22. Angelina

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Desperté como de costumbre para ir a la escuela. Me alisté y salí junto a Mark para subirnos al auto. En el camino iba hablándome sobre lo estresado que lo tiene la universidad. Que tiene estado trabajos, que tiene estos exámenes, que tiene tantos proyectos, un sin fin de problemas. Creo que se le olvidó por completo que estoy por terminar la escuela y a la nada de entrar a la universidad, y claramente ninguna de sus quejas me tranquilizaba.

Minutos después me encontraba subiendo las escaleras del colegio. No estaba acostumbrada al silencio en el lugar, como siempre llegaba tarde todo estaba ruidoso. Esta vez llegué media hora antes, ¿pueden creerlo? Mi padre muy temprano fue a levantarme, aparentemente la exigencia se volvió parte del castigo.

Subí el último escalón y caminé con calma al salón. Cerré mis ojos y pensé en la tranquilidad que habría en aquella sala. Sólo yo y la música a todo volumen que saldrá de mi celular.

Entré a la sala y como lo esperé estaba vacía.

—¡Que tranquilidad!— Grité a toda voz

Caminé hasta mi lugar y lancé la mochila al suelo. Después me paré recta y estiré mis brazos y piernas. Revisé mi reloj y aún tenía tiempo de sobra, por lo tanto decidí caminar por la escuela. Salí de la sala y conecté mis audífonos a mi celular. Me metí a la aplicación de música y escogí una de mis canciones favoritas.

Al salir al patio pude sentir el frío aire chocar contra mi rostro. Sentía mis pestañas flamear al igual que mi cabello. Subí la cremallera de la chaqueta hasta el tope, esta llegaba a taparme hasta la boca. Luego de eso escondí mis manos en mis bolsillos y comencé a caminar.

Fui directamente hasta mi lugar especial. El lago estaba congelado, y como no si ayer por la noche morí de frío. Los patitos que habitualmente habían ya no estaban, y me alegro, o si no serían parte del río hecho hielo.

Mientras apreciaba el paisaje sentí mi celular vibrar. Saqué mis manos de los bolsillos y las froté para conseguir un poco de calor. Tomé el aparato y vi que Mer me habías mandado un mensaje:

"Hola fea buenos días. Espero que ya estés en el colegio, y si no... ¡APÚRATE! Te escribí para decirte que no iré a clases mínimo por una semana...

Abrí mis ojos y los entrecerré para ver si había leído bien.

"Agarré un resfriado horrible. Supongo que este es mi castigo por regresar con Derek JALDJSKKD, bueno eso era. TE AMOO"

Reí por el comentario de Derek. Pues si, el karma existe

Observé el botón de grabar audio y lo presioné

—Hola enana. Lástima que no puedas venir— Hice un tono triste —Acaba de llegar un chico nuevo y está de pelos, que triste que no puedas verlo— Tapé mi boca para no reír. Molestar a Mer es una de mis cosas favoritas —Y bueno, cuídate y yo también te amo— Estiré mis labios, hice el sonido de un beso y mandé el mensaje

Al instante ella lo abrió y lo reprodujo

"¿Me estás jodiendo? No te creo una mierda"

Reí nuevamente y seguí con mi papel

"Te juro que no es una broma, de hecho es alto, rubio, tiene buena figura y que hablar de su cabello. ¡Uf! mil veces mejor que de Derek"

"Eres una perra. Espero que hoy te cague un pájaro en la cabeza" Respondió

Así pasé el rato hablando con Mer. Ella me preguntó si podíamos hacer videollamada y obvio acepté. Mer se veía espantosa, parecía como si un vampiro le hubiera chupado la sangre. Tosía a cada rato, los mocos que le caían eran más verdes que el pasto. Y debo admitir que pasé la mayoría de la llamada burlándome respetuosamente de su aspecto. La amo

taking care of you from a better placeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora