capitulo 24

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Los tres omegas emprendieron su viaje a Ciudad sin Noche, necesitaban la espada que contenía la tortuga de la matanza.
Wei Wuxian les explicó a sus dos compañeros como había hecho para matar a la bestia junto a Lan WangJi, así que Wen Ning y Meng Yao hicieron la parte que correspondía al Lan. Sin dudas está vez fue mucho más fácil, tal vez porque en esta ocasión ninguno estaba herido, o porque todos tenían sus armas, no sabían muy bien, pero así como entraron a la cueva, salieron, cualquiera que los viera diría que solo entraron a ver qué había.
Wei Wuxian agradecía que fuera así, no quería arriesgar a Wen Ning y mucho menos a Meng Yao en su estado, obvio que sabía que ambos eran muy capaces, pero siempre sintió el deber de protegerlos, ahora sabía que era para que ese horrible pasado no volviera a ocurrir. No quería ver nuevamente a Wen Ning muerto y luego viviendo como un cadáver feroz. O a su shixiong siendo esclavo de su propia ambición, obvio que sabía que ahora no era así, sabía que tenía sus ambiciones, como todos, muchas eran las mismas que las de él mismo, como convertirse en un gran cultivador, rompiendo los estereotipos que la sociedad había impuesto para que los omegas se mantuvieran débiles para que los demás se aprovechen de ellos. Pero el Wei sabía que Meng Yao lo que más quería es tener un futuro con Lan Xichen, no le importaba el poder que eso conllevaba, lo único que quería era al hombre que siempre se mantuvo a su lado, que lo amaba y respetaba, es que joder, Meng Yao adoraba a ese tonto Lan, y Wei Wuxian lo entendía tan bien porque era lo mismo que él sentía por su Lan Zhan.
Luego de salir de esa maldita cueva se dirigieron a los Tumulos Funerarios, era obvio que por el momento Meng Yao no podría entrar, pero fue una sorpresa que Wen Ning sea capaz de soportar muy bien la energía resentida. Así ambos omegas ingresaron, dejando a Meng Yao a las afueras, él se encargaría de llevarles comida, mientras ellos limpiaban los Tumulos Funerarios para que sea lo suficientemente apto para que el omega embarazado pueda ingresar, era demasiado peligroso que permaneciera por mucho tiempo solo.
Sin retrasarlo más se pusieron a trabajar.

Los hermanos Lan llegaron a los Recesos de las Nubes, incluso antes de entrar ya sabían que encontrarían un desastre, es que ni siquiera había un discípulo en la entrada como comúnmente habría. Entraron rápidamente, seguidos de su padre y tío y todos los demás discípulos.
Los Jades se apresuraron al encuentro de la Wen cuando ella pasaba a toda velocidad hacia el pabellón médico.
_ Señorita Wen, ¿dónde está A-Yao?- El Jade mayor olvidó todo decoro, necesitaba ver a su pareja, hacía casi cuatro semanas que no lo veía y el mal presentimiento lo estaba volviendo loco.
La Wen lo miro de mala manera, tanto a Lan Xichen como a Lan WangJi, ellos tenían la culpa de que su hermanito y los otros dos omegas que ella apreciaba como amigos muy cercanos se hayan marchado para enfrentar vaya a saber quién cuántos peligros.
Ella quiso ignorarlos y seguir su camino, pero aún tenía un gran aprecio por los Lan y no podía culparlos completamente.
_ Unas horas después de que se marcharán el Maestro Lan Qiren y Lan WangJi, la secta fue atacada por demonios, al parecer fue la misma demonio que ha venido acosando a Meng Yao con sus subordinados, al haber tan pocos discípulos Meng Yao y Wei Wuxian se enfrentaron a los demonios junto a unos pocos discípulos, mientras ordenaron a A-Ning y el resto de los discípulos evacuar la secta, al final la mayoría de los discípulos terminaron heridos o muertos y los demonios desaparecieron al caer la noche.
_ ¿Dónde está A-Yao?- Gritó desesperado Lan Xichen.
_ ¿Wei Ying y A-Yuan?- El jade menor no había levantado la voz, pero sus ojos estaban implorando una respuesta.
_ A-Yuan está con Meng Shi en su cuarto, Meng Yao y Wei Wuxian estaban bien luego del ataque, aunque no puedo decir bien detalladamente que fue lo que sucedió, lo único que ellos nos dijeron cuándo volvieron es que debían marcharse para arreglar unos asuntos y no volverían hasta estar seguros de que podrían hacer frente a este nuevo problema, que ya habían muerto demasiadas personas y no estaban dispuestos a poner en riesgo a nadie más, aunque A-Ning no dejo que ellos dos se marcharán solos y alegó que él podría ser de gran ayuda gracias a sus conocimientos médicos, Meng Yao no tuvo más opción que aceptar a regañadientes, ya que tampoco sabe cuánto se va a demorar o si se le presenta alguna complicación con el embarazo, pero no me permitió ir también ya que habían demaciado heridos aquí y yo era la única médica que podría atenderlos, además de que no podría ser capaz de defenderme en caso de algún posible ataque.- La Wen menciono lo último con mucha molestia, pero entendía porque debía quedarse, ya que ningún discípulo había quedado en óptimas condiciones, también estaba Meng Shi, la pobre mujer estaba tan alterada que ya había sufrido dos colapsos nerviosos, además del pequeño A-Yuan que tampoco había parado de llorar debido a la ausencia de su nueva mami. Además de que les exigió a ambos omegas que le contarán la verdad, no había entendido bien nada, pero sabía que decían la verdad.
_ No les puedo pedir que permanezcan tranquilos, ya que no se que peligros están enfrentando nuevamente esos dos locos, pero ellos dejaron estás cartas para ustedes.- La beta saco dos sobres y le tendió uno a cada jade, que ya para este entonces estaban llorando, Wen Qing no podía decir que le daban lastima, ya que si hubieran ido con la verdad desde un principio quizás ambos omegas estarían de acuerdo en permitirles estar a su lado ahora.
Ambos Jades se marcharon a sus habitaciones luego de haber tomado las cartas.
Qing Heng-Jun no entendía en que pensaban esos dos chicos que él adoraba como propios hijos. ¿Es que siempre sería así? ¿Siempre que un problema se presentará ellos tomarían la iniciativa y enfrentarían todo ellos solos sin medir los peligros? Sabía que no podía culparlos de nada, ambos eran muy inteligentes y capaces, además de que A- Yao no pondría en riesgo su embarazo, ni A-Xian dejaría al pequeño A-Yuan, si vieran viable cualquier otra opción. Pero lo más preocupante era que es lo que podrían hacer, hacía cientos de años que un cultivador no se enfrentaba a un demonio mayor, como suponía que era está demonio. Tenía claro que A- Yao había leído miles de libros y que A-Xian también era muy apasionado respecto a demonios, fantasmas y demás bestias, ambos tenían un bastó conocimiento del tema, pero ni siquiera a él se le ocurría algo viable para hacer frente a esta situación.
Por otro lado estaba Lan Qiren, preocupado, preocupado por esos dos omegas, preocupado por sus sobrinos, preocupado por esa demonio, preocupado por la secta, y muy preocupado por Meng Shi. Antes de poder reaccionar y pensar que es lo que haría, ya se encontraba caminando hacía la habitación de la beta, golpeó antes de entrar, pero al no recibir respuesta entro, encontrando a una Meng Shi con mirada perdida, no lloraba, pero sus ojos estaban rojos e hinchados, además del rastro de lágrimas secas que atravesaba sus mejillas. No pudo decir nada, de todos modos no sabía que decir, solo se agachó y rodeó el cuerpo de la beta con sus brazos, permitiéndole a ella llorar nuevamente.
_ No lo soporto más Qiren, no quiero ver a mis hijos lastimados de nuevo.- Dijo refiriéndose a Meng Yao, Wei Wuxian y ambos Jades.- ¿Por qué son siempre ellos los que tienen que enfrentar la peor parte? ¿Por qué parece ser que los cielos y la tierra se han ensañado en su contra? ¿Acaso no fue suficiente la guerra contra los Wen?- La mujer preguntaba entre sollozos, mientras enterraba su cabeza en el pecho del Lan.
Lan Qiren solo atino a apretar su agarré, acercando más el cuerpo de la mujer al suyo, permitiéndole llorar todo lo que ella quisiera hasta que no pudo con el cansancio y se quedó dormida.

Mi camino eres tu MDZSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora