taking care of you from a better place

49.

Ya había pasado una semana desde aquel suceso en mi casa. Se preguntarán qué pasó en el transcurso, bueno... Mamá desapareció, nadie sabe nada de ella.
Mi padre ha estado muy decaído, y claro tiene razones para estarlo.
Mark está mucho más conmigo, cada vez que llega de la universidad me trae alguna golosina para poder sacarme aunque sea una sonrisa.
Arizona no se ha despegado de mí ni un segundo, sólo lo hace para ir a la escuela. Ella me ha estado trayendo todos los apuntes de los electivos que compartimos, y Mer los de nuestra clase.

Arizona está siendo un gran amuleto para mí. Ella es la que está conmigo veinticuatro siete. Ella me cuida y me sana todas las heridas, que por cierto son varias.

Respecto a eso ya estoy mucho mejor, uno que otro moretón, sin embargo, todos mis huesos están acomodados.

—¡Permiso!—

Me volteo y noto que mi chica ha entrado a la habitación.
Arizona tira su mochila al suelo y se lanza cuidadosamente a la cama para besarme.

—Y tú, por qué tan contenta?— Le pregunté mientras le hacía un espacio a mi lado.

—Porque tengo a la chica más linda del mundo. ¿No te parece esa una muy buena razón?— La rubia se acomodó en mi pecho y con cuidado reposó una mano en mi abdomen.

—Tal vez...—

—Oye, mira lo que traje— Arizona se levantó de golpe y caminó hasta su mochila, de ella sacó una gran bolsa de Doritos. —¡Cha chan!—

—¡Mmm!— Relamí mis labios con deseo.

Ari se sacó los zapatos y volvió a recostarse a mi lado, abrió el paquete y encendió el televisor.

—Oye...— Hablé.

Arizona me miró mientras se echaba un Dorito a la boca.

—¿Siguen diciendo cosas en el colegio?—

Ella me miró atenta sin hacer ningún tipo de gesto, pero no era necesario que hablara ya que su rostro me lo afirmaba.

Dirán: ¿De qué está hablando esta ahora?

Bueno, desde que todo esto pasó, mamá fue a informar que Addison no iría más a la escuela debido a que yo la había asesinado. Sí, mi madre le contó al director que yo la había matado. Cómo es de esperarse, esto no demoró nada en ser polémica.
Al siguiente día cada uno de los integrantes de esa escuela sabía lo que había pasado y lo que yo "había hecho".

Arizona me decía que a penas entró al colegio vió a Matthew gritando al rededor de un grupo de chicos. También dijo que él la había visto, y que apenas la vió corrió hasta ella para preguntarme por mí. No para saber de mi estado, si no porque quería matarme.

Es por eso que estoy estudiando desde casa. Mi padre no ha querido arriesgarme, y sinceramente yo tampoco quiero hacerlo.

—Ya no tanto como antes— Respondió. —Ya todos saben que no volverás a la escuela—

—Y como no— Reí con ironía.

—No te preocupes de esas cosas, ellos ya no volverán a molestarte. Lo que importa ahora es que estés bien y que recuperes— Sonrió dulcemente al finalizar.

—Como no hacerte caso si me pones esa carita—

Ambas sonreímos

—Sabes, estaba pensando que podríamos escaparnos a algún lugar las dos solas—

—¿Y a dónde?— Pregunté

—No sé, quizás podríamos buscar lugares bonitos dónde haya alojamiento, y que claro, nos dejen quedarnos solas siendo menores de edad—