Para cuando iniciamos el viaje, el reloj marca las 4:00 de la tarde. El sol está en su máximo punto. Bajo la ventanilla para intentar broncearme un poco, aunque por más que lo intente, mi piel nunca adquiere un tono más dorado.
Observo a Tadeo, es extraño encontrarlo sin sus típicas cadenas, ropa más sencilla y acorde al tiempo, una musculosa negra y shorts beige. A él, pasar tiempo bajo el sol si le surtió efecto. Su piel es más oscura que la mía y gracias al bronceado que tomó, su piel está mucho más oscura que antes.
Sin su ceño fruncido, su cara de poker o sus atuendos oscuros, su aspecto luce más joven.
Estando así, próximos en distancia y en silencio, recuerdo que fueron pocas las veces que estuvimos de esta manera. Siempre peleando, queriéndonos herir uno al otro, o asesinando.
La muerte de los Castillo me hace pensar en Kayden, ¿qué estará haciendo en esté momento? ¿Estará hablando con la chica que desconozco?
Odio no poder controlar todo al mismo tiempo.
También, espero que la muerte de los Castillo no haya sido en vano, realmente espero que fueran los malos, porqué si no lo son, entonces estaba unida con la persona incorrecta.
—¿Recuerdas la primera vez que estuvimos en peligro?
—No creo que fuéramos nosotros los que estuvieron en peligro.
Era Halloween, dos adultos jóvenes lograron burlar la seguridad de la mansión y una vez dentro, rompieron todo lo que estuviera a su alcance.
—Hasta para mí fue perturbador encontrar a un Pennywise y un Jigsaw en la sala —comenta—. Disfraces bastante sobrevalorados.
—Nunca más pude ver «It» de la misma manera.
—Fue una justicia a la muerte de Georgi.
—Claaaro.
—¿Qué opinas de la segunda vez?
—Uh, definitivamente esa estuvo más cerca. Teníamos más posibilidades de ser descubiertos.
Un policía se obsesionó con la mansión y sus alrededores, empezó a investigar para quitárnosla, algo en él le decía que la forma en la que habíamos llegado ahí no era normal. Antes de que llegara a alguno de nosotros, intervenimos. Luego descubrimos que ese mismo tipo había presenciado lo que le había pasado a la familia Brown.
—Nah, no conmigo.
—La arrogancia solo a mi me queda bien.
Me dirige una mirada divertida y luego su vista vuelve al frente. Los músculos de sus brazos se contraen al apretar y manejar el volante. Aunque son delgados, sus venas sobresalen. Mantiene un brazo apoyado allí mientras con el otro acomoda su cabello negro que se ha movido por el leve viento que empieza a sentirse al subir la cierra.
—¿Y sobre los Castillo, qué crees? —aprovecho para formular aquella pregunta e intentar que suene casual.
—Nunca pensé que fueran malas personas, sus acciones eran bastante cuestionables, pero como te dije el otro día, todo depende de lo que creas que es lo correcto.
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Dulce Asesina Serial
Teen FictionBianca Vital convive al margen de la sociedad, con demás familias, quienes pertenecen junto a ella a un grupo cerrado que sigue estrictas reglas. Ya que el que entra, tiene prohibido salir. Liderado por un joven adulto fanático de Satán. Pero para...