Claudia

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Claudia siempre le había dado la razón a los hijos de puta con los que se acostaba, su revolución se iba construyendo de cama en cama, jamás tuvo una escala musical favorita y es que para ser sincero nunca le habían preguntado que música prefería, sólo de que color traía la lencería. Es de clase media, es de esas que jamás se detuvo a leer y siempre gritaba antes de escuchar, su soberbia no tenía ninguna clase de indulgencias, siempre fue la víctima a la hora de la verdad y su mayor enemigo era ella misma. Aún así era buena, aprendió que la caridad es una mierda, no hay peor humano que el que da por lástima y cree que es superior, Claudia siempre echaba 5 monedas en la gorra de ese mendigo fuera de la iglesia, ¿qué poco verdad?, daba 5 monedas y se quedaba con 3. No, Claudia no era mala, solamente que aún no se amaba, le daba la razón a todos esos que cada noche le decían que para una noche era lo único que servía, y ella les creía, tantos hombres no pueden estar equivocados, ¿verdad? y no,no era mala, a Claudia le gustaba el sonido de la lluvia en la ventana y tenía un gato al que alimentaba cada noche y le contaba de que su sueño siempre había sido tener su propio salón de belleza, pero eso fue antes, hace una eternidad de hecho, cuándo aún se permitía soñar, ahora solo usaba el maquillaje para ocultar los golpes que el hombre de turno le había dejado de regalo, nunca dejaban flores o una carta bajo la almohada, y asi se levantaba, acariciaba su gato y miraba por la ventana: "¿este será el día que salte?", siempre se preguntaba, y nunca saltaba, a Claudia le gustaba vivir, aunque no fuera la vida que planeó de niña. Por eso la admiraba, ella había empezado su revolución, en la cama de ese hombre que conoció en el bar, mientras se ponía su ropa y secaba sus lágrimas, se empezó a amar🤞🏻🌕

Tequila en Versos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora