Prologo

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Ángela.

Ya no vale nada.

Perdí mi tiempo.

Perdí las horas en las que intenté convencerme que él era el correcto, que no me haría daño.

Pero aquí estoy, viendo una escena desgarradora para muchos, pero para mí, es solo un reproche por confiar en él.

—No te vayas —Se acerca a mí, abrochando su pantalón mientras la acompañante solo se cubre con su camisa—. Esto es un error.

—No sé con quién crees que hablas —me suelto de su agarre bruscamente cuando sujeta mi mano—. Pero yo no perdono, y esto es un golpe duro a mi orgullo. No me molesta que te haya encontrado con ella, al contrario, me alegra ver la clase de hombre que estaba a mi lado.

—Ángela —Vuelve a sujetar mi mano, pero la suelto de nuevo—. Escúchame...

—Escúchame tú, no quiero que me busques, no te quiero cerca nunca más.—le digo evitando mirar a la chica que se encuentra apenada a unos pasos.

—No te puedo perder, esto no debió pasar nunca. —Me dice suplicante.

—Nunca me tuviste.

—Te amo. —Me sujeta de nuevo, pero le doblo la cara con un bofetón.

—Eso no significa nada para mí, ya no.

***

Autor:

•Aveces solo preferimos lo que parece perfecto, a eso que simplemente podemos llegar experimentar y disfrutar con ganas, pero el orgullo hace de las suyas golpeándonos y hundiéndonos en ese agujero de miedo que nos grita un "No te arriesgues" y no lo haces yendo por el camino equivocado, pensando que es el correcto.

Arriésgate, vive, disfruta cada momento y que el orgullo quede a un lado. Cuando de verdad deseas algo, no tengas miedo solo por prejuicios de tu mente.

Más allá de mi orgullo// EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora