Más allá de mi orgullo// EDITANDO.

Capítulo 1

«Un comienzo».

España-Madrid.

Ángela.

Salir a trotar se ha convertido en uno de mis pasatiempos favoritos, es la única forma de sentirme tranquila, además de que me ayuda físicamente. No tengo mucho tiempo libre para esto debido a que la universidad no me da tregua, sin embargo, aprovecho cada oportunidad para salir a trotar o visitar lugares interesantes. Cada día es una aventura para mí a pesar de que me gusta estar sola.

Solo tengo una amiga «Olivia» ella es muy diferente a mí, a ella le gusta estar rodeada de personas y a mí me estorban, a ella le gusta salir de fiesta y a mí me gusta quedarme en casa leyendo, a ella le encanta el romance y todo lo que tenga que ver con hombres y bueno... Digamos que no los odio, pero no me interesa nada que tenga que ver con el amor y prefiero estar alejada de eso, pero a pesar de nuestras diferencias. Ella es la única persona que tolero además de mi mama.

Llego a casa una hora después y voy directo a la habitación para ducharme, mamá debe estar en su trabajo y a decir verdad prefiero estar sola en casa, me gusta su compañía prefiero que pase un rato mas fuera de casa. No he llegado a mi habitación del todo cuando ya escucho el timbre de mi móvil, me apresuro a tomarlo y no puedo evitar rodar los ojos al ver el nombre de la persona que llama.

—Olivia espero que tengas algo importante que decir, estoy cansada y debo ducharme.

—Oye no seas amargada —suspira casi emocionada y ya creo saber para que me llama—. Quiero hablar contigo algo importante.

—Habla de una vez.

—Bueno pues... como sabrás —se queda callada por unos minutos y odio cuando se pone con estas estupideces—, Mi padre va hacer una cena importante en casa, ya sabes de la compañía y todo eso...

—Olivia no voy a ir a ninguna parte —sentencio de inmediato, está loca si cree que iré—. Sabes que odio esos lugares.

—Por favor Ángela, te lo suplico —no puedo evitar reír porque ya me imagino su cara de puchero—, Yo nunca te pido nada.

—Creo que elegiste un mal día para pedirme eso. Mañana temprano prometo decirte la respuesta.

—Bien, pero dirás que si ¿verdad? Nunca te diviertes, además de que solo son personas mayores no tienes de que preocuparte...

Cuelgo la llamada sin responderle nada. No sé en qué está pensando Olivia al invitarme a un lugar como esos, odio los lugares donde van muchas personas. Aunque es irónico, ya que mi carrera no me brinda soledad pero ¿Qué más da? Ya me acostumbraré más adelante.

Me doy una larga ducha quitándome el mal humor en segundos, me coloco el pijama y me acuesto para terminar el trabajo de mañana. Es cansado, pero vale la pena cada desvelada, siempre voy a poner de prioridad mi carrera, por encima de todo.

Paso más de cuatro horas terminando el trabajo y repasando todo para tener la mejor nota de la clase pero ya los ojos me pesan así que termino dormida...

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—Ángela cariño, despierta —la voz de mi madre resuena en toda la habitación haciendo que me despierte molesta.