«Milán».
Italia-Milán.
Ángela.
¡Oh por Dios! Estaba ansiosa por ver esto. Es lo más hermoso que alguna vez pude llegar apreciar... las calles de Milán son tan extremadamente hermosas y culturales que no paro de tomar fotografías mientras mi madre sonríe feliz de tenerme a su lado. No está acostumbrada a verme de buen humor y es por eso que se aprovecha de mi.
Al dejar el equipaje y todas nuestras pertenencias en el ostentoso hotel, decidimos que lo mejor era caminar y hacer turismo por todo Milán. Debíamos aprovechar antes de que empiecen los cansados y atareados desfiles a los que mamá está sometida. Ella está muy feliz por mostrar su nueva marca, pero también se nota un poco cansada. Ya no es la misma energía de antes, pero me alegra que al menos se le note un poco de entusiasmo.
Olivia no ha parado de llamarme para que le envíe fotos de las maravillosas calles de Italia. Y así hice; le envié cientos de fotos, desde comida hasta prendas y zapatos. Todo lo que veía a la vista lo grababa en mi móvil y llegaban a mi amiga quien emocionada gritaba al otro lado.
También se mostró arrepentida ya que no quiso venir para pasar tiempo con su "Pareja" ahora quiere estar conmigo, pero ya no puedo hacer nada más.
Chiara también estuvo enviándome notas de voz, se mostraba contenta, pero hubo algo que no me convenció. Dijo algo sobre estar molesta con su papá y en cuanto yo llegara a España la ayudaría con eso. La verdad es que no se de que hablaba, se notaba triste y frustrada, aún así me sonrío a través de la pantalla y me dijo que estaba ansiosa de verme.
Galván habló conmigo antes de salir del aeropuerto y estuvo muy atento, aunque un poco molesto. No entendía la razón y tampoco le preste atención, la verdad es que no tengo tiempo para las pataletas de nadie. Y estoy segura que su frustración es por lo qué pasó hace unas noches.
Luego de ese incidente, le pedí disculpas y él, muy tranquilo me dijo que no me preocupara y que entendía la situación. Yo le dije que fue un malentendido. (Aunque no le debo explicaciones) me sentía realmente culpable por el sangrado que tenía en su nariz y el dolor en su rodilla.
También me dijo que podría buscar soluciones para alejar a Álvaro si me incomodaba y un rápido "No" salió de mis labios confundiéndolo más. La verdad es que aunque Álvaro no me agrada en lo más mínimo, no puedo exagerar las cosas. No se porqué algo dentro de mi quiere volver a tocar y besar y, me frustra demasiado sentir aún sus manos sobre mi. Tocar las marcas y chupetones que maquillé con esmero hace que me de una punzada en el corazón, es más bien como una opresión, como si me doliera recordar lo que pasamos hace unas noches atrás.
Cada que me miro al espejo sonrío inconscientemente mientras toco mis labios. Una electricidad recorre mi cuerpo cuando recuerdo nuestros cuerpos sudorosos pegados y abrazados con ímpetu, como si no quisiéramos estar lejos el uno con el otro. Su olor ¡Joder! Me encanta mucho el aroma que desprende su piel y lo bien que se movía dentro de mi.
Los pequeños besos y caricias que me daba cuando caí rendida en su cama. Las cosas que me susurraba al oído prendiéndome; también su rostro... maldita sea. Es el hombre más apuesto que he visto en la vida y me molesta que lo esté admitiendo hasta ahora, pues cuando lo conocí estaba cegada por el enfado y me convencía a mi misma que era como cualquier otro. Pero su sonrisa quedó grabada en mi mente al igual que su voz. ¿Qué me hiciste?
—¿Ángela? —Mamá me saca de los pensamientos. Me mira extrañada— ¿Va todo bien?
Sonrío.
—Si, solo estaba recordando algunas cosas...
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Más allá de mi orgullo// EDITANDO.
Short StoryÁngela Maltés, cuyo orgullo compite con su ego. Arrogante, sin sentimientos y misteriosa, dispuesta a cualquier cosa por conseguir lo que quiere sin importar a quien lleve por delante. Es una mujer segura de sí misma y que jamás le bajaría la cabeza...