«No me dejes sola».
Álvaro.
—... Mañana no recordaré nada, así que aprovechemos—. El tono de su voz hace que le quite el trago que tiene en las manos «ha bebido de más».
—Creo que ya es suficiente —se aleja para mirarme frunciendo los labios, en un claro ejemplo de que no quiere dejar de beber. «Hasta ebria se ve hermosa».
—¿No quieres besarme? —Su pregunta me toma por sorpresa.
Me acerco más a ella y la pego hasta mi.
—Créeme que es lo que quiero desde que te vi, pero estás ebria y necesitas irte a casa.
Si fuera otra mujer realmente no me importaría, pero Ángela es nueva probando el alcohol por lo que me dijo Olivia, y no quiero aprovecharme de eso, así me lo pida a gritos.
—Llévame tú, no traje coche.
Le tomo la mano para ir en busca de Olivia, pero no lo encuentro donde estaba hace unos minutos, lo que hace que maldiga internamente. Me tocará llevar a Ángela por mi propia cuenta.
Ella a duras penas puede sostenerse y no entiendo porque permitieron que bebiera de esta forma. Olivia está acostumbrada a eso, a beber hasta desmayarse, pero se nota que Ángela es primeriza probando esta porquería.
Llego al estacionamiento, la subo a la parte del copiloto con todo mi esfuerzo ya que se niega a separarse de mi, pero termina accediendo y yo me voy a mi puesto. En el momento que me muevo para ponerle el cinturón, sin previo aviso siento como Ángela se sube sobre mi, halando mi cabello «¡Joder!».
—Esto es muy peligroso, Ángela —Intento separarla pero se recuesta sobre mi, balanceando las caderas.
¿Que me pasa? Se supone que ya debería estar en mi cama, tanto esperar ¿Para que? Algo dentro de no quiere lastimarla y no entiendo la razón.
—Hay que irnos —le digo pero me vuelve a ignorar.
—Enciende el estéreo —Pide, para mirarme—. No lo repetiré.
No logro moverme mucho por la incómoda situación en la que nos encontramos, así que con esfuerzo, enciendo el estéreo y la canción de «Suffer» de Charlie Putt inunda mi coche, mientras Ángela sigue recostada sobre mi.
—Te confesaré algo, ¿que más da? Ya perdí mi dignidad y mi orgullo contigo —me sujeta el rostro para que la mire—. Nunca había besado a un maldito hombre, a excepción de ti, pero eso ya lo sabes.
Besa la comisura de mis labios.
—Desde que me diste ese beso en casa de Olivia no he dejado de pensar en eso, se volvió como una adición, algo que quiero probar muchas veces pero mi ego es tan grande que no me permitía buscarte —dice dejando otro beso—. Odio sentirme así, te odio por eso.
—Es...
—A la mierda mi orgullo.
Antes de poder responder otra cosa, se lanza a mis labios. Nuestras bocas se unen y chocan con mucha adrenalina y deseo, yo sin mucho esfuerzo correspondo moviendo nuestros labios, como la primera vez, desesperado y con ganas.
Sus labios son dulces y sus besos, torpes, y si se nota que nunca había besado antes, así que la sujeto del cuello y la pego más para que no se aleje de mi.Bajo por su mandíbula dejando besos mojados y no puedo omitir la humedad que se siente en mi pantalón. Sin nada que perder comienzo a regar más besos por sus senos tarareando la canción que ya está apunto de terminar.
🎶I'm just a sucker for a cold-hearted lover
You make me suffer
You make me suffer
Don't keep me waiting (don't keep me waiting)
You should come over, whoa (you should come, you should come, baby)
Don't make me suffer
Don't make me suffer.🎶
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Más allá de mi orgullo// EDITANDO.
Short StoryÁngela Maltés, cuyo orgullo compite con su ego. Arrogante, sin sentimientos y misteriosa, dispuesta a cualquier cosa por conseguir lo que quiere sin importar a quien lleve por delante. Es una mujer segura de sí misma y que jamás le bajaría la cabeza...