Crónica de una vida a destiempo

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Me gusta ser una persona rara, muy rara, quizás vivo a destiempo en un mundo que se rige por las similitudes.
Soy de esas personas que aún miran por la ventana antes de dormir, de las que sueña con la luna y se pone feliz sólo de ver las estrellas. De esas a las que un aguacero pone nostálgico y se deja invadir por las ganas de escribir, a media noche, con una copa de vino.
Soy de los que se fija en los que caminan con la mirada baja y prisa, de los que ponen esa canción que duele sólo porque quiero romperme y comprobar si mi corazón aún funciona. Quizás por eso soy tan raro que si un tren me gusta vuelvo a por él, a que me arrolle de nuevo, por eso olvido las heridas y extraño la piedra.
Soy de acariciar cada centímetro de tu cuerpo antes de hacerte el amor, besarte antes el alma que la piel, quitar antes tus miedos e inseguridades que tus bragas.
Soy de observar todo y no creer nada, tal vez porque a golpes aprendí la lección pero aún asi no me cierro a nada, ni siqueira a eso que llaman amor
Soy de decirle hola a cada viejito que veo en la calle y sonreírle, preguntarle como fue su día, soy de llorar con una película y extrañarte de madrugada
Y seguramente no sobreviva siendo raro: pero al menos moriré feliz

Tequila en Versos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora