18. Cuidados intensivos

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—¿Que oíste exactamente?— Rasco mi barbilla mientras analizo cada gesto que hace

—Escuché que extrañabas mis dramas. Escuché que me obligabas a despertar. Escuché que pensabas que estaba muerta— Ella rió —Y escuché lo del escape—

—¿Solo eso?—

Arizona asintió

—Gracias Dios— Murmuré

—¿Cómo?— Pregunta ella

—¡Nada!— Reí nerviosa —Dije que estaba muy feliz de que hayas despertado—

—Ahora podré enseñarte a tocar guitarra— Me dice con emoción

—No tan rápido— El doctor de Arizona entra a la habitación —No vas a salir de aquí por unos días—

Arizona bufa rodando sus ojos

—¿Y cuando podré irme a casa?—

—Depende de cómo vaya tu recuperación—

El médico le pide acceso a Arizona para levantar su ropa y esta asiente. Él pasa sus dedos por su abdomen inspeccionando la pequeña cicatriz

—Sigue débil, pero pronto estará menos inflamado— El hombre saca un parche de un paquete y lo coloca sobre el abdomen de la rubia

—Auch— Exclamó Arizona

—Lo siento... y listo— El doctor Webber quita sus guantes y los tira a la basura —Ahora solo trata de descansar. No hagas movimientos bruscos, si los llegas a hacer te acordarás de esta cara— Él cierra sus ojos con fuerza y hace una mueca de dolor. Arizona y yo reímos ante su expresión —Tampoco podrás comer ciertas cosas, tales como grasas, carnes rojas, helados, legumbres, café...— Webber se acerca a nosotras y entrecierra sus ojos —Ni tomar alcohol— Susurra

—Por supuesto— Asiente Arizona —¿Entonces que puedo comer?—

—Por ahora nada. Mañana las enfermeras te traerán los alimentos más livianos que encuentren, como carnes blancas, pescados, frutas y verduras bien cocidas— Arizona lo mira con disgusto —Lo sé, suena horrendo, pero te hace bien— El doctor le da un guiño —Bueno chicas, las dejo por ahora. Nos vemos— Webber nos sonríe y nosotras nos despedimos con la mano

—Me cae muy bien— Dije sonriendo

—Ajá— Arizona baja la mirada como si algo estuviera mal

—¿Que pasa?, ¿Te duele algo?— Me acerco lo suficiente a ella como para ver sus gestos

—No, no, no es eso— Arizona me da una media sonrisa —Olvídalo—

—¿Segura?— La observo con una ceja alzada y ella asiente —¿En ser...—

—¿Podrías llamar a mi mamá?— Arizona me interrumpe, ¿Que diablos pasa?

Hace unos minutos nos titulamos mejores amigas y ahora ni me mira a los ojos. Algo extraño está pasando y aparentemente no quiere decírmelo

—Claro...—

Me levanto del sofá y abro la puerta

—Bárbara— Ella se voltea a verme —Arizona quiere hablar con usted o ustedes— Al terminar bajo mi cabeza y junto mis manos

—Claro, gracias— Ambos padres se levantan y entran a la habitación

Me siento en el lugar que estaba Daniel aún cabizbaja

Al estar ahí puedo sentir una mirada penetrante en mi y creo saber de quién es...

—¿Estás bien?— Ahí está

taking care of you from a better placeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora