Capítulo 7.

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N. O.

Estaban todos reunidos en el cuarto de estudio, las cosas debían aclararse de una vez si querían seguir manteniendo a salvo a Charlotte. No era noticia nueva que la chica complicaba las cosas en la casa, llamando la atención del peligro y los enemigos.

-Sigue dormida - aclaró Maxwell reuniéndose con el resto de sus hermanos.

La tensión en el ambiente por como estaban las cosas, dejaba muy claro que todos temían lo mismo.

Max ya había dado su versión de lo que había sucedido, Chris repitió las mismas palabras que ella dijo cuando estaba moribunda. Pero nada de lo que decían tenía sentido.

-¿Creen que sea una señal? - indagó Diego pensándolo detenidamente, intentando resolver el acertijo.

-¿Chris? - voltearon con su atención en él esperando que viendo el futuro se diera cuenta de lo que estaban enfrentando.

-Nada - negó perplejo -Es como si me pusieran una página en blanco.

-Deberías llamar a su madre, ella debe tener una idea - sugirió Diego a Dalton.

Este simplemente lo miró, sin expresión alguna, la misma seriedad de siempre -Intentaré comunicarle lo que sucede, igual pienso que no sabe nada.

-Debe saberlo, es su madre y conoce todo este proceso - Max fue el siguiente en tomar la palabra -Y si ella no lo sabe... tendremos que hablar con ellos y llegar a un acuerdo.

-¿Los hombres lobo? - preguntó Chris con ironía -¿Es enserio?

-Sugiere una solución entonces - lo retó.

-Seguirla protegiendo es mejor que entregarla a esa basura inmunda - respondió.

Maxwell sonrió burlón -Hasta hace un día no querías ni verla en casa.

-Hasta hace un día eras un idiota - se detuvo y lo meditó un segundo -Espera, sigues siendo uno.

-Gracioso Chris.

-Basta los dos, no es momento de juegos - interrumpió Diego molesto.

-Intentaré conseguir algo - anunció Dalton a los chicos comenzando a salir del salón -Chris, deberías hacer lo mismo y ya sabes como.

-Claro - sonrió con suficiencia sobre Maxwell que solo rodó los ojos con fastidio.

-Maxwell, la cuidarás esta noche, mantente despierto - ordenó a su hermano.

Y así todos abandonaron el salón para hacer lo que debían e intentar resolver el misterio que envolvía a la chica que dormía plácidamente en su habitación.

Antes de marcharse, Chris sacó una pequeña pulsera que sin querer le había quitado a Charlotte cuando la estaba curando. La tomó entre sus manos con fuerza debatiendo si dejarla en su bolsillo o entregársela sin que se diera cuenta.
Era lógico que el tenerla cerca le iba a servir para tomar un poco más de valor, pero era lo suficientemente orgulloso como para aceptarlo, por lo que tomando la segunda opción, decidió colarse por el balcón de la chica para no ser atrapado en un intento de ser gentil con ella, por primera vez.

De un salto llegó hasta la ventana, para su suerte se encontraba abierta y las cortinas danzaban al compás del viento, que justo esa noche se había intensificado. Lentamente, haciendo el menor ruido posible fue colándose a la habitación. El trayecto a la mesita de noche que tenía a un lado de la cama fue más fácil de lo que imaginó, ella estaba completamente dormida.

La miró con completa veneración. Ella sin querer, lucía hermosa bajo la luz de la luna que hacía más clara la noche, incluyendo la habitación.
Reaccionando a su imprudencia se dio la vuelta para alejarse, pero ella se removió entre las sábanas provocando que se detuviera en seco, pensó que había logrado despetarla, pero al darse la vuelta comprobó que estaba en un sueño profundo.

Hermanos D'angelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora