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7. La cena

(i kissed a girl and i like it
The taste of her cherry chap stick
I kissed a girl just to try it...)

Cantaba mientras terminaba una de mis tantas tareas de historia.

Detesto historia, creo que es una materia demasiado inservible. Realmente no encuentro el sentido de estudiarlo, es decir, no es como que vayas cambiando y de la nada aparezca un tipo y te diga "Hola, sabes que pasó en el año mil quinientos treinta y cinco?" ¡Es absurdo!

—No deberías cantar esa canción tan fuerte—

Mark me quita los audífonos haciéndome saltar

—Joder Mark casi me matas del susto— Puse las manos en mi pecho —Que haces acá—

—Papá te está llamando de hace rato—

—Y por qué no viene él—

Mark levanta sus hombros

—Dile que ya voy— Resoplo

Mark asiente y luego sale de mi habitación

Guardo mis cosas y bajo hasta la sala

—¿Por qué me llamas?—Pregunté, mirando a mi padre quien estaba en el sofá

—Perdona, ¿te molestamos?— Mi madre habló claramente para irritarme

Rodé mis ojos y me acerqué a papá

—Ya casi son las nueve, prepárate para la cena—

—¿Es necesario asistir?—

—Por supuesto, ¿Acaso tienes otros planes?— Mi padre me mira con una de sus cejas levantadas

—No, solo estaba haciendo tarea—

—Aleluya— Mamá murmuró despacio, pero lo suficientemente fuerte para oírla

—Papá, en serio debo entregar esto— Sostengo mi actitud

Mi papá suspira y luego me observa

—Bien, pero por lo menos baja a saludar—

—Lo haré— Le sonreí y besé su mejilla y caminé hasta las escaleras para terminar mis trabajos

—Siempre la consientes en todo Carlos, de seguro es así por tu culpa— Me detuve a penas la escuché

—¿Mi culpa?, culpa de qué—

—De qué esté, ya sabes, enferma—

Abrí mis ojos sorprendida, aunque no sé porqué me sorprende, así es mi madre

Apreté mis puños y volví a la sala

Mis pasos eran largos, mi cabello saltaba con la prisa de mi caminata, mis uñas clavaban mis palmas, mi adrenalina a tope

—Ni se te ocurra culparlo— Me paré fríamente frente a ella

—¿Disculpa?— Mi madre toca su pecho como si estuviera indignada

—Deja de hablarle así, el no tiene la culpa de absolutamente nada—

—¿A no? El es el único que te consciente—

—¿Consentirme? ¡Ja!— Reí irónicamente
—Créeme que lo menos que hacen ustedes dos es consentirme. Por dios, ni siquiera me dan los buenos días, ni me preguntan como estoy, ¡Nada!—

—Por favor, no seas exagerada— Mi madre rueda sus ojos

—¿Exagero? Simplemente digo la verdad. Lo único que hacen bien ustedes dos es denigrarme —