Capítulo 15

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La venganza que tomaría hacia Charlie y Chanel era simple. Llevarlas a la cierra, jugar a las escondidas, dejarlas por su cuenta, y por último, después de dos horas ir a buscarlas. Esperando encontrarlas con el rostro contraído de miedo o lloroso. Y así fue como las encontramos pero no de la manera en la que yo quería.

¿Qué hice?

Soy como ella.

Mi mente en shock solo reproduce ese pensamiento.

Ella arruinó nuestras vidas de una manera cruel y retorcida. La culpé por mucho tiempo solo para terminar siendo igual.

Tadeo abandona mi lado para inspeccionar la escena, su ceño fruncido me da indicios de que por primera vez no tiene idea de un asesinato cometido dentro de su propia familia y bajo su supervisión.

No fue él.

¡Obvio que no fue él, hace no más de una hora estábamos besándonos!

Sintiendo la sensación de sus labios contra los míos, su calor, mi calor, su aliento abrazándome y sus brazos rodeando mi cuerpo.

Ahora no siento nada.

Solo frío bajo el viento que nos proporciona los árboles. El clima adopta oscuridad.

Zoé corre a mí, desmoronándose en mis brazos. Ella solloza. Lo que vivimos se reproduce una y otra vez, ella desgarrándose y llorando de la misma manera, y yo convirtiéndome en la persona más inútil en aquel momento, temblando, acatando sus órdenes.

—¡De nuevo, está pasando de nuevo!

Zoé entra en crisis.

—¡Cálmala, Bianca, no es momento para esa mierda! —grita Tadeo. Todos están perdiendo los nervios.

Sigo la mirada de Branco. Respirando bruscamente, con una mano tapa los sollozos que suelta. Sigo su mirada que se conecta con ambas hermanas.

Los tres están casi desnudos, aunque Charlie y Chanel se encuentran en sujetador, y sus pantalones están rasgados y cubiertos de tierra.

Freya rápidamente corre a sujetar a Chanel que presa del trauma quiere salir corriendo. Si los sollozos de Zoé son fuertes, Chanel deja su garganta en esté preciso momento.

La escena frente a mis ojos es totalmente cruel y fuerte. Arriba de una enorme roca, ahora teñida de rojo, se encuentra el cuerpo sin vida de Charlie, quien está con los ojos muy abiertos y expresa una mirada semblante y desolante. Puedo darme cuenta que Charlie murió luchando por los rasguños y signos que quedaron como marcas rojas y violáceas en su cuello. Tal vez asfixiada.

—¡Fue una trampa, fue una trampa! —repite y grita su hermana—. ¡Escuchamos ruidos, Branco y yo fuimos a ver y al volver ella estaba muerta! ¡Mi hermana murió sola y yo no pude hacer nada!

—Lo resolveré —murmura Tadeo—. La noche está a nuestro favor, no hay nadie, siendo un espacio apartado de los caminos comúnmente turísticos, podremos llevarnos el cuerpo y limpiar sin problemas.

—¿LO RESOLVERÁS? ¡MI HERMANA ESTÁ MUERTA Y SÓLO TE IMPORTA NO SER DESCUBIERTO! —la voz de Chanel sale ronca y quebradiza por la intensidad de sus gritos. Nunca había visto a alguien de la familia Brown contra Tadeo.

Él refuta con tranquilidad.

—Si descubren su cuerpo, descubren a tu familia, y será cuestión de tiempo para que todos terminemos tras las rejas de por vida. Cargamos con muchos secretos y asesinatos. Debemos pensar con frialdad.

—¡Me rindo, yo me rindo, ya no quiero más esto! —es la respuesta de Chanel. Los sollozos de Zoé captan su atención y luego su mirada se desplaza a mí—. ¡Seguro fuiste vos, asesina de mierda! —ella intenta salir del agarre de Freya para venir a lastimarme, el grito de Tadeo la detiene.

Dulce Asesina SerialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora