TE OLVIDARE

Extra IV

Valentino Bianchi

Cometí muchos errores en mi juventud, vivía en excesos sin miedo a lo que pudiera pasarme, heredé el clan por mis padre después de que ellos murieron, relativamente era joven aunque el entrenamiento lo empecé desde que tengo uso de razón.

Me hice de fama respetable o mejor dicho temida, sexo, alcohol y dinero no le pedía nada más a la vida me sentía lleno, mas no feliz hasta que me encontré a mi torbellino altanero que me puso en mi lugar. Bella y mandona que me robo el corazón y la voluntad, mi adorada Stella es el amor de mi vida después de su muerte el dolor y la sed de venganza fue mi impulso, pensar en estar con alguien más lo sentía como una traición al amor de mi vida, hasta el día de hoy lloro su partida, lloro por que no está aquí para abrazar a nuestros hijos y nietos.

-Amore mío cada día sin ti es una agonía, aunque vivo por los dos, ver reunido a nuestros hijos y ver correr a nuestros nietos es una sensación gratificante, espérame Amore mío para seguir amándonos en la eternidad.

Mi hermana  murió en el parto fue una estocada en mi alma, pero al tener a su nena la pequeña Alessia fue la chispa que necesitaba, agradezco vivir para cuida a mis hijos y nietos.

-¡nonno! (abuelo) – los mellizos mi gotita de alegría.

- Che cosa sucede (Qué pasa)

-¡Mamá se siente mal! ¡Corre abuelo!

-¡Que! – si hay algo que me aterra es que algo malo les suceda a mis hijos.

Fiorella se encontraba al pie de la escalera sujetándose la barriga, tenía mucho dolor me preocupo tenía ocho meses.

- ¿Qué pasa Principesca?

-Me duele padre.

-Calma nos vamos al hospital, ¡Basilio! ¡Flavio! Preparen el auto

-Nonno ya llamamos a papá y viene para acá está cerca.

Tengo que admitir que mi yerno se ha mantenido a la altura de la circunstancia necesitaba que el hombre que se quedara con mi hija fuera leal y supiera cuidar de ellos.  Llego muy rápido, quien mejor que él para saber que tiene mi hija es el medico de la familia.

-¿Qué paso? ¿Te lastimaste, te caíste? Dime amor.

-No, solo sentí una punzada muy fuerte en el vientre que no puedo moverme.

-Muy bien al hospital.

El estar en la sala de urgencias y esperar noticias me desespera, mi hermana se desangro en el parto, mi hija se encontraba ahí y tenía miedo de que se repitiera la historia.

Gregory sale se le nota cansado -¿Cómo está?

-Bien se le había desprendido la placenta pero ya está fuera de peligro.

-Oh gracias a Dios.

Por fin respira la debió pasar mal ahí dentro – Tenemos un niño sano y fuerte.

-Una bendición – me acerco a darle un abrazo – felicidades por la familia que has logrado, me siento en paz al saber que te tienen para protegerlos.

-Gracias Valentino.

-¿Y tú? Fabrizio ¿Cuándo piensas sentar cabeza?

-Cuál es el apuro padre, ya tienes tres nietos hay mucho con que entretenerse, te sacaran más canas.

-Si pero yo quiero ver los tuyos.

-Cuando sea el momento padre- hombre necio pero cuando conozca el amor caerá rendido.