que digas lo que te pasa de "Verdad" omite eso—le solté—¡Queda fatal!—le grité.

—Joder—dijo—No es asco, por enésima vez. Si tanto asco te tuviera, créeme que habría seguido con esto. Y no te hubiera insistido para contarte mi parte de la historia.

—Pues gracias, de verdad—dije irónicamente—Por contarme todo cuando prácticamente ya te delataron. Jamás sabré si estás diciendo la verdad. Pero lo que sé es que Grey y tú coincidís en la misma parte. Me usaste, me usaste por dinero. ¡Me confundiste en tu beneficio!—le grité—El hecho de que hayas seguido acostándote conmigo por voluntad propia...no significa nada.

—¿No dice nada?—me preguntó indignado—Dice perfectamente que esas veces, lo que hicimos fue real, Cat. Todo lo que te susurré y te dije, fue de verdad. Así como lo tuyo.

—¿Te refieres a la parte en la que me chantajeaste? Si, eso no dudo que haya sido verdad.

—De repente, me has recordado porqué te odiaba tanto—dijo levantándose—Te recuerdo que tienes clase. Pudiste venir mañana. Deberías irte a dormir.

—¡No eres mi niñera!—dije levantándome y encarándole—Estoy segura de que sigues mintiéndome. Porque si estuvieras diciendo la verdad, jamás me hubieras hecho lo que me hiciste.

—¡Bien!—me gritó—Hagamos como que no te dije nada—dijo acercándose a mi—No estoy buscando tu creencia. Estás en todo tu derecho a no volver a acercarte a mi. Hice lo que tenía que hacer.

—Lo que tenías que hacer...—tragué saliva—¿Ves porqué me cuesta tanto creerte? No querías hacerlo. Lo haces para que tu conciencia no se desborde más con todos tus errores. ¿Cómo puedes dormir por las noches? ¿Eh?