Carpe Diem

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Y llegó un día, una mañana común y corriente en la que ya no dolias. Al principio no lo noté, no es algo que se note así por así.
Me levanté, me di una ducha y me preparé el café, negro, sin azúcar y sin mentiras, como siempre. Puse una canción de Sabina y me fui al trabajo. Si, nada fuera de la normalidad, y es que no hay nada mejor que la rutina: excepto para personas como yo.
Y de pronto como a las 3 de la tarde, de la nada, aunque pareciera imposible te convertiste en un recuerdo que no dolía más, y no supe como sentirme: solo que respirar no lastimaba más.
Y es extraño, uno cree que nunca dejará de amar, y lo decía en serio, dentro de mi creía eso. Pero sus actitudes fueron haciendo que poco a poco me alejara, hasta que de un día para otro ese amor se acabó. Y dormir ya no sabe a insomnios y despertar no es una pesadilla.
Ya no la veo cuando cierro los ojos para besar y comencé a escribir mis poemas sin hacerlo como acto de venganza. Si, de amor nadie se ha muerto: y por mi no van a empezar

Tequila en Versos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora