~44~ Algunos cambios

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El agua que provenía de la ducha caía por mí cuerpo transportando las burbujas del jabón de rosas junto a mis lagrimas hacía el desagüe de la regadera.
Con mí bata puesta camine a mi cama donde previamente prepare la ropa que me pondría.
Estaba terminando de maquillar mis ojeras de días sin dormir al oir el timbre.
Este sonó justo cuando papá pasaba por la puerta, así que abrió vestido con una bata de saten borgoña con bordes dorados.
-¡Hola mi amor!- Saludo papá al ver a Mary.
-¡Hola Freddie!- Saludo Mary simpática, para luego abarazarse
-Ven pasa cariño- Invito papá
-Que rico aroma- dijo cerrando sus ojos para contemplar el olor.
-Es una vela de jazmin que Axl me obsequio la otra vez que pasó por casa.
-huele increíble.
-Si cariño... ¿Vienes por Sam?.
-Asi es, ¿Está lista?.
-Creo que si, aún no ha bajado- Freddie se acercó a la escalera.
-¿Se lo dijiste?- pregunto Mary
Freddie asintió.
-¿Cómo lo tomo?-
-¿Cómo crees?, Obvio mal, se que llora por las noches y no duerme. Tengo miedo de... una recaída.
-Freddie, Sam no lo hará.
-El juicio es en dos días, no veo la hora en que se termine todo este martirio... Pero ¿Sabes que también quisiera?. Quisiera mata...- Freddie dejo de hablar al escuchar la voz de su hija.
-Hola Mary... valla que bonita luces.
-Sami, gracias, tu también estás muy bella.
-¿Están seguras que irán de compras? o ¿van en busca de nuevos muchachos?- bromeo papá
-Ambas opciones- bromeo Mary
Reí y bese a papá en su mejilla.

El chofer del auto siguió las indicaciones de Mary, dirigiéndonos a una de las avenidas principales conocida por tener muchas tiendas.
Comenzamos a caminar entrando en diferentes boutiques, probandonos cientos de prendas y accesorios, entrábamos de probador en probador.
No me gustan mucho los colores brillantes o muy llamativos, prefiero los tonos neutros combinados con accesorios sutiles, también prefiero más las zapatillas que los tacones, creo que hay una gran diferencia entre mi yo real y la Sam de los escenarios.
Elegir ropa, zapatos y accesorios me estresa un poco porque soy muy indecisa, me sentí aliviada al finalizar las compras.
Antes de ir a casa, fuimos a una cafetería, era principio de diciembre, el invierno se estaba acercando y el clima ya era frío.
Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, Mary traía las mejillas coloradas por el frío. Pedimos café con galletas de chispas de chocolate que degustamos mientras hablábamos.
Mary tocó el tema del cual no quería hablar y mí sonrisa se fue.
-En dos días es el juicio- dijo iniciando la conversación.
Deje la taza sobre la mesa y mire por la ventana.
-Sam, cariño... Se que es difícil-
-No quiero hablar de eso Mary...-
-Lo siento linda, solo me preocupo por ti-
Me quedé en silencio por un rato mirando como el viento movía las hojas de los árboles.
-Escuche la conversación de papá contigo antes de bajar- Confesé.
-Solo nos preocupamos por ti cariño- Calmo Mary.
-Mary escucha, no voy a tener una recaída. Papá tiene muchos problemas, ¿Crees que podría darle uno más por mí adicción?. Mira lo que tengo que pasar por estar drogada todo el día, ¡por mí maldita adicción me violaron muchas veces!-
-Sam cálmate- dijo Mary tomándome las manos.
Mire sus manos sosteniendo las mías, mí corazón latía rápido, casi no podía respirar, subí mí mirada hasta sus ojos -Lo siento- Mencioné tapando mí cara para correr fuera del lugar. Mary fue tras de mi.
-Sam, tranquila, toma mí mano y respira- Dijo mientras me sentaba en un banco bajo el árbol a la luz de un farol.
Mis ojos traian lágrimas, sentía que estaba perdiendo el control.
Mary me tomo entre sus brazos.
-Todo estará bien, estoy contigo, nadie te hará daño, estás conmigo-
Abrace fuerte a Mary, cerré mis ojos y solo escuchaba sus palabras hasta logras calmarme.
-Quiero que toda esta mierda se termine de una vez- Susurré
-Lo se cariño, Sam... nada de lo que pasó fue tu culpa... Tu adicción fue una salida del infierno en el que te encontrabas con tu abusador, no es tu culpa-
La mire y luego mire los árboles -Mary quiero ir a casa- Mencioné

Al llegar, papá me estaba esperando, invito a Mary a cenar. Subí a mí cuarto y llame a Janet, no quería pasar la noche sola.
Janet llego en media hora, ceno junto a nosotros, reímos, no divertimos un poco, pasamos un buen rato.
Luego de la cena Mary se despidió de los presentes para volver a su casa.
Junto a Janet ayudamos a papá la levantar la mesa, se veía cansado.
-Papá, deja esos platos, yo me encargo, ve a dormir- Dije acompañándolo a la escalera.
-Eres la luz de mis ojos Sam- Beso mí frente y sonrió.
-Ven aqui- dije para luego abrazarlo -Duerme bien- Mencionaba mientras acomodaba su bata -Te quiero más allá del cielo- Mencioné finalizando con un beso en la frente.
-¿Que haría sin ti cariño?, Buenas noches mis chicas, las quiero a ambas- Dijo para luego subir las escaleras.
-Descansa Freddie- dijo Janet con una sonrisa.
Volvimos a la cocina, pusimos un álbum de KISS y comenzamos a lavar los platos, limpiar la mesa mientras cantábamos y bailabamos.
Al terminar nos tiramos en el sofá mientras comíamos helado y charlabamos como lo hacemos desde siempre, desde que éramos unas niñas de cuatro años al cuidado de la abuela de Janet.
En la madrugada subimos a mi habitación. Janet abrió la puerta que da al balcón y prendió un cigarrillo.
-Nena ¿Que haces con esas agujas?- me preguntó desde el balcón.
-voy a hacerme algunas perforaciones...- Respondí
Janet dejo el cigarrillo en el cenicero y vino a mí lado -Hagamoslo- Alento.
-Tenemos 8 agujas, o sea 4 perforaciones para cada una- informe
-Bien, tu vas primero- dijo Janet tomando una aguja al calor del fuego del encendedor -¿Donde lo quieres?- pregunto
-En el cartílago de esta oreja- mencioné haciendo mí cabello a un lado.
Janet tomo mí oreja con una mano -¿Aquí?-
Asentí
-Bien voy a contar hasta tres ¿Estás lista?-
-Si, solo hazlo- dije muy segura.
-1... 2... 3...- precedió a perforar mí oreja de un ligero movimiento -Nena pásame el arete-
Una vez puesto me mire en el espejo, casi no dolió, aunque mi oreja estaba roja.
-Ahora es tu turno, ¿Donde lo quieres?- pregunté
-Quiero que me hagas tres juntos- Corrió su cabello mostrándome su oreja derecha
Tomé un bolígrafo y los marque.
-Si, así lo quiero- sonrió Janet
Mientras ella ponía las agujas en fuego, yo recogí mí cabello con un moño.
-¿Estas lista?
-No, pero hazlo-
-Tranquila, voy a contra hasta 3 ¿Ok?
-De acuerdo- dijo cerrando sus ojos.
-1... 2... 3...- perfore su oreja tres veces, luego pase los aretes. -¿Te gustan?- Pregunté pasándole el espejo de mano.
-¡Se ven geniales!- Se alegro al pasar suavemente la punta de los dedos sobre su oreja.
-Quiero algo más arriesgado...- Dije frente al espejo de cuerpo completo.
-¿De que hablas?- Pregunto mí mejor amiga.
-Me perforare la nariz-
-¿Tu sola?-
-Si- Afirme
-Bien, yo también lo haré... Toma- dijo entregándome una aguja y poniéndose de pie a mí lado.
-Hagamoslo juntas-
Janet asintió, respiramos profundo y al contar tres las hijas perforaron nuestras narices. Las lágrimas caían sobre nuestras mejillas, rápido pasamos las argollas. Nos miramos al espejo con la nariz roja y los ojos llorosos por un momento, luego comenzamos a reír.

La Hija Del Rock [La Hija De Freddie Mercury](Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora