Capítulo 14.

11.9K 1.2K 94
                                    

Charlotte.

Despertar y encontrar a uno de los hermanos en mi habitación era completamente normal. Incluso no puse resistencia de tener a Chris en un lado del balcón completamente distraído mirando hacia afuera. El dolor de cabeza que sentía era leve, sin embargo un lado de mi mejilla comenzó a arder y doler bastante, hasta llegué a quejarme cuando me levanté.

Chris se dio cuenta en el momento que volteó hacia mí, se acerco bastante despreocupado.

-Al fin despiertas - me regala una falsa y sarcástica sonrisa de labios cerrados.

-Estoy bien, gracias por preguntar - respondí dando el primer paso, algo que debí pensar muy bien pues me encontraba débil y de inmediato me mareé. Me detuve en seco, sorprendiéndome de que Chris ya se encontrara tomando mi mano para ayudarme.

Volteé un poco confundida para encontrarme con sus ojos clavados en los míos. Incómoda me removí hasta soltarme de su agarre -Gracias - era obvio que el ambiente se había tornado tenso e incómodo.

No dijo nada, simplemente se separó, sin quitar sus ojos de cada movimiento que yo hacía.

-¿Y Max? - pregunté en cuanto los recuerdos se hacían presentes. Chris suspiró cansado.

-Seguro está en su habitación - se encogió de hombros desinteresado mientras comenzaba a salir.

Estaba por abrir la puerta e irse, sin embargo algo me llevó a detenerlo y decirle de una vez lo que había estado soñando y me tenía realmente confundida.

-Chris - pronuncié su nombre con mucho coraje y seguridad -Necesito preguntar algo.

-Dile a Dalton, seguro que a él le interesa - respondió tomando la manilla de la puerta.

-¿Quién es Rodrigo D'angelo? - solté la pregunta tan rápido que de inmediato se dio la vuelta. Su ceño fruncido y esa expresión perpleja no me dieron un buen presentimiento.

-¿Quién te habló de él? - preguntó volviéndose hacia mí en un tono posesivo y demandante.

-Entonces sí existe - concluí perpleja y realmente asustada.

-¿De dónde sacas eso? - volvió a preguntar.

-¿Es otro hermano? - comencé a hacer hipótesis, aunque por el rostro de Chris, no era un buen tema de conversación.

-Escuchame atentamente y responde con sinceridad - se puso delante de mí -¿De dónde sacaste ese nombre?

-Dijo que tú me darías las respuestas, que hablara contigo - recordé a la perfección cada detalle de su voz -Y que te confesara que tu padre era el culpable de todo.

Sus cejas se volvieron una en cuanto me escuchó decir eso. Pasó una mano por su cabello frustrado -Dime de dónde escuchaste eso.

-Entonces es cierto - susurré para mi misma, un terrible frío se coló en la habitación erizando mi piel al suave contacto.

-¡Dime de dónde lo sacaste! - exigió desesperado, conteniendo la ira que se exparsía por cada vena que saltaba en su garganta.

-Lo soñé - confesé asustada, cubriendo mis brazos del frío.

-Eso es imposible - respondió cansado, seguramente pensando que estaba jugando con él.

-Quisiera creer lo mismo.

Estábamos en un punto de locura extrema cuando la puerta de la habitación se abrió y en ella aparecía Diego.
Chris se dio la vuelta en cuanto escuchó el ruido, yo me quedé paralizada sin saber que hacer o decir.

-Llama a los demás, debemos hablar - ordenó Chris a Diego comenzando a salir de la habitación.

-No piensas irte y dejarme con la duda ¿verdad? - reproché antes de lograr perderlo de vista.

Se dio la vuelta dejando salir un suspiro de cansancio y frustración, de nuevo -Date una ducha y luego hablamos.

Diego se quedó frente a la habitación, confundido y bastante molesto.

-¿Sucedió algo? - preguntó mirando a ambas partes.

-Pregúntale a él - respondí lanzando la puerta con fuerza, dejándolo afuera para poder ir a darme la ducha que necesitaba definitvamente.

Di tres pasos en cuanto la curiosidad se ganó cada sentido de mi cuerpo y no pude evitarlo, debía saber lo que estaba sucediendo y definitivamente no iba a hacerlo encerrada en mi habitación mientras los hermanos se reunían a hablar de lo que posiblemente iba a ser un problema.

Salí lentamente de la habitación, bajé las escaleras porque deduje que se encontrarían en el salón de Dalton, era el único lugar más privado de la casa. Me acerqué lentamente a la puerta y tal como lo había deducido, se escuchaba el susurro de sus voces.

Respiraba muy agitadamente y tenía miedo de ser descubierta, pero no podía quedarme sin saber nada de lo que posiblemente era un problema.
Puse mi oreja muy cerca de la puerta e identifiqué sus voces de inmediato.

-¿Ella te lo dijo? - ese era Dalton.

-Sí y además agregó que él tenía un mensaje para todos - respondió Chris. Fruncí mi ceño, en realidad había aclarado que el mensaje era para él -Que Baltasar está detrás de esto.

-¿Nuestro padre? - cuestionó Maxwell confundido y sorprendido.

-Entonces Rodrigo está con vida - concluyó Diego -Él quería que Charlotte lo supiera y nos diera el mensaje.

-Ya recibimos el mensaje - respondió Max con sumo interés -Entonces saben lo que significa.

-Estamos cerca de encontrarlo - respondió Dalton con suma tranquilidad -La cuestión es lo que haremos con Charlotte ahora que tiene esa información.

Mi respiración se detuvo de inmediato. Se quedaron en silencio unos segundos y entre más pasaba el tiempo, era peor para mis nervios.

-Yo lo haré - respondió Max.

De repente me dejó de parecer una buena idea escuchar tras las paredes y simplemente quería salir de allí.
No terminé de escuchar la conversación ¿Qué se suponía que harían?

Salí corriendo hacia mi habitación totalmente asustada, me sumergí en la idea de escapar, pero justo cuando tomé la maleta entre mis manos, increíblemente alguien se encontraba tocando la puerta.

-¿Charlotte? - preguntó. Mi corazón se detuvo una milésima de segundo y estaba aterrada -Sé que estás allí. Abre la puerta.

●●●●

Un premio extra y con bastante drama para que se diviertan sacando teorías jajaja

¡Chicas! Realmente las amo y quiero que sepan que siempre leo sus comentarios, lo que siempre dicen para animarme es lo que me hace escribir más y más. Sus palabras son tan bonitas y quiero que sepan que las aprecio de todo corazón. ❤❤❤❤ Love U ❤❤❤

Hermanos D'angelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora