Hay personas que creen no merecer el amor, porque solo conecen la humillación y la maldad.
La falta de confianza llega a tener daños inimaginables en una persona.
Me enamore locamente, me traicionó, me mintió , me humillo y ¿aún así me pides perdón...
Años ya han pasado desde que había perdido a la mujer que amaba, me aleje de todo después de salír del hospital hasta que era el momento de volver, debía retomar mi vida, a quien quiero engaña llegue a ese punto por cobarde, no tenia caso lamentar lo que no pudo ser.
Me dedique a mi empresa, comencé de nuevo haciendo las cosas bien, en los medios me entere de su boda, se veía hermosa con su vestido blanco estaba radiante. Yo solo le ofrecí una boda por lo civil ¡que imbécil!
Mis padres me ayudaron mucho, sobre todo a aceptar que el tiempo del adiós se nos adelantó y seguir con pedir perdón no lograría nada ni apagar mi decepción,hice todo al revés, se ha convertido en otra tan diferente a la que yo amé.
Iba a asistir al evento anual de productores de vinos y licores, mi empresa se renovó en todos los aspectos, Anthony me decía que era afortunado en los negocios y desafortunado en el amor, me convencí de ello a lo que me dedique a trabajar arduamente, si llegara alguien a mi vida daré lo mejor de mi eso lo dejo a la suerte.
Caminaba por las calles llenas de nieve en dirección al centro comercial, al pasar por el gran árbol me detuve a ver a las familias que patinaban y se divertían -- cuanto tiempo desperdiciado mi amor, tantas cosas que pudieron ser- suspire como juego del destino la vi ahí sonriendo dando vueltas en la pista de patinaje con su familia, aún sigue siendo una sensación horrible verlos juntos y sobre todo felices.
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-Al menos eres feliz amor mío – me di la media vuelta para seguir mi camino, esto es masoquismo pensé, cuando choco con una mujer menudita, pelo castaño y ojos oscuros , todo su café termino en mi chaqueta.
-Perdón perdón no fue mi intención, ¿te quemaste?
- No tranquila, estoy bien.
-Qué pena eso de tener limitado el tiempo me vuelve loca – me sonríe.
-Me imagino la ciudad es un caos.
-Te invito un café ya que tiraste intencionalmente el tuyo.
-se río, me gustó su risa y lo alegre que se veía, ¿Qué era esto?- No es necesario.
-Insisto. – aceptó y fuimos a un café la charla fue muy tranquila, era agradable, dulce, dulce como mi Vero.
Las horas pasaron muy rápido, llevaba tiempo en no sentir tanta paz al estar con una mujer. La invite al evento de socios, no quería era lógico no me conoce pero al final acepto.
El evento se llevó acabo en uno de los hoteles de central park, fui por ella a la dirección que me indico, el lugar no estaba mal, al salir la veo con un vestido negro le quedaba lindo, se veía linda, nació en mi un sentimiento que no tenía desde que conocí a Vero, para mi siempre será Verónica y para su esposo será Fiorella.
