Charlotte.
Sostuve la copa entre mis manos, me rehusé a la idea de llorar, me tragué los insultos, los reclamos, los recuerdos. Ya no quedaba nada para mí y él, ya no pensaba en un futuro a su lado, simplemente no iba a suceder.
-Algún día entenderás que es por tu bien -se acercó Diego a la mesa donde me encontraba, intentando ocultarme de todos, incluso de los D'Angelos -Futura esposa.
Tragué con fuerza conteniendo la ira que me recorría el cuerpo.
-Sé que piensas que es un error, pero entiende que no es mi decisión...
Y antes de que terminara lancé mi champagne sobre él. No podía verlo, pensarlo, olerlo, era completamente desagradable solo el hecho de recordar lo que había hecho en mi vida.
-Cierra la boca antes de que te mate -susurré dejando que la rabia se apoderara de mí.
-Eso no va a suceder y lo sabes -agregó intentando limpiarse, mirándome como nunca lo había hecho, quizá con lástima y compasión, pero nada justificaba lo que hacía.
-Puedo hacerlo porque soy hija de una cazadora -recordé no orgullosa de ello, pero por el momento era lo único que me quedaba.
-E hija de un vampiro -agregó.
-No soy hija de un monstruo.
-Pero ellos creen que sí, así que mas vale que mantengas esa palabra -amenazó.
Intenté detenerme pero fue imposible.
- ¿O sino qué?
En un segundo ya estaba frente a mí, tomando mi barbilla con su mano.
-No tienes opción, princesa -sonrió y de un momento a otro depositó un fugáz beso sobre mis labios.
Me separé deseando no haber volteado, porque al hacerlo tenía a Max frente a mí, mirándome como si no me reconociera, con esos ojos que una vez no hacían más que adorarme.
Me di la vuelta para desaparecer pero ya era tarde, debido a su rapidez llegó frente a mi más rápido. Mi respiración era inconstante y de repente quería llorar. Él no decía nada.
-Si vienes a juzgarme es mejor que te vayas -reproché amargamente.
-Solo quería verte -respondió tomando mi rostro para que lo elevara y lo mirara a los ojos -Te están obligando ¿cierto?
Negué -No lo entiendes.
-Si tan solo me explicaras...
- ¡No, Max! -lo aparté bruscamente quitando su mano de mi rostro -Déjame en paz.
Di un paso para alejarme pero volvió a hablar.
-No puedes negar lo evidente, admite de una vez lo que sientes y acaba con esto -ordenó.
-Yo no siento nada por ti -me di la vuelta molesta, deseando no haber dicho algo tan hiriente.
-Quien dice que hablaba de mí -respondió dejándome sin palabras -Lo que sucede entre Chris y tú no puedes ocultarlo por el resto de tu vida.
-No sé de que hablas.
-Vamos Char -resopló cansado -No eres una niña, ya puedes expresarte como lo desees.
Tenía las palabras en mi garganta pero no era capaz de admitirlo en voz alta.
-Solo déjame en paz -seguí caminando. Escuché los pasos tras de mí así que me di la vuelta molesta - ¡Ya basta Max!
ESTÁS LEYENDO
Hermanos D'angelo.
VampireDentro de las enormes paredes de la mansión, vivían cinco hermanos. Los hermanos D'angelo. Cada uno tenía algo especial y diferente, compartían secretos que absolutamente nadie más podía siquiera imaginar. Nadie sabía de dónde venían, quiénes eran...