Capitulo 23

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Para Meng Yao era un alivio el poder irse de Ciudad sin Noche, por más que el viaje fue sumamente incómodo, agotador y no tener a Lan Xichen a su lado, pero la paz que sintió cuando llegó a Los Recesos de las Nubes fue su recompensa.
Wei Wuxian estaba muy emocionado también y apenas llegar a su hogar, con A-Yuan en brazos arrastro a Lan Zhan y Wen Ning con él para mostrarle los conejos al pequeño niño. Tanto el Lan como el Wen no dijeron nada y solo lo siguieron, viendo al omega y al pequeño jugar con los conejos, siguiéndolos de un lado a otro.
El pequeño A- Yuan no se había separado de Wei Wuxian desde la primera vez que se juntaron, tomándolo como su madre y a Lan WangJi como su padre. Wen Qing no pudo, ni quiso separarlos, su sobrino se veía completamente feliz, al igual que Wei Wuxian, además el niño necesitaba padres y la beta pudo ver en Wei Wuxian y Lan WangJi el amor y protección que ella no podía dar al pequeño.

Lan Xichen por otra parte no pudo ir a Gusu, se fue junto a su padre y los demás líderes a Muelle de Loto, aún sin querer separarse de su pareja, sabía que la prioridad era terminar de una buena vez con esta guerra, necesitaba tener a su omega seguro. El beta se obligó a confiar en que su hermano y tío cuidarían bien de Meng Yao.
Jiang Fengmian y Yu Ziyuan se esforzaron por dar una buena estadía a los demás líderes, aún cuando la reconstrucción de su Muelle no estaba completamente terminada.
Jiang Cheng estaba algo frustrado al saber que no podría ver a Wen Ning, esos días en Qishan se habían podido acercar bastante y pasar tiempo juntos, el omega era tímido, pero con una gran convicción de defender a su gente y eso le agradaba al alfa.
Aunque debía mencionar que para Jin Zixuan la situación no era tan mala e incluso estaba feliz de poder estar en el Muelle de Loto junto a su madre, lejos de su padre, además de estar cerca de su querida prometida, tal vez sería la oportunidad perfecta para acercarse a ella sin parecer un perfecto idiota.

De vuelta en Gusu, Meng Yao había notado como la tensión entre su madre y Lan Qiren crecía. Y cuando hablaba de tensión no era de la buena, sino todo lo contrario, Meng Shi no soportaba estar por más de cinco minutos con el alfa en una misma habitación. Para la mala suerte de la beta, al no estar Lan Xichen en la secta, este le había pedido a su tío que cuidara del omega, y Lan Qiren se había tomado muy enserio esa tarea y todas las mañanas hacía que más de diez discípulos estén alrededor de la habitación, mientras él cumplía con sus tareas y luego el Lan personalmente venía a almorzar con Meng Yao y se quedaba hasta casi las nueve, por el toque de queda.
La constante presencia del alfa había logrado exasperar a Meng Shi, pero trataba de no emitir palabra, ya que veía que su hijo se entretenía con el Lan hablando de los deberes diarios del mayor, los que en un futuro tendrá que cumplir el omega. Para una mente tan hiperactiva como la de Meng Yao era difícil distraerlo y mantenerlo en una larga conversación por más de una hora, claro a excepción de Wei Wuxian y Lan Xichen, y ahora la beta había descubierto que Lan Qiren también tenía esa habilidad, y eso le molestaba, no por celos, sino que no entendía como esas cosas hacían que ella se enamorara más de el Lan, pero así como su amor crecía, también crecía la certeza de que el alfa jamás se permitiría estar con ella, pero no podía odiarlo, no cuando veía que trataba tan bien a su hijo, además de que nunca le faltó el respeto a ella, solo no se permitía a él mismo amarla.
La frustración de la beta se aliviaba un poco cuando Lan WangJi y Wei Wuxian iban a ver a Meng Yao, siempre venian con el pequeño A-Yuan a revolucionar la habitación, que por lo general era tranquila. Wei Wuxian y A- Yuan se mantenían constantemente hablándole a Meng Yao y, como Wei Wuxian le había apodado, al rabanito que crecía dentro de la panza del otro omega.
_ Rabanito, mi mami y tu mamá son mejores amigos, así que cuándo vayas a nacer, mi mami dice que también seremos mejores amigos, además de primos y jugaremos con los conejos de mi papá, que es el hermano de tu papá.
Los omegas no podían parar de reír por las ocurrencias del niño, mientras que Lan Qiren estaba seguro que podría asegurar que ese niño era hijo de Wei Wuxian, si no conociera los verdaderos orígenes del pequeño, no podía quejarse tampoco, así como Wei Wuxian trajo alegría a Gusu cuando era pequeño, además de todo el caos, este niño también había traído alegría en medio de esta guerra, solo esperaba que la influencia de su querido sobrino menor haga que el pequeño A-Yuan no sea un alborotador como su madre.
Habían pasado dos semanas cuando llegó a Cloud Recesses una carta de Qing Heng-Jun, informando que los espías habían encontrado el escondite de Wen Ruohan y necesitarían refuerzos para atacar.
Esta carta había llegado a manos de Meng Yao que ya se encontraba ayudando a Lan Qiren con sus tareas.
Pronto estaban todos reunidos.
_ Qing Heng-Jun ha mandado a pedir refuerzos, ya que encontraron la ubicación de Wen Ruohan.- Hablo Meng Yao.
Lan Qiren y Lan WangJi se pusieron de pie de inmediato, pero antes de dar un paso se volvieron para ver a Wei Wuxian y Meng Yao.
_ Meng Yao no podrá ir y alguien tiene que quedarse a cuidarlo y cuidar la secta.- Hablo Lan Qiren.
_ A- Ning y yo nos quedaremos a cuidar de A- Yuan y el joven maestro Meng.- Hablo Wen Qing, viendo cómo Wei Wuxian se debatía entre ir o quedarse.
_ Lan Zhan Lan Zhan, esta vez me tendré que quedar a cuidar de nuestro hijo, de Yao shixiong y toda la secta, ve con cuidado, aquí estará todo bien.- Le aseguro el omega de ojos grises a su alfa.
De ese modo ambos Lan se dispusieron a organizar a los discípulos que se iban a ir con ellos y a los que se iban a quedar. Además de dejar claro que los que se quedaban a cargo de la secta eran ambos omegas y debían obedecer, más que por los discípulos era por los viejos ancianos que podrían querer aprovecharse.
Lan WangJi se despidió de su amado omega e hijo antes de marcharse, no quería hacerlo, en verdad hubiera preferido quedarse en Cloud Recesses con su familia. Pero no perdería la oportunidad de matar a ese bastardo que se atrevió a violar a su Wei Ying, lo mataría, está vez sería él quien lo mataría, tal vez necesitaría la ayuda de su hermano, pero sería él quien matará a Wen Ruohan, no le importaba la gloria que traía ese hecho, solo le importaba cobrar lo que ese miserable y asqueroso hombre le hizo a su conejito.
Así partieron a Yunmeng, dónde Lan Xichen y Qing Heng-Jun los esperaban junto a los demás líderes que igualmente esperaban a sus discípulos.
Lan Xichen se apresuró al encuentro de su tío y hermano.
_ WangJi, tío.- Casi gritó al verlos.- ¿ Cómo está A-Yao?-  Estaba tan ansioso, ya llevaba casi tres semanas sin saber nada de él.
_ Bien.- Contesto WangJi.
En cualquier otra situación esa afirmación de su hermano habría bastado para que Lan Xichen se quedé tranquilo, pero ahora su mirada se clavo en su tío en busca de más información.
_ Según la señorita Wen, sus músculos están totalmente recuperados. Ella quería que permaneciera una semana más en cama, pero él ya no pudo soportar el encierro y empezó a realizar sus actividades diarias, solo evitando el entrenamiento y concentrándose en actividades menos exigentes. Wei Wuxian, junto a la señorita Wen Qing y el joven Wen Ning se quedaron para cuidarlo, además de que la señora Meng no se separa de él.
Lan Xichen asintió.- ¿Y el bebé?- Pregunto, aún sin acostumbrarse a la idea de que iba a ser padre, es que en su vida anterior su enano malvado jamás se había quedado embarazado y no por falta de oportunidad, solo nunca pasó, pero ahora a la primera vez y ya tendría un hijo.
_ Perfecto.- Contesto está vez con bastante incomodidad Lan Qiren.
_ Eso es bueno.- Hablo Qing Heng-Jun.- ¿Y el resto como están?
_ Todos bien.
_ Perfecto, vayan a descansar, mañana partiremos al oeste.- Dijo Qing Heng-Jun para retirarse junto a su hermano.
Ambos Jades tenían una preocupación aún más grande que Wen Ruohan, esa maldita demonio, no creían que aún en esta vida los seguiría.
Al otro día ya estaban todas las sectas reunidas para marcharse. Encontrar a los Wen fue demaciado fácil,
Los Jades tenían un objetivo, y ese era Wen Ruohan y matarían a todos los que se interpongan en su caminó.
Verlos era como un poema, todo era perfecto, cada movimiento, la sincronización, como no tenían que verse para saber lo que el otro haría, simplemente hermosos.
Wen Ruohan no podía creer que fuera tan fácil matar a sus discípulos, él era el líder del clan más grande y poderoso, pero ahora se había reducido a un montón de inútiles, y eso lo hacía hervir en rabia, aún más cuando vió a esos dos Jades pelear sin ninguna complicación.
La realidad golpeó al líder Wen el iba a morir ese día, pero antes mataría a esos dos Lan, los culpables de su desgracia.
Wen Ruohan se abalanzó contra ambos Jades, sus movimientos habían dejado de ser gráciles y certeros, para convertirse en golpes torpes y sin gracia, la espada en su puño ni siquiera se mantenía firme. Solo bastó que Lan Xichen bloqueara la espada del Wen para que Lan WangJi apuñale el pecho de Wen Ruohan, Bichen le había atravesado y el que una vez fue un imponente líder, ahora yacía a los pies de un joven de dieciséis años.
La sectas gritaban en jubiló, la guerra había terminado y el sol había caído. Pero para los Jades solo había una sensación de angustia espantosa, porque en ese lugar no había rastros de la demonio, y cayeron en la conclusión de que toda esta batalla había sido solo una distracción.
Qing Heng-Jun noto que algo iba mal con sus hijos, ya que estos no se veían felices después de su victoria, así que se acercó a ellos pero antes de poder hablar sus hijos ya estaban sobre sus espadas volando en dirección a Gusu, así que de inmediato ordenó a sus discípulos ponerse en marcha.

Mi camino eres tu MDZSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora