Autobiografía

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Siempre ha sido fácil conocerme y sacar conclusiones precipitadas. Cuando no estaba ebrio estaba triste, y cuando no estaba triste estaba borracho, pensando en la tristeza, con la mente perdida en sabe Dios cual galaxia: "tengo la mente en las nubes ", a menudo me lo recuerdan los sensatos con los pies en el suelo.
Me ves rascándole la cabeza a mi perro, leyendo algún libro tirado en el techo fumando hasta con el humo crear mi propia atmósfera.
Y cuándo no hacía nada, cuándo no pensaba en nada estaba con alguien sonriendo porque sí, o fingiendo frente a la mujer de turno, haciéndole creer que la amaba y sacando poemas del archivo diciéndole que era mi musa. Era más o menos una vida tranquila, sin arrebatos de gloria ni de fortuna, y eso estaba bien. No quería a nadie ni buscaba quien entrara en mi vida, que llamara al perro de otra manera y que se echara en mi cama hablándome de amor sin conocerme, para que al cabo de un tiempo y de enseñarle varios demonios se hartara de mí y la despedida fuera un mensaje de WhatsApp disculpándose por no saber vivir con alguien que no tiene ni puta idea de lo que es la felicidad 🤞🏻🌕

Tequila en Versos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora