12. Olor a vainilla

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Feriado, que increíble que son los feriados cuando eres estudiante. Duermes hasta tarde, no hay clases, no hay tareas, no hay que soportar el olor a sobaco de los de clase ¡Es perfecto!

Me retuerzo en mi cama estirando mis brazos y piernas. Bostezo por última vez, para así poder levantarme. Abro las cortinas y también la ventana, para poder ventilar mi habitación. Camino al baño y me aseo un poco. Luego de eso, bajo y me encuentro con mamá, papá y Mark desayunando

—Buenos días— Saludo a mi familia

—Buenos días— Mark y mi padre me saludan de vuelta

Los hombres de la casa miran a mamá, pero esta ni se molestaba en saludar, pues estaba muy concentrada con su revista

Bufo y me siento junto a Mark

—¿Quieres que te traiga más jugo? yo me tomé lo que quedaba— Mark murmura cerca de mi oído

—No, yo voy por el— Acaricio su brazo y me levanto hacia la cocina

Al entrar me encuentro con Claudia sacando una jarra del estante

—Mi niña, buenos días— La mujer me saluda alegremente

—Buenos días Claudita, ¿Cómo estás?—

—Bastante bien, ¿Y usted?—

—Bien también— Sonrío

—Oiga cuénteme, que tal la pasaron ayer— Claudita saca unas naranjas y el exprimidor

—¡Increíble! esa feria jamás me defrauda—

—Me alegra mucho que se haya divertido. Supongo que la señorita Robbins también lo disfrutó— Claudita sirve el jugo de las naranjas en la jarra. A pesar de que tenga más cosas que hacer, siempre me da parte de su atención

—Espero que si, de todos modos hoy se lo preguntaré. Hoy iré a su casa, aprenderé a tocar la guitarra—

Claudia suelta las cosas haciéndome asustar

—¡¿Tocar guitarra?! ¡Pero si usted odia los instrumentos!— Genial, una más

—¡Claudita, eso no es cierto!— Gruño cruzándome de brazos

—¿A no? pues yo recuerdo muy bien la vez que rompiste las partituras del piano solo porque no te salía la primera nota. Lo mismo con el violín y la guitarra—

Está bien, ella ganó

—Ya entendí, y si, tienes razón—

Claudia sonríe victoriosa

—¡Pero nunca es tarde para volver a intentarlo!— Continúo

—Usted y yo sabemos que eso no va a resultar bien—  Claudita toma la jarra y camina a mi para entregármela

—Jamás hay que perder la esperanza— Tomo aquel jarrón y salgo de la cocina para volver a la mesa

—Oye Cal— Mark habla despacio llamando mi atención

—¿Si?—

—Cuéntame que tal te fue anoche, quiero todos los detalles— Mi hermano toma de su vaso achinando sus ojos por la emoción

—¿Detalles de qué?— Pregunta papá

—Ehh...— Mark y yo nos observamos cómplices
—Nada, solo fuimos a la feria que está cerca del condominio—

taking care of you from a better placeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora