Capítulo 32

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«Buena suerte».

Álvaro.

Dos malditas semanas pasaron tan rápido, que aún estoy asimilando la idea de que ha llegado el día de la presentación de mis diseños. Todo fue en un abrir y cerrar de ojos, creo que fue tanto trabajo y ajetreo que no me daba cuenta lo rápido que estaban pasando los días.

La junta con Ricardo Miller es en unas horas, hoy el día ha estado más revuelto que nunca, estamos asegurando a que todo marche con normalidad, incluso Nicolás que solo se encarga de las finanzas, ha estado al pendiente de todo.

He intentado no estresarme más de la cuenta, a pesar que la cabeza parece que me explotará en cualquier momento. Estas dos semanas también han sido de la mierda respecto a mi salud, me he sentido muy mal físicamente, he vomitado sin razón alguna más de dos veces, también muchas punzadas en el pecho y en la cabeza, por más que bebo aspirinas y todo tipo de píldoras, no hay manera que el dolor merme. El doctor sigue diciendo que el vomito es algo viral y que no hay nada de que preocuparse, no seguí insistiendo ya que me harta este tipo de cosas.

En otros temas, está el témpano de hielo, la mujer más fría que he conocido. He seguido el plan al pie de la letra, la he mantenido serena y no he intentado hacer nada para agobiarla o hacerla sentir incómoda. Estos días tuvimos mucha cercanía, pasamos casi todo el tiempo juntos por el tema de la "casa de reposo."

Me tragué las ganas de golpear al doctorcito de cuarta unas cuantas veces, ya que él también estuvo ahí pegado con Ángela, la llamaba a cada nada, no la dejaba respirar, cosa que me hacía cabrear en segundos. El maldito hombre tenía el descaro de decir que yo solo la quería alejar de él, pasaba insinuando cosas, y aunque tenga razón, no puedo dejar que el témpano se de cuenta.

La remodelación de la casa está fluyendo con éxito, Ángela ha cambiado muchas cosas, se muestra muy entusiasmada, yo la he ayudado en todo lo que me pide, incluso más. Ya solo nos quedan un par de días y terminamos por completo, la emoción se hace más grande cada día.

Aún sigue huyendo y tratándome mal, no se le quita esa maldita costumbre, cada minuto me recuerda lo mucho que me odia. Ella piensa que soy imbécil, pero ha intentado seducirme más de una vez, siempre está insinuando cosas y provocándome como si yo fuera un adolescente o algo así. Por el bien de ambos solo me he mantenido al margen, no me acerco más de la cuenta y cuando lo hago es porque lo creo necesario.

No ha pasado nada fuera de lo común entre nosotros estos días, solo charlas medio amistosas y una que otras burlas.

Juro que estuve apunto de mandar todo a la mierda y secuestrarla para siempre, al menos empezar a cortejarla y que así deje la estupidez con ese doctor. Sé que no le gusta, lo trata mal y siempre está mintiéndole con excusas idiotas, solo para que no se entere que está conmigo. En cambio a mí me ha estado demostrando silenciosamente que le gusto, ella es muy orgullosa y no querrá confesarme nada, pero se preocupa por mí, me llama siempre, y busca cualquier excusa para hablar conmigo. Yo no me quejo, me gusta la atención que me ha dado estos días, si no fuera por el maldito doctor, puedo apostar que Ángela y yo estuviéramos en otros términos. La remodelación es lo único que nos mantiene cerca, también mi hija, quien no se separa de Ángela, pasa todo su tiempo con ella.

Judith me ha estado amenazando hasta el cansancio, la lengua se le caerá en cualquier momento si sigue con el jodido tema del compromiso. No le bastó con el susto de la cárcel, tampoco el hecho de que yo supiera la verdad, para ella solo es una mentira más que se está creyendo en su cabeza, ya que ahora dice que yo estoy pensando las cosas. ¡Está malditamente loca!

Por más que le dejo claro que ella y yo no tenemos nada, se enfrasca en insistir que lo de nosotros es real, no se de que diablos habla, lo único real que siento es por Ángela. Mamá quiso sacarle información a Chiara, empezaron a interrogarla disimuladamente, pero lo que no saben es que mi pequeña y escurridiza hija es mas inteligente de lo que pensaban. Respondió a todas las preguntas diciendo que Ángela era la mujer más especial que había conocido, que es rica y que es mejor que Judith, sí, dijo eso sin importar que dicha persona nombrada, estuviera ahí. Chiara es muy directa, no le interesa nada más, que no sea lo que ella piensa, así que no le importó decirle a Judith en la cara que era una mujer despreciable y que ella solo quería a mi témpano de hielo. El reproche de mamá no se hizo esperar, pasó horas en mi despacho despotricando cosas sobre Ángela, sin conocerla ya había empezado a odiarla, tuve que pedir a seguridad para que la sacaran por décima vez en el día. Me volverán loco.

Más allá de mi orgullo// EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora