Capítulo 24

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—Primero que nada, hola.

—Esto es serio, Bianca. Freya desapareció luego de que se enterase que planeamos atentar contra Tadeo. Zoé y Chanel están como locas, angustiadas por Branco y por qué no vemos a Freya desde la última vez que hablamos, hace catorce horas aproximadamente.

—¡Catorce horas! —caigo en cuenta. Entre el tiempo que pasamos enterrando los cuerpos, la pelea con el líder y el lapso en el hospital, el día voló. Un vacío se acumula en mi pecho—. Tenes que calmarlas, no pueden hacer escándalo o de lo contrario esto puede terminar muy mal.

—¿De qué hablas?

—Solo hazme caso. Se lo que te digo.

—¿Hay algo que no me hayas contado? —su voz suena desconfiada.

—No es seguro hablar por este medio.

—Lo sé —cede al fin—. ¿Qué mierda hago?

—Tus putos padres tienen que servir para algo, ¿no? Camuflen en bebida medicamentos sedantes o que las hagan dormir. 

—No puedo hacer eso.

—Es eso o que terminen muertas —pienso en Charlie, ya que mi hermana y Chanel ya sabían parte de la verdad y en cuanto supieran sobre el verdadero rol de Valeria, enloquecerían. Mi madre había trastornado a Zoé a tal punto que sé que no aguantaría más.

—No puedo drogarlas...—su tono se rompe— no puedo.

—Pásame con alguno de tus padres.

—Bianca...

—¡Vamos, Kayden, no hay tiempo que perder!

A través de nuestra comunicación siento ruidos de voces y pasos hasta que el acento británico de Kian sobresale.

—¿Qué necesitas?

—Por ahora necesito a Zoé y Chanel tranquilas, alejadas del plan, porqué de lo contrario será un desastre.

—Ellas pueden ser una buena herramienta.

Ahogo una maldición.

—Repíteme cómo se enteraron.

—Pues, ya lo sabes.

—¡Se los dijiste vos, viejo de mierda!

Kayden me había mentido y eso me lo cobraría.

—Cuidado con cómo te referís a mí.

—Haz lo que tengas que hacer, confío en que las mantendrás alejadas o de lo contrario tu hijo sufrirá las consecuencias. Recorda que soy una asesina y con mis enemigos no tengo piedad.

Me cuelga y en mí la duda queda si cumplirá lo que yo le dije.

Cuando Tadeo regresa es junto a dos enfermeros que se encargan de sacarme el suero y estabilizarme. Tardo más de lo que creía porqué mis piernas están sin fuerza y mis brazos tiemblan.

Finalmente llega una doctora que nos entrega un papel que es el que nos permite la salida. Le agradezco y se despide.

Tadeo pasa una mano por mi cintura y así nos encaminamos hacía el auto. Se ve terrible producto de todas las "aventuras".

Nos separamos al subir.

—En realidad, ¿por qué asesinamos a los Castillo?

—De hecho la razón siempre estuvo ahí. Ellos incumplieron la regla de alejarse de nosotros, querían formar su propia familia aparte. Matthew, como su edad indica, ingenuo aún, le pidió ayuda a un vecino para escribir una serie de cartas y enviárselas a los Stone. Aquello fue lo que se los facilitó y terminaron por hallarnos. Estuve de acuerdo en que los Castillo hablen de más en la presencia de Matthew, queríamos atraer a Kayden para deshacernos de él, estaba revelando datos de nuestro grupo que debían mantenerse en secreto.

Dulce Asesina SerialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora