Algo diferente

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La diferencia es que yo pude amarla enojada y temperamental, yo siempre pude hacerla feliz con la ropa puesta y un día te contaré de las sonrisas que le saqué a su alma cuándo el llanto inundaba esos ojos: un día cualquiera te contaré cómo nunca me importó ahogarme si eso significaba salvarla de su naufragio.
Vi cómo ella misma se fallaba, como olvidaba amarse y sostuve su vuelo cuando sus alas empezaron a fallar. Abracé su incertidumbre, besé en la frente a sus demonios y les preparé café, me enamoré también de sus miedos y esas inmensas nubes negras que llenaban su cielo también me parecieron un buen paisaje en que despertar.
Exploré los insomnios que escondía su almohada y le dije que los sueños que sus ojos me gritaban los íbamos a cumplir juntos.
Era sencillo quererla como a cualquier estrella a la que siempre se ve brillar por eso la quise como a la luna: en cada una de sus fases

Tequila en Versos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora