Hermanos D'angelo.

Capítulo 18.

Charlotte.

Resaca.

El peor estado de mi vida. Juro que siento la cabeza explotarme, las membranas de mi estómago a punto de salirse, ni hablar de mi aspecto. Soy un desastre.

Miro la hora del reloj. Las diez de la mañana y nadie se ha acercado a saber si sigo viva o si todavía no termino de vomitar hasta la vida.
Me levanto del lavado del baño, me cepillo los dientes y finalmente decido tomar una ducha, realmente lo necesitaba.

Estoy saliendo del baño cuando alguien toca la puerta.

-¿Qué sucede? -pregunto dirigiéndome al armario.

-Soy Chris ¿Puedes abrir? -pregunta el peor de los hermanos. Miro lo que llevo puesto y no es muy apropiado para recibirlo, además de que no quiero verlo ni en pintura.

-Ahora no -respondo intentando encontrar algo cómodo para llevar puesto. Este día no pienso hacer nada más que intentar recuperarme.

Vuelve a tocar la puerta con insistencia.

-Que no puedo -digo enfadada. Finalmente encuentro un vestido.

-Juro que serán unos minutos -insiste.

Maldigo en mis adentros intentando contenerme y no decirle cosas de las que me pueda arrepentir. Lanzo el vestido a la cama molesta mientras me dirijo a la puerta. Ya no me interesa si me mira envuelta en una toalla o con el cabello sin peinar.
Finalmente la abro de golpe, no pretendo ser amable cuando lo último que quiero es verlo.

De inmediato sus ojos recorren mi cuerpo con algo inexplicable en ellos, pero al verme cruzada de brazos y con una cara de pocos amigos, se concentra en mí.

-Me mandaron a preguntar si seguías con vida -dice sin disimular lo desagradable que es verme, el sentimiento de odio era mutuo -¿Lo estás?

Volteo los ojos conteniendo darle un golpe en la cabeza.

-Sí -tomo la puerta para cerrarla, pero él la detiene con su mano -¿Ahora qué?

Sin razón aparente una sonrisa se asoma por sus labios dejándome un poco desencajada. No solo porque está sonriendo, sino que lo hace sin ánimos, como si estuviera decepcionado.

-No lo recuerdas ¿Verdad?

Lo miro sin comprender lo que dice.

-¿Qué se supone que debo recordar?

Suelta un suspiro cansado y se da la vuelta para irse, pero ahora soy yo la que no quiere que se vaya sin ninguna explicación, así que salgo del baño y me cruzo en su camino.

-¿Hay algo que deba saber? -pregunto colocando mi mano en su pecho para que no dé un paso más. Al solo roce de mis dedos en su piel, puedo jurar que son como toques eléctricos en mi sistema.

Sus ojos se conectan a los míos y un escalofrío me recorre el cuerpo.

-Nada -niega dando un paso más pero vuelvo a detenerlo.

-Definitivamente hay algo más -asumo mirándolo acusatoriamente.

Ahora él parece cansado y sin ánimos de hablar. De repente su mirada se ilumina y sonríe de lado. Si el diablo tuviera un hijo, ese sería Chris D'angelo, realmente luce atractivo y dominante, pero nada que no pueda manejar.

-¿Realmente quieres saberlo? -pregunta elevando las cejas.

Ahora no estaba tan segura de quererlo, pero no podía soportar la curiosidad -Habla.

Relaja su cuerpo y me mira directamente a los ojos. Hay algo en él que no sabría explicar. Una combinación extraña entre atracción y rechazo.