N. O.
Chris no esperó un segundo más antes de reaccionar tomando la daga que escondía contra su pecho. Ella lo miró a los ojos acorralada contra la pared esperando que algo de ese sentimiento que escondía saliera, para poder encontrar su punto más débil.
-Hazlo.
Su reto era predecible, quería demostrarle al D'angelo que no era capaz de lastimarla o siquiera de pensar en hacerlo.
-No tienes el valor. -Se burló de forma altanera hasta que una decepción profunda abordaron los ojos del pelinegro. Sin decir nada la tomo de ambos brazos para atarla mientras Sam le ayudaba.
-¿Qué haremos con ella? -preguntó su amiga con curiosidad y una pizca de miedo en su interior. -No podemos matarla pero si la encerramos sabrán que fuimos nosotros, vendrá su madre por ella.
-La llevaré a casa.
Todos en la habitación, incluyendo la rubia, quedaron sorprendidos por lo que dijo.
-¿Piensas exponer a tus hermanos?
Tiro con fuerza de Charlotte mientras comenzaba a caminar al auto.
-Quiero que Dalton haga algo, él sabrá muy bien qué es lo que le pasa.
Sam se detuvo en seco mirándolo incrédula.
-Espera ¿me estás diciendo que intentas ayudarla?
-Si Sam, es lo que haré ¿hay algún jodido problema?
-¡Iba a matarte!
-No estaba en ella hacerlo, sé que ella me... - censuró sus palabras ante una sonrisa irónica de Charlotte.
-Esto tiene que ser una broma ¿Crees que ella realmente te ama? ¿Qué hay alguna poción o magia que hará que vuelva en sí? ¡Es una puta cazadora!
-¡Y es el amor de mi puta vida!
Y el silencio fue sepulcral.
Charlotte borró la sonrisa que albergaba su rostro y Sam se quedó sin aliento sin poder creer que esas palabras salieran de sus labios con tanta seguridad.
El resto del camino fue intenso, agotador y exasperante, todos los involucrados en el auto sin tener idea de lo que estaba pasando realmente por la mente del otro.Minutos después de ese pequeño castigo en marcha se detuvieron frente a la casa de los muy ya conocidos hermanos. El primero en sentirla fue Max que corrió rápidamente dónde se encontraban ambos saliendo del auto, Charlotte lo miró a los ojos enseguida y algo adentro de ella se removió a tal punto que cualquier instinto que pudiese tener iba desapareciendo poco a poco.
Sin siquiera preguntar fue directamente hasta donde se encontraba con el único propósito de quitarle las cadenas que le apretaban las muñecas.
-Espera, hermano. Ella no es Charlotte, es la cazadora que se ha encargado de matarnos.
- ¿Qué?
-Así es, luego de estar a solas con Chris en la habitación del bar intentó matarlo. -Prosiguió Sam, que muy en el fondo metía más palabras a la conversación por los celos que sentía al ver que Max le daba más atención a la rubia que a ella.
-No es su culpa, sabes que la controla su instinto. -La defendió volviendo a su tarea de quitarle la soga pero la rubia lo detuvo en un susurro.
-Basta, Max. -articuló con ese nudo en la garganta que no la dejaba ni respirar. - Yo iba a matarlo.
-Pero no fue tu culpa, princesa mía -tomó su barbilla entre sus dedos haciendo que elevara la mirada a sus ojos. -Tú jamás nos harías daño.
Ella negó silenciosamente con la daga escondida entre sus senos intentando reprimir ese impulso cuando él poco a poco deshacía las cadenas de sus muñecas.
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Hermanos D'angelo.
VampireDentro de las enormes paredes de la mansión, vivían cinco hermanos. Los hermanos D'angelo. Cada uno tenía algo especial y diferente, compartían secretos que absolutamente nadie más podía siquiera imaginar. Nadie sabía de dónde venían, quiénes eran...