Capítulo 27

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TADEO

Una vez me pregunté cuánto terror podría ejercer en Bianca hasta que exploté. Su potencial es algo que deseo ver, que queda en mi cabeza como una droga y ansío tomar cada vez más.

Le hago prometer que irá directamente a mi habitación y se encerrará hasta que yo vaya a buscarla. Debo evitar su encuentro con Juan, su padre impulsará a Bianca a que pierda la poca estabilidad que pueda quedar en ella, y si todo sale como él quiere, terminaría asesinando a su madre.

Y no puede asesinarla, tenemos un trato vigente.

En el sótano me encuentro con ella. Está preparando el ritual, por lo que eso significa que mi padre llegará en cualquier momento.

Al nuestras miradas conectarse, hago una referencia. Ella es la suprema.

—Dentro de muy poco, dejarás de inclinarte y tomarás su lugar —su voz como siempre, suena coqueta y aterciopelada.

Estoy a tan poco de tomar el poder.

—¿Se lo dijiste?

Se refiere a Bianca, asiento.

—Solo una parte.

Sonríe ligeramente.

—La que te conviene.

—La que nos conviene —refuto.

—Casi me desobedeces, todo por esa mocosa.

Valeria todo el tiempo me amenazaba con contarle la verdad a Bianca si la desobedecía. Y al final terminé haciéndolo yo, aunque lo que le había dicho fueran verdades a medias, solo para que confiara en mí.

Su madre como la excelente estratega que es, le dió razones a Dionisio para desaparecer, identificó a cada vieja sedienta de chusmerio* del pueblo para contárselo y fue así como esparció los rumores sobre que él había tenido que ver con la muerte de mi madre. Lo que llegó a oídos de sus compañeros en la policía e incluso a superiores. Aunque sus amigos quisieron ayudarlo e encubrir aquella atrocidad, Valeria lo convenció con que lo mejor era irse, que podía quedarse a cargo de mí, siendo en ese tiempo menor de edad. Cuando no estaba en su casa con su familia, estaba conmigo, incursionándome. Podría decirse que adquirí mucha mierda.

Era una ironía que cuando por fin decíamos la verdad, fuera un rumor.

Su desaparición nos beneficiaría a ambos. De mi parte para tener más libertad. Pero especialmente a Valeria, que se había cansado de Dionisio y decía que era hora de deshacerse de él. Estaba agotada de sus ideologías y cuando le expliqué el cambio que quería dar yo, le pareció mucho más innovador.

Todos nosotros y más personas pertenecemos a lo que los ignorantes denominan "secta". Somos un grupo cerrado que persigue ciertas ideologías que las personas rechazan. Estando en sociedad debemos fingir, pero cuando estamos juntos tenemos la oportunidad de ser nosotros mismos.

En el piso está marcado un enorme pentagrama, cada punta de la estrella representa a una familia: los Costa, Brown, Vital y Stone.

Ubicados en una punta ya se encuentra la familia Brown, o lo que quedó de ellos: Freya, Chanel, Cat y Kylie. Fue demasiado fácil atraerlos, raptó a Freya y dejó pistas demasiado obvias para que la encuentren. Ahora todos ellos están amordazados y atados para que no puedan moverse. Hacen lo de siempre, lloriquear y tratar de zafarse. Que bueno que no puedan hablar.

Lo cierto es que si están en la mansión para brindarles una segunda oportunidad. Fue lo que siempre quise.

—¿Dónde están los policías? —indago.

Dulce Asesina SerialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora