Extra 2

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Álvaro

Sin importar cuantas veces le diga a Chiara que guarde silencio, sigue ignorándome como la malcriada que es. No deja de enseñarle palabras a Georgia, sin perder la esperanza que pueda hablar si quiera una sola sílaba. Mi pequeña hija de siete meses quien solo balbucea y ríe a carcajadas con mi loca mayor. Yo también quiero que hable, que aprenda al menos su nombre, pero está muy chica.

Las esperanzas no las pierdo. Chiara dijo su primera palabra a los siete meses y fue "papá".

Señor Beltrán. ¿Sigue ahí? —pregunta Gutiérrez al otro lado de la línea.

—Que me parece de maravilla —intento hablar un poco más alto, ya que Chiara no deja de hablarle como una lora a Georgia—. ¿Entonces quedamos para...?

—¿Puede hablar un poco más alto? No le estoy entendiendo nada.

Respiro hondo para no decirle un sermón a la cotorra de Chiara. No estoy para que estalle en llanto en este momento.

—Le estaba preguntando el día en el que podamos reunirnos, me interesa mucho la...

—¡Papi! ¡Georgia dijo algo! —Chiara interrumpe de nuevo.

—Hija, estoy en una llamada importante.

Me saca la lengua y sigue insistiéndole a la bebé. Doy la vuelta e intento ponerle atención al móvil, pero los gritos de mi hija no cesan.

Señor Beltrán, necesito una respuesta rápida, no pretenda dejarme toda la tarde esperando.

—Y lo entiendo, solo que estoy en problemas...

—Dilo de nuevo bebé, di el nombre de papá —ruedo los ojos ante la insistencia de Chiara y vuelvo al móvil.

—Creo que usted debería escoger la fecha de la reunión. ¿Que piensa? —Sugiero. De todos modos ya no hay vuelta atrás.

Vale, entonces quedaremos en una semana, es lo máximo que puedo darle.

—Excelente, será un placer negociar con usted.

Hay otra cosa, Beltrán...

—Pa... pá...

Ignoro el pequeño balbuceo y sigo escuchando a Gutiérrez.

La junta deberá tener...

—Pa...pá —escucho de nuevo, pero entre el ruido a mi alrededor y la voz chillona al otro lado, hace que no le de mucha atención.

—¿Que ha dijo? Disculpe, Gutiérrez, pero ¿puede repetirlo?—pregunto y...

—Papá...

—Chiara, estoy en una llamada importante.

Volteo a mirarla y rápidamente me doy cuenta que ella no fue quien interrumpió. Camino en dos zancadas hasta el sillón, y mi pequeño témpano me sonríe tendiendo sus pequeños brazos.

—Hablaste —susurro anonadado—. Has dicho papá.

—Hasta ahora te has dando cuenta, papi —Chiara me mira molesta—. ¡Dile papi otra vez, bebé!

Que mi hija mayor le hable así a Georgia, me hace reír con ganas.

—Dilo otra vez —pido y ella solo insiste en que la levante en mis brazos.

—Papá —repite con dificultad, abriendo y cerrando sus manitas con ansiedad.

—Mi hija me ha llamado papá —la lleno de besos—, dilo de nuevo, mi amor.

Más allá de mi orgullo// EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora